(19-11-2018). Con el objetivo de evadir las estafas, timos o engaños más frecuentes durante las últimas campañas de Black Friday, Legálitas señala cuáles son las trampas más habituales y cómo prevenirlas.
Legálitas asegura que el año pasado recibió numerosas consultas procedentes de clientes que tuvieron problemas con las compras efectuadas durante el Black Friday. Para afrontar esta campaña sin contratiempos, los expertos de esta compañía de seguros y servicios jurídicos advierten de las principales trampas e inconvenientes con los que nos podemos encontrar, aquellos que más consultas generaron hace un año entre los clientes:
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Confiar en un comercio dudoso
Uno de los timos más habituales en Black Friday proviene de páginas web que ofrecen ofertas demasiado buenas para ser verdad, y es que, en efecto, lo más probable es que no lo sean. En estas fechas proliferan las páginas que buscan quedarse con nuestros datos bancarios y acceder a las tarjetas de crédito para hacer cargos no autorizados que pueden pasar desapercibidos.
Eso mismo le pasó a un cliente de Legálitas, que tramitó una compra por Internet y, tras hacer el pago, la empresa desapareció. Por eso es importante desconfiar de webs que no conozcamos. A la hora de hacer efectivos los pagos de las compras, en los comercios seguros nunca es necesario el PIN de la tarjeta. En el momento en el que nos pidan, sabremos que se trata de una estafa, ya que el PIN nunca es necesario en las compras online.
Otro truco para detectar fraudes es que en toda web debe aparecer una dirección física a la que reclamar, además de la denominación social y el NIF del comercio. La web debe facilitar también un contacto a través del servicio de atención al cliente o servicio postventa, vía telefónica, dirección postal o correo electrónico.
Además, las páginas web deben tener un protocolo seguro, es decir, que envíen los datos de manera cifrada, utilizando una plataforma “HTTPS”. Comprobar si la web es segura nos ayudará a no caer en el “phishing”, que consiste el robo de identidad de una empresa conocida y en la que confiemos, pero que en realidad se trata de un impostor que solo tiene intención de robar datos bancarios.
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Caer en descuentos que no son reales
Otro de los ejemplos que se repitieron en las consultas a abogados fueron los descuentos falsos y la publicidad engañosa. Un cliente compró un producto por Internet que tenía un descuento asociado al Black Friday con caducidad para ese mismo día y, al día siguiente, pudo comprobar que el producto sin descuento tenía exactamente el mismo precio que en Black Friday.
Otro cliente quiso aprovechar una oferta que le llegó por SMS de una compañía de telefonía móvil, pero, al acercarse a la tienda para pedir información sobre el descuento, le informaron que la oferta no existía.
En estos casos hay que tener en cuenta que la publicidad es vinculante, es decir, cualquier comunicación por parte de la empresa asegurando un determinado descuento será nuestro seguro para reclamar en caso de que no cumplan con lo prometido. Legálitas recomienda guardar todos los folletos, newsletters y anuncios, ya que, si las condiciones no se cumplen, serán la manera de demostrar las condiciones anunciadas y defender nuestros derechos.
Asimismo, es buena idea hacer un seguimiento previo de los productos que queremos comprar, con la mayor antelación posible, ya que así podremos detectar los verdaderos descuentos y diferenciarlos de los precios que hayan sido inflados previamente. Además del seguimiento, es conveniente comparar los precios de un mismo producto en todas las tiendas disponibles, con el mismo objetivo de detectar falsas promociones. Todo ello constituye prácticas engañosas que se pueden reclamar al establecimiento.
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Realizar compras a través de una red wifi pública y con una contraseña débil
A través de las redes wifi es más fácil que nos roben nuestros datos personales y bancarios, por lo que es mejor evitarlas para realizar compras online. Es exactamente el ejemplo de un cliente que, aprovechando la red wifi pública de una cafetería, realizó varias compras por Internet. Sus claves fueron expuestas y sus datos bancarios fueron clonados.
Además, una contraseña débil es anzuelo para estafadores e impostores. Se recomienda en su lugar usar claves robustas, que alternen números, letras, mayúsculas, minúsculas y otros signos. Asimismo, es conveniente usar una contraseña diferente para cada plataforma; cambiarlas periódicamente; borrarlas del equipo si este es compartido con otros usuarios; no compartirlas con terceros para evitar suplantaciones o robos de identidad.
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No conocer las condiciones de compra y devolución
Para evitar posteriores problemas, siempre debemos cerciorarnos de las condiciones de la compra, los plazos de devolución que ofrece el comercio y cuánto nos cobrarán de gastos de envío si la compra es a distancia. En cada tienda siempre deben figurar todas estas condiciones y la información debe ser clara y comprensible, sin cláusulas abusivas que van en contra de la ley.
Varios clientes de Legálitas se encontraron en una misma situación en la que no se respetaron las condiciones de la compra. Habían comprado un producto en Black Friday y, días después de haber hecho el pago, el establecimiento les informó que, por falta de stock, no les iba a entregar el producto, sino que se les devolvería el dinero. Al no cumplir con las condiciones que la tienda había ofrecido, en ambos casos se tramitó la reclamación a la tienda.
Por otra parte, si la web se encuentra fuera de España, hay que tener en cuenta que la reclamación será más complicada y posiblemente más lenta, pero en cualquier caso se deben respetar las condiciones en el momento de la venta.
Asimismo, deberemos tener cuidado con los plazos de las promociones. Un cliente de Legálitas, gerente de una empresa, lanzó una promoción con motivo del Black Friday, para la que una persona solicitó un presupuesto. El interesado no se matriculó, pero días después sí quiso disfrutar de la oferta, alegando que tenían obligación de respetar la oferta por ley durante un mes. En este caso, la empresa no tuvo obligación de respetar la promoción de Black Friday, ya que solo le informaron de la oferta por correo electrónico, pero no se trató de una contratación online. El establecimiento dejó claras las condiciones de la oferta y los plazos a los que se ceñía, por lo que la persona interesada no pudo beneficiarse del descuento.
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No reclamar ni interponer denuncia ante la estafa
Tanto si se trata de una tienda física o una venta online, los derechos de los usuarios se mantienen inalterados, garantizados por la normativa de consumidores y usuarios: derecho de desistimiento (con las excepciones previstas en la ley), garantía de los productos, normativa acerca de productos defectuosos, retrasos en la entrega, etc.
Es el caso de varios clientes de Legálitas que, o bien no recibieron nunca el artículo comprado, puesto que la tienda había desaparecido, o lo que recibieron no correspondía con lo que habían adquirido en línea.
Muchas personas se ven perjudicadas y no hacen nada al no conocer sus derechos o al pensar que no se les compensará, pero esto es un error, ya que los compradores siempre tenemos derecho a reclamar ante una irregularidad en las compras de Black Friday.
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