(1-10-2021). El Club Natació Barcelona ha logrado desbloquear las trabas administrativas que le impedían tirar hacia adelante el ambicioso proyecto de remodelación de sus instalaciones. CMDsport ha tenido acceso a los detalles de una operación de reforma que empezará este mismo año y que se prevé que esté lista en 2023.
Luz verde al proyecto de reformas que el Club Natació Barcelona aprobó llevar a cabo en 2015. Según ha podido saber CMDsport, el proyecto se ha desencallado en los últimos días una vez el club y las empresas arrendadoras alcanzaron un acuerdo positivo para todas las partes y que tenía en cuenta los estragos causados por la pandemia.
Si no hay nuevos imprevistos, las primeras obras de reforma podrían iniciarse a finales de este mismo año y todo el proyecto podría quedar terminado en 2023. El poder desbloquear esta operación supone un gran alivio para el CN Barcelona, que ve por fin la luz al final del túnel tras dos años de espera de distintos trámites que han frenado, e incluso puesto en peligro, un proyecto que supondrá un impulso para la entidad y también para el tejido deportivo de Barcelona.
SEIS AÑOS DE ESPERA
Fue en 2015 cuando el club sometió a votación de sus socios el acuerdo para convertir parte de sus instalaciones en un ‘beach club’. El proyecto fue adjudicado al grupo turístico Evertaas (empresa especializada en los hoteles, con vínculos en el ocio y el deporte), que acudió al concurso de la mano de Nikki Beach Group (gigante de los clubes de playa de lujo que posee además hoteles, resorts y restaurantes).
El contrato inicial sufrió algunas modificaciones en 2018 y dio un importante paso hacia adelante en diciembre de 2019, cuando recibió la aprobación del Consejo de Administración del Puerto de Barcelona a la vez que recibió una extensión de la concesión del uso de las instalaciones -que vencía en mayo de 2027- hasta el 31 de diciembre de 2036.
Faltaban entonces las licencias que tenía que facilitar del Ayuntamiento de Barcelona, una administración cuya respuesta se demoró más de lo previsto debido a la pandemia. No fue hasta el pasado mayo cuando el club obtuvo por fin la licencia de actividad y, en junio, la de obras.
RENEGOCIACIÓN DE LAS CONDICIONES
A mediados de verano, por tanto, todo el papeleo estaba listo para tirar hacia adelante el proyecto. Sin embargo, el impacto que la pandemia tuvo en las empresas implicadas provocó que éstas quisieran modificar las condiciones del contrato para adaptarlas al nuevo escenario.
Tras varias semanas de negociaciones entre ambas partes, se llegó a un pacto, ya firmado, que permite mantener intacta la esencia del proyecto. El club, con margen de maniobra en la negociación, logró que la parte arrendataria mantuviese su inversión tras renegociar algunas condiciones económicas del acuerdo. Otro logro, no menos importante, fue que consiguió fijar un calendario de construcción para este proyecto. A falta de concretar una fecha exacta, está previsto que alguna de las obras empiecen este mismo año.
6 MILLONES DE EUROS
Cada una de las dos partes, tanto el CN Barcelona como las empresas implicadas, aportarán cerca de seis millones de euros para financiar las obras.
A ello se sumará el pago de un alquiler anual durante los tres primeros años y de un porcentaje de la facturación a partir del cuarto por parte de las entidades arrendatarias. Estos ingresos deben permitir al club poder liquidar la deuda que mantiene (algo menos de 6 millones de euros) de aquí a 2036.
ACUERDO PRORROGABLE
Para que las empresas puedan amortizar su inversión, está contemplado en el contrato que el alquiler se prorrogue más allá de 2036. Eso sí, está condicionado a que el club obtenga una nueva ampliación de la concesión del espacio que ocupa. Si eso ocurre y se cumplen una serie de condicionantes económicos, se podría renovar automáticamente el acuerdo de alquiler unos diez años más, hasta un total de 25 (aproximadamente, hasta 2046).
Este acuerdo está previsto que suponga un importante crecimiento a nivel de masa social, deportivo y también económico para la entidad, que podría aumentar sus ingresos en un 30% gracias a tres vías. Por un lado, el alquiler del espacio ocupado; por el otro, los ingresos derivados del aumento de socios del club una vez la reforma esté lista y, en tercer lugar, la rentabilidad de nuevos espacios que surgirán tras la reforma, en los que el club podrá desarrollar actividades (clases dirigidas, pistas de pádel, etc.) y que podrían generar ingresos por sí mismas.
AYUDAS ESTATALES
Además del ‘beach club’, de mejoras para poner al día el club y de otros espacios como una zona de restauración, el proyecto contempla la construcción de una piscina exterior climatizada de 30×25 metros -que podría ver la luz ya en 2022- y, por otro lado, la recuperación de un espacio emblemático como es la primera piscina cubierta de la historia de España. Ésta se construyó en 1922 y celebrará su centenario el próximo año.
La nueva versión de dicha piscina podría estar lista de cara a 2023.
Al tratarse, la piscina construida en el año 1922, de una obra con un carácter patrimonial simbólico, las dos partes pedirán al Gobierno estatal una ayuda económica para intentar sufragar parte del gasto de la obra.
Una vez esté lista, esta piscina pretende convertirse en un referente deportivo para la ciudad y para el país, ya que será la única instalación cubierta de Barcelona en la que se podrá entrenar en una disciplina olímpica como es el trampolín. Además de este deporte, también se habilitará para los equipos de natación artística, waterpolo y natación.
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