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MULTIDEPORTE

El presidente de la RFEJYDA no prevé la recuperación hasta septiembre

El judo español pierde el 90% de sus federados

En 2019 era el sexto deporte con mayor número de licencias federativas en España

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El presidente de la Real Federación Española de Judo y Deportes Asociados (RFEJYDA), Juan Carlos Barcos Nagore, reconoce que casi ningún otro deporte ha sufrido en España una caída tan pronunciada de federados debido a la pandemia.

(8-2-2021). El judo, así como el resto de deportes de contacto que se practican en España, siguen en la UCI. Aunque no hay datos oficiales publicados, los organismos federativos estiman en un 90% la caída de federados en unas disciplinas que están pagando muy caro ser deportes de contacto.

Los deportes de contacto, entre ellos el judo, siguen con su particular agonía debido a la pandemia. Mientras que los deportistas de alto rendimiento han podido reanudar buena parte de las competiciones estatales e internacionales previstas, la gran mayoría de clubes formativos sufre la falta de jóvenes que no se apuntan por miedo a los contagios y por no poder competir.

La pandemia obligó a suspender las competiciones no profesionales durante varios meses, y desde la desescalada, sólo han vuelto a competir los judokas de élite. “Estamos relativamente contentos porque logramos movilizar a 500 personas para hacer un campeonato de España sin un solo positivo”, celebra el presidente de la Real Federación Española de Judo y Deportes Asociados (RFEJYDA), Juan Carlos Barcos Nagore.

APLICACIÓN DE ESTRICTOS PROTOCOLOS

Esta federación celebra positivamente las condiciones de seguridad creadas para la celebración de este y otros torneos, como el Masters de Doha, celebrado el pasado mes de enero, el campeonato de Europa junior y sub-23 o el Gran Slam de Budapest. En todas estas citas se evidenció que, siguiendo unos estrictos protocolos, la práctica del judo puede ser segura y, por tanto, puede mantener su actividad.

“Vamos con mucho cuidado y prudencia a la hora de organizar campeonatos, porque hacer según qué cosas podría suponer una irresponsabilidad. Además, hay que tener en cuenta los elevados costes a nivel de realizar pruebas PCR a todo el mundo”, asegura Barcos Nagore.

CAÍDA DEL NÚMERO DE FEDERADOS

En la otra cara de la moneda se encuentran los practicantes amateur y de base de los deportes de contacto, que representan la amplia mayoría de las licencias federativas. Según datos del Consejo Superior de Deportes (CSD), en 2019 había en España 108.145 deportistas con licencia de judo y demás disciplinas asociadas.

Las distintas federaciones, estatal y autonómicas, pusieron el contador a cero en octubre pasado. Cuatro meses después, Barcos Nagore deja entrever que apenas tendrán un 10% de los licenciados que tenían antes de la pandemia. Casi ningún otro deporte ha sufrido una caída tan pronunciada debido a la pandemia. En cifras absolutas, supone una diferencia de unas 90.000 fichas federativas.

“En 2021 tendremos que ir poco a poco. Se está notando una pequeña reactivación, pero desde luego muy lenta y laboriosa. Hasta que no tengamos la seguridad de que, con las vacunas, se puede practicar con total seguridad, van a pasar unos meses. Venimos de unos meses duros y los que vendrán también lo serán”, advierte el presidente de la RFEJYDA.

HORIZONTE SEPTIEMBRE

Barcos Nagore ve muy difícil que la actividad a nivel escolar y de base pueda reanudarse en los gimnasios antes de “dos o tres meses”. El máximo dirigente de la RFEJYDA asume que no será hasta mínimo el próximo mes de septiembre cuando la vacuna permita que los clubes puedan volver a funcionar “a pleno rendimiento”.

Mientras tanto, la propia federación recomienda a los clubes y a sus entrenadores que implementen entrenamientos sin contacto con los más pequeños, que seguirán sin poder competir hasta nueva orden.

EL EJEMPLO DEL JUDO CLUB SOTILLO

Uno de los clubes más representativos del país, el Judo Club Sotillo, es el vivo reflejo de la cruda realidad que viven los centros que albergan deportes de contacto. Galardonado como el mejor club de judo español del 2019, antes de la pandemia acogía a 1.200 usuarios. A día de hoy, recibe unos 50 adultos y unos 40 niños, además de otros 50 usuarios de la piscina que tienen. Es decir, que la pandemia les ha hecho perder más del 90% de sus socios y practicantes.

Su gerente, Carlos Sotillo, explica que “llevábamos 23 colegios y unas 20 guarderías, y de todo eso ahora no tenemos nada. Estamos abiertos, pero si antes vivíamos justitos con la cantidad de gente que teníamos, imagínate ahora”.

El Judo Club Sotillo permaneció cerrado siete meses, desde marzo a octubre. El director del centro reabrió la instalación coincidiendo con el inicio del nuevo curso, pero la falta de usuarios sigue poniendo contra las cuerdas sus finanzas. “La gente va reincorporándose, pero muy poco a poco”, admite. El director del centro da por hecho que tardarán “años” en recuperar las cifras que tenían.

La salvación temporal de este gimnasio han sido las subvenciones que recibió por parte de la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid por los distintos equipos que tiene el club en las ligas nacionales. “De no haberlas recibido, estaría en la calle ahora mismo. Estoy aguantando gracias a ellas”, constata.

Estas ayudas, que cifra entre 5.000 y 6.000 euros por equipo, dan al Judo Club Sotillo algo de oxígeno para resistir hasta verano.

LOS GIMNASIOS, CONTRA LAS CUERDAS

El Judo Club Sotillo está ubicado en el barrio madrileño de Usera. Una ubicación donde, según constata el director de este centro, no han dejado de cerrar gimnasios en los últimos meses. “El Human Sport Center, de un histórico karateka, Ángel López, un GreenFit, otro de tres plantas… han cerrado todos los centros independientes”, comenta.

El hándicap del Judo Club Sotillo es que, al centrar su actividad en el judo y la piscina, no dispone de una sala específica de fitness para captar a buena parte de los abonados que no podrán ir a los gimnasios que han ido cerrando en la zona. “Se irán a las dos grandes cadenas que sí siguen abiertas”, asume Sotillo.


Hay 1 comentario

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  1. Arturo

    Malditas subvenciones.
    Todo el mundo chupando de mis impuestos…

    Es una vergüenza que me roben mi dinero y que luego estos beneficiarios se estén lamentando de que les va todo muy mal y quieren más ayudas.


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