¿Qué beneficios reportan a nuestros hijos las actividades deportivas extraescolares?

“Entiendo que a los padres les dé miedo apuntar a los niños a extraescolares deportivas en esta situación de incertidumbre que genera la pandemia del Covid-19”, apunta Cristina Regué, cofundadora del Centro Improving y coordinadora del Gabinete Psicopedagógico de la Escuela Dolors Monserdà – Santapau de Barcelona. Sin embargo, y en respuesta a esta inquietud, la psicopedagoga afirma que los centros siguen las normas de las consejerías de salud de las comunidades autónomas para disminuir el riesgo de contagio.

Y es que estas directrices, que se actualizan constantemente, incluyen un ratio máximo de alumnos, no mezclar niños de distintas escuelas, una ventilación adecuada de los espacios donde se ejercitan, o la recomendación de realizar ciertas actividades al aire libre. Cada centro se organiza para cumplir las medidas con los recursos que tiene, apunta la experta, y si una actividad no respeta estos requisitos, se elimina. El problema es que en extraescolares donde se juntan niños de distintos colegios “es un poco incompatible lo que se aconseja con la realidad”.

El éxito de las colonias del pasado verano demuestra que, con medidas de seguridad, las actividades extraescolares no revisten peligro

“Creo que una actividad deportiva que cuenta con las recomendaciones de salud se puede realizar”, afirma la experta, que pone el éxito de las colonias del pasado verano de este año como ejemplo a seguir. La psicopedagoga también expone que, al no poder contar con los abuelos para ir a buscar a los niños a la escuela cuando los padres trabajan, pues son población de riesgo, “a lo mejor tendremos que tirar de extraescolares, aunque con un poquito de miedo”.

BENEFICIOS PARA SALUD CORPORAL Y MENTAL

Cristina Regué es una gran defensora de las actividades deportivas extraescolares, ya que el deporte en las escuelas “no siempre es suficiente”.

Estas actividades ayudan al desarrollo del niño principalmente en tres áreas, defiende. Por un lado, potencian la fortaleza física e inmunológica, ya que “un niño o niña que hace ejercicio está más protegido contra un virus y lo que venga”.

Por otro lado, dinamiza su sociabilidad, ya que muchos niños “encuentran en las actividades deportivas extraescolares el nivel de autoestima y de relaciones óptimo”. Y, por último, impulsan su nivel cognitivo al permitir al niño o niña “desconectar y liberar tensiones para, luego, volver al estudio más frescos”.

La práctica deportiva asienta en los niños rutinas y hábitos saludables para enfrentarse a actitudes perjudiciales que aparecen en la adolescencia

La experta afirma que las prácticas deportivas también asientan en los niños rutinas y hábitos saludables para enfrentarse a actitudes perjudiciales que aparecen en la adolescencia, a la que califica como “el punto de más riesgo de la madurez”. Los valores como el cuidado de uno mismo, la planificación, la mentalización, el trabajo en equipo, la disciplina, el esfuerzo, el saber compartir y el saber ganar y perder crean un punto de apoyo en el niño que le acompañan en su crecimiento, destaca Regué.

RIESGOS PRINCIPALES

De no realizarse las extraescolares deportivas, la psicopedagoga se pregunta: “¿Con qué suplirán los niños todo el tiempo que no están haciendo actividades deportivas extraescolares o de otra índole y se tienen que entretener?”. Regué apunta la respuesta hacia el universo de las pantallas: “el riesgo más alto ahora, a parte del sedentarismo, son los malos hábitos que puedan adquirir, porque lo fácil lo tenemos a un clic”.

Me preocupan las consecuencias físicas y médicas que la falta de ejercicio pueda provocar en los niños

La experta se muestra preocupada también por las consecuencias físicas y médicas que la falta de ejercicio pueda provocar en los niños.

ORGANIZACIÓN FAMILIAR

Sin embargo, de no poder o no querer los padres que sus hijos hagan actividades extraescolares deportivas, existen otras alternativas a las pantallas  (dispositivos digitales) que requieren “esfuerzo y organización familiar”, apunta Regué. La psicopedagoga enumera varias actividades que se pueden realizar los fines de semana como juegos, excursiones, andar por la playa, nadar, pasear, subir una montaña, ir en bicicleta, patinar, hacer skate, jugar a vóley en la playa, o hacer surf o paddle surf que son prácticas “relativamente asequibles y dan muy buen resultado”.

La actividad física es un valor que también transmitimos a nuestros hijos practicándola los padres

La psicopedagoga propone a los padres motivar a los niños preparando una carrera urbana para cuando terminen las restricciones. Fijar ese objetivo mantiene en el niño “la ilusión por salir y esforzarse en mejorar. El  premio llegará al concretarse la carrera, que será cuando todo el trabajo adquiera sentido”.

Regué sabe que estas alternativas pueden resultar difíciles para aquellos padres que no pueden dedicar todo el tiempo que quieren a sus hijos por temas de trabajo, pero advierte: “la actividad física es un valor que también transmitimos a nuestros hijos practicándola los padres”.