El turismo activo perdió “entre un 50 y un 60%” de sus ventas por la pandemia

“La valoración de 2020 es muy negativa. En verano pudimos trabajar durante dos meses pero la primavera y el otoño prácticamente fueron nulos”. Son palabras del presidente de a Asociación Nacional de Empresas de Turismo Activo, Óscar Santos, quién afirma que, de media, las 500 empresas que conforman la patronal perdieron más de la mitad de su facturación anual.

La patronal, además, prevé un primer semestre de 2021 muy complicado: “hasta Semana Santa prácticamente estará todo cerrado, con restricciones de movilidad, y después ya veremos cómo evolucionará la pandemia y la campaña de vacunación”, ha declarado Santos. En este escenario, desde Aneta creen que muchas empresas corren el riesgo de cierre definitivo.

“Hasta ahora, la mayoría de negocios se han podido mantener gracias a los préstamos ICO y a no disponer de una estructura de costes muy elevada. Sin embargo, en marzo, abril y mayo vencerá la moratoria del pago de los créditos concedidos y si no se amplía la misma y se sigue limitando la movilidad, llegaríamos a un punto muy dramático”, sostiene Óscar Santos.

Por otro lado, desde Aneta subrayan que los meses de invierno son los que menos impacto tienen en la facturación global del año, mientras que la campaña entre Semana Santa y verano es mucho más crucial. En este sentido, Santos ha lamentado las contradicciones mostradas en público por el gobierno de España. Por un lado, la ministra de Turismo, Reyes Maroto, abría la puerta a recuperar la movilidad para la Semana Santa pero pocas horas después la portavoz del gobierno, Maria Jesús Montero, rebajaba las expectativas.

Las administraciones “dan la espalda” al turismo activo

La patronal asegura que, en general, las administraciones públicas “dan la espalda” a las empresas de turismo activo “porque al no disponer de un código propio en la Clasificación Nacional de Actividades Económicas (CNAE), acaban siendo invisibles a la hora de acceder a ayudas económicas”. El sector tampoco dispone de un Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE) y lleva años reclamando una bajada del IVA al 10%.

“Lo que no es aceptable es que desde Aneta tengamos que detallar a una administración pública cuáles son los códigos CNAE de las empresas de turismo activo para que aparezcan en el boletín oficial correspondiente”, subraya Santos, quién prosigue que la invisibilidad es especialmente preocupante en el caso del gobierno español porque las administraciones autonómicas, al menos, disponen de un registro de empresas del sector.

Desde Aneta están en contacto con distintos grupos políticos del Congreso de los Diputados para poder presentar iniciativas legislativas que den una mayor visibilidad al sector y favorezcan su actividad económica.

Medidas consensuadas

Por último, la patronal reclama a las administraciones públicas que las posibles restricciones sean el resultado de un diálogo con el sector. De esta manera, se podrían evitar medidas de limitación de aforo de actividades al aire libre, que según Santos, no son adecuadas.

“Nosotros no trabajamos en una sala de 30 metros cuadrados sin ventilación alguna. ¿Si programo, por ejemplo, una ruta BTT al aire libre, por qué tengo que limitar la asistencia a 6 personas cuando también es factible que asistan 10 y mantengan la distancia de seguridad de 2 metros”, concluye Santos, quién alerta que a muchas empresas no les saldrá rentable ofertar según que actividades con un número muy reducido de asistentes.