(4-1-2022). La OMS considera que el sector deportivo debe demostrar más claramente el impacto de la actividad física en la sociedad, al tiempo que determina cinco áreas de actuación en las que los gobiernos de todo el mundo deberían poner la atención para lograr sociedades más activas.
La Dra. Fiona Bull, jefa de la unidad de actividad física de la OMS, ha dado a conocer, en una entrevista concedida al medio HCM, cinco prioridades que la Organización Mundial de la Salud ha marcado a los gobiernos con el objetivo de lograr que más personas lleven un estilo de vida activo y saludable.
La Organización Mundial de la Salud habría establecido estas directrices tras publicar el Informe sobre el estado global de la actividad física 2022, estrechamente ligado al Plan de Acción Global sobre la Actividad Física 2018-2030, lanzado en 2018.
Entre las principales conclusiones del informe, destacaba que la atención médica pública presenta unos costes directos de 27.000 millones de dólares al año y que podrían ascender hasta los 300.000 millones de dólares para 2030.
Unos costes que se podrían reducir drásticamente con un incremento de la actividad física que contribuyera a evitar 500 millones de nuevos casos de enfermedades no transmisibles y problemas mentales de aquí a 2030.
El informe también reveló que el progreso no es lo suficientemente rápido para alcanzar los objetivos deseados para 2030 en los 194 países involucrados. De los 29 indicadores de política, 18 se están logrando en menos de la mitad de los países y solo dos se están logrando en más de las tres cuartas partes. Bull admite que “el progreso es extremadamente lento”, al tiempo que reconoce la magnitud de los desafíos que enfrentan los gobiernos.
Con el objetivo de acelerar el progreso, la OMS ha detallado cinco áreas de acción prioritarias:
- Que los gobiernos fortalezcan su apropiación de las políticas de actividad física de las que son responsables y asuman un mayor liderazgo y responsabilidad en su implementación. Por su parte, animan al sector educativo a garantizar que los niños tengan experiencias positivas en el deporte y la actividad física en la escuela, a través de una educación física de calidad.
- Un asociacionismo más fuerte. Los sectores del deporte, la salud, el transporte y la educación deben funcionar más y mejor juntos. Fomentar una acción conjunta y colaborativa transversal.
- Cerrar la brecha entre la política y la acción, a través del desarrollo de conocimiento, competencias, fuerza laboral y orientación sobre cómo hacerlo. El objetivo; traducir la política de alto nivel en consejos realmente prácticos y factibles.
- Abordar las brechas de datos. Los datos informarán, guiarán y permitirán medir el progreso, sin embargo, desde la OMS se admite que existen “brechas de indicadores clave que significan que ni siquiera sabemos qué progreso estamos logrando o no en diversas áreas”.
- Por último, el quinto punto es la necesidad de revisar la alineación de la financiación y que las políticas de fomento de la actividad física cuenten con un mayor presupuesto, actualmente “insuficiente” según valora la OMS, la cual alerta de “desajuste” entre los presupuestos y la magnitud de las acciones previstas en muchos países”.
Demostrar el impacto
Paralelamente a estas acciones, Fiona Bull también ha lanzado un mensaje a la industria del deporte y la actividad física, instándole a “demostrar el impacto de la actividad física en la sociedad”. Un aspecto que desde la OMS se considera “clave” en el objetivo de lograr sociedades más activas.
“Necesitamos fortalecer la base de evidencia en torno a los beneficios más amplios: económicos, comunitarios, sociales y ambientales”, dijo Bull. “De hecho, ya se está trabajando para mejorar las metodologías utilizadas para demostrar el retorno social de la inversión, en colaboración con organizaciones como Europe Active”, añadió.
Se puede acceder al informe de estado del Plan de acción mundial para la actividad física 2018-2030 (GAPPA) en: www.hcmmag.com/gappa .
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