El turismo activo español reclama un CNAE y un IAE propios

Prácticamente todas las comunidades han articulado un Decreto de Turismo Activo con su correspondiente registro y codificación oficial, “pero desde el Gobierno Central no han armonizado la clasificación y esta invisibilidad de no tener un CNAE nos imposibilita acogernos a ayudas directas”, declara el presidente de ANETA, Óscar Santos.

En este sentido, la falta de un CNAE y un IAE propios del sector ha originado multitud de problemas de orden regulatorio que impiden solicitar las ayudas económicas destinadas al turismo que se han articulado debido a la crisis derivada de la COVID-19. “Muchos nos vemos obligados a identificar nuestras actividades con profesiones muy diferentes, lo que ha supuesto quedarnos sin ayudas en momentos tan críticos”, explica Tanausú Zumaquero-Nuez, gerente de ANETA.

Desde Extremadura Activa, Fernando Romero añade que “ni siquiera podemos realizar una demanda colectiva respecto al sector específico porque no tenemos ni un epígrafe concreto, ni un IAE propio que nos proteja, ni decreto de Turismo Activo”. El presidente de Andalucía Ecoactiva, José Carlos Romero, incide en que “las líneas de trabajo de ANETA y de Europa nos sirven a nivel autonómico, incluso en la generación de datos estadísticos del sector, ya que a nivel nacional no terminan de reconocernos”.

Una normativa nacional

La misma situación sufre el turismo activo con respecto a la formación y capacitación profesional. La comisión de formación de ANETA encabezada por la Comunitat Valenciana mediante su asociación autonómica, CV ACTIVA, ha puesto sobre la mesa la necesidad de formar técnicos de la materia. Según el presidente de la asociación autonómica, Fernando Falomir, a pesar de que la Comisión Europea ha emprendido varios proyectos en los que ha participado España, como fue el proyecto ELESA para desarrollar el Plan Formativo del Técnico de Turismo Activo, “los ministerios responsables hablan de turismo sostenible, pero niegan la posibilidad de ponerle un rostro legal”.

La asamblea nacional deja un mensaje claro: “Necesitamos una normativa a nivel nacional que regule todo este limbo que estamos sufriendo las empresas de Turismo Activo”, resume el presidente de la asociación asturiana, Julio Bobes. Óscar Sánchez, presidente de la asociación cántabra, ACANTA, hace una llamada a todas las empresas que actúan irregularmente, además de destacar los problemas derivados de la falta de una formación específica para el Turismo Activo y armonizar los decretos autonómicos”.

Ante este panorama, Chus Montañés, secretaria de la asociación aragonesa, TDAragón, apunta que el intrusismo ha descendido al menos un 70% en la comunidad autónoma y “cada vez más nos llegan más consultas, sobre todo de autónomos, para darse de alta y cumplir con la normativa”. Según el vicepresidente de ANETA, Raúl Temprano, “la actuación de las asociaciones está siendo esencial a la hora de regular las empresas de Turismo Activo”.

La comunicación y promoción fue otro de los temas más relevantes que conciernen a empresarios y empresarias de turismo activo. En este sentido, a través del apoyo a la innovación como línea estratégica de la asociación nacional, el presidente de ANETA ha destacado la importancia que tendrán las acciones de publicidad y marketing y la creación de herramientas como un marketplace (sitio web de comercio electrónico) y, de esta manera, dar cobertura a la pequeña empresa que “no tiene ni tiempo ni recursos para promocionarse en el mundo digital”, concluyó el secretario de ANETA, José Luis Echevarría.