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MULTIDEPORTE

La pandemia provocó la reducción de casi 42.000 deportistas acuáticos

La natación española perdió el 60% de sus federados en 2020

El presidente de la RFEN confía en poder revertir esta caída en 2021

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CONSECUENCIAS DEPORTIVAS Y ESTRUCTURALES. El presidente de la Real Federación Española de Natación (RFEN), Fernando Carpena,ha destacado que la pandemia provocará “consecuencias en lo deportivo y en lo estructural en el corto plazo”, ya que recuerda que el gran grueso de los pequeños clubes dependen mucho del número de deportistas afiliados al club que pagan cuota.

(23-2-2021). La natación española cerró la temporada 2019-20 con una pérdida aproximada del 60% de sus deportistas federados debido a la pandemia. Eso supone una reducción de casi 42.000 nadadores respecto al total de 69.483 que acumulaban al término del curso 2018-19.

El Covid-19 mantiene en vilo a muchos deportes, como la natación, que confían que las vacunas permitan que el próximo verano sirva para salvar la temporada en curso. En el caso de la natación, está pudiendo celebrar sus competiciones profesionales y estatales con una reducción media del número de participantes cercano al 50%. El principal problema se encuentra en el deporte de base, que vive un parón que empezó hace un año y que en algunas comunidades ni siquiera se ha podido reanudar. Eso se ha transformado en una gran pérdida del número de deportistas federados.

La afectación en la natación individual ha sido menor que la que han sufrido en deportes como el waterpolo o la natación sincronizada de base, que al ser considerados deportes colectivos han vivido un año “caótico”. Muy pocas comunidades han permitido el desarrollo de estos deportes a nivel de base, lo que ha repercutido directamente en sus clubes y deportistas.

En el caso de la natación en aguas abiertas, viven una situación particular. Pese a que durante el confinamiento hubo muchas peticiones de gente interesada en federarse para poder ir a entrenar al aire libre -aprovechando que los federados disponían de más franjas horarias que el resto-, la dificultad logística para organizar buena parte de sus competiciones ha provocado un freno en esta modalidad.

DAÑOS ECONÓMICOS Y DEPORTIVOS

“Aunque los equipos de la élite, que son muy pocos pero son potentes, están protegidos por los protocolos firmados con el CSD, los modestos, que son la mayoría, están muy mal”, explica a CMDsport el presidente de la Real Federación Española de Natación (RFEN), Fernando Carpena.

Muchos clubes han vivido un año lleno de cierres, mientras que los más afortunados han tenido que convivir con duras restricciones de aforo que también han reducido el número de deportistas. Y eso, confirman desde la RFEN, ha mermado significativamente la financiación de estos clubes.

El dirigente anticipa que la pandemia provocará “consecuencias en lo deportivo y en lo estructural en el corto plazo”, ya que recuerda que el gran grueso de los pequeños clubes dependen mucho del número de deportistas afiliados al club que pagan cuota. “Tendrán menos capacidad económica y tal vez se verán obligados a mandar a más entrenadores a ERTE o incluso prescindir de ellos”, alerta Carpena.

UN 2021 MUY PRUDENTE

La RFEN no tuvo capacidad de reacción para reorganizar la temporada 2019-20 porque cada curso lo planifican con más de un año de antelación. Así, en junio de 2020 empezaron a preparar un 2020-21 que han organizado “siendo mucho más prudentes”. “Necesitamos como agua de mayo que puedan retomarse las competiciones aplazadas”, reconoce el presidente de la RFEN.

Carpena confía en poder frenar la caída del número de federados este 2021, aunque para ello será necesario que puedan celebrar en primavera y verano los campeonatos previstos. “Salvo que las autoridades sanitarias nos lo impidan con un confinamiento estricto, no vamos a parar las competiciones”, confiesa.

El presidente de la RFEN asegura que sus competiciones son seguras, ya que endurecen las medidas de seguridad del protocolo acordado con el CSD con protocolos propios de la RFEN y de cada competición.

AYUDA A LOS CLUBES Y LAS FEDERACIONES

La RFEN destinará esta temporada 730.000 euros en distintas partidas para ayudar a los clubes y a las federaciones autonómicas a salir de esta situación crítica. Eso supone una aportación de algo más del 9% de su presupuesto, que este año es de 8 millones de euros, uno menos que el que tenían el curso 2019-20 por la disminución de los ingresos derivados de patrocinios y de competiciones que organizan.

Las ayudas a los clubes se dividirán en distintos conceptos: la devolución de las aportaciones que han hecho a la RFEN durante la pandemia; el reparto de ayudas basadas en planes especiales y en patrocinadores que han podido mantener y, también, una aportación económica a núcleos de entrenamiento de alto nivel para clubes y centros de tecnificación deportiva.

Desde la RFEN asumen que sólo con esto no lograrán salvar a los clubes, y por ello hace semanas que presionan al CSD para que el Estado aumente su aportación. Eso sí, advierten que apenas unos 300 del total de 850 clubes de natación del país tienen participación estatal e internacional. El resto sólo pueden recibir ayudas de las comunidades autónomas y ayuntamientos, a quienes piden un esfuerzo económico.

OLÍMPICOS, EN UNA BURBUJA

La pandemia también está afectando a los nadadores de más alto nivel. Aunque la RFEN desarrolló un protocolo para que pudieran entrenar en grupos burbuja, reconocen que tenerlos totalmente aislados en los CAR es muy difícil.

“Llevan una vida monacal, pero incluso así, a veces el virus se cuela. Deportistas como Jessica Vall lo han sufrido, y algunos con síntomas que les han obligado a volver a competir con un ritmo menor. A algunos les está costando recuperar el ritmo normal de entrenamiento que llevaban. Si alguien contrae el virus un mes antes de los Juegos lo puede tener complicado”, advierte Carpena.


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