(18-9-2023). “Se nota crisis muy gorda. Se está pasando una mala época en el pádel”, afirma el director general de Akkeron, Antonio Domínguez. Según el directivo, además de la sobreoferta de palas en el mercado que lastra a fabricantes y detallistas, los clubes de pádel también padecen una menor actividad en sus instalaciones.
El director general de Akkeron, Antonio Domínguez, manifiesta que, según le han transmitido desde diferentes clubes de pádel, en los últimos meses no solo ha bajado la venta de palas sino también el número de reservas y, especialmente, la inscripción en cursos de aprendizaje y perfeccionamiento.
El empresario considera que ese comportamiento es atribuible a la situación económica: como consecuencia del aumento de los costes de vida, los consumidores disponen de menos dinero para sus aficiones deportivas. Ello también explica que la gente acusa menos a las instalaciones, sobre todo, sobre todo para tomar clases pues “si tienen que elegir, optan por jugar y dejan los cursos para mejores tiempos”, apunta Domínguez.
En todo caso, el directivo quita hierro al asunto diciendo que “son ciclos, nosotros llevamos 20 años en este negocio y ya hemos vivido y superado otras crisis, aunque no de tanto nivel; lo positivo es que ahora mucha más gente juega al pádel”. Domínguez sostiene que, tras la crisis, se avecina “una reestructuración del sector”.
Desaparición de marcas de pádel
El directivo apunta que son las marcas que venden exclusivamente pádel las que más están sufriendo. En particular, algunas de las más grandes, dado que son la que tienen gastos más altos, como por ejemplo en partidas de marketing.
“Para pagar, hoy en día, a los jugadores profesionales hay que vender muchas palas y esa no es la realidad actual”, reflexiona el directivo. Según expone, hace 10 años el patrocinio de los jugadores top oscilaba entre los 60.000 y 70.000 euros; actualmente se está hablando de 2 millones de euros para los números 1.
Así, Domínguez considera que, en estos tiempos en que es necesario ajustar cuentas, los compromisos de marketing establecidos por algunas marcas de pádel “pueden arrastrarlas a la desaparición”.
Por otra parte, según el directivo, las marcas que forman parte de multinacionales con otros deportes en su cartera, como puede ser el tenis, podrán navegar mejor entre la crisis, compensando con sus otros ingresos las pérdidas que puedan sufrir en el pádel.
Venta online y exportaciones
En lo que respecta a Akkeron, Domínguez asegura que este año mantienen sus ventas apoyándose, especialmente, en el canal online y las exportaciones. Alrededor del 65% de los ingresos de la compañía proceden de ventas en su propio ecommerce y diferentes markeptlaces. Asimismo, alrededor del 70% de las ventas son en el extranjero.
Akkeron fabrica sus palas en instalaciones propias en Velilla de San Antonio, en la Comunidad de Madrid. El directivo destaca que el Made in Spain es más valorado en el extranjero que en España.
En Europa, como principales países clientes de la compañía destacan Italia, Bélgica, Francia, Holanda y Portugal. En Latinoamérica, tras consolidar los mercados de México, Chile y Argentina, la firma se abre camino en Perú y Venezuela.
Entrada en el pickleball
Domínguez anuncia de la entrada en la fabricación y venta de palas de pickleball. Según explica, se encuentran en pleno desarrollo de todo el proceso, con el objetivo de contar con la primera línea de palas de pickleball en un plazo máximo de dos meses.
La intención es lanzar líneas de pickleball tanto con la marca Akkeron como con la marca Kovra. Todo ello está en manos de una nueva división de la empresa separada del pádel. Domínguez indica que el objetivo es llevar el nuevo producto pickleball a toda Europa, y también a Estados Unidos.
Repetir ingresos de 2022
El directivo rehúsa marcar un objetivo económico para este año, aludiendo a la incertidumbre del mercado, pero reconoce que “ha caído la demanda y no nos planteamos superar el año pasado, aunque sí mantener ingresos similares”. Según manifiesta Domínguez, el pasado 2022 la compañía facturó entre un 10% y un 15% más que en 2021, cuando declararon ingresos de 1,5 millones de euros.
Domínguez advierte que, con la volatilidad actual del mercado, “no sabemos qué puede pasar en los últimos meses”. No obstante, se muestra optimista dado que el último trimestre del año es habitualmente, con las campañas de Black Friday y Navidades, el de mayor facturación con la venta de palas de pádel.
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