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PÁDEL / TENIS

El monitor Pablo Aymá dice que "muchas marcas las venden demasiado caras"

Cuestionan la “política errática” en los precios de las palas de pádel

Su academia de pádel ha fichado por el sello Siux, del Grupo Padel Nuestro

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La Academia de Pablo Aymá cuenta con Siux como principal patrocinador.

(4-10-2021). Tras más de 27 años formando a jugadores de pádel, el monitor Pablo Aymá advierte que muchas marcas aplican una política errática de precios en las palas, fijando un PVP por encima de su valor real, lo que deriva, posteriormente, en constantes rebajas y una devaluación de la imagen de dichas enseñas. 

La academia que dirige Pablo Aymá cuenta con una treintena de monitores de pádel, repartidos en cinco grandes clubs catalanes: Sant Just Padel Club, Indoor Padel Granollers, Indoor Club Vallès, Club de Tenis Can Bonastre y Padel Indoor Hotel Frontair. Hace poco, además, la academia ha firmado un acuerdo con el Grupo Padel Nuestro para vestir y utilizar los productos de Siux.

Tras muchos años en contacto con los jugadores de pádel, Aymá establece una serie de factores para que las marcas tengan éxito. El primero de ellos es que “las palas ofrezcan unas buenas cualidades técnicas, sabiendo diferenciar entre la pala media y la destinada a la competición de mayor nivel”.

En segundo término, el monitor se refiere a la importancia del factor precio. “Es importante que las enseñas establezcan un PVP acorde con el mercado, algunas lo fijan demasiado alto y acaban por desprestigiar su producto a través de rebajas en las tiendas, en sus webs o en las redes sociales”, advierte.

Por último, Aymá ve clave la inversión en publicidad, para llegar al gran grueso de potenciales clientes, así como en patrocinios. En este apartado, “veo necesario invertir en uno o dos jugadores, como máximo, que sean figuras, y después apostar por la prescripción que te ofrecen los monitores, que siguen teniendo una influencia importante en las elecciones de las palas”.

Consumidor poco fiel

El monitor señala que en una situación normal, el jugador de pádel suele ser fiel a una determinada gran marca, “pero si no hay stock, como sucede actualmente, las grandes marcas pueden perder a muchos clientes, que buscaran alternativas”. De ahí, también, la importancia “de estudiar muchísimo la política de precios”.

Según Aymá las mujeres buscan una pala ligera y estéticamente bien acabada, “sin ser tan marquistas como los hombres”. En cambio, los hombres se guiarían más por la publicidad en los medios y en redes sociales.

Palas premium

Por otro lado, el monitor señala que las palas de iniciación son poco demandadas, a excepción de en el segmento de mujeres y de niños. “Desde hace años, los nuevos jugadores que se han incorporado al pádel buscan palas más profesionales porque quieren tener una experiencia más premium”, afirma.

Con la pandemia, la academia de Pablo Aymá ha notado una entrada masiva de nuevos practicantes entre los 20 y 40 años, que anteriormente se dedicaban a otros deportes de equipo y que tienen muy inculcada la mentalidad competitiva. El perfil mayoritario con anterioridad a la Covid eran mujeres y hombres de entre 30 y 55 años, así como escuelas de menores, cuya demanda también se ha incrementado notablemente.

La venta de maletero

Preguntado por si la venta de maletero ha desaparecido con las actuales dificultades para producir y transportar palas de Asia, Aymá ha asegurado que muchos monitores o jugadores han optado por producir en España, “aunque sea más caro”. Por lo tanto, afirma, que “la venta de maletero no se va a acabar”.

Eso sí, el monitor ve difícil que la mayoría de jugadores se compre palas de marcas “que no conoce nadie porque no tienen capacidad como para realizar una campaña de publicidad y aumentar su notoriedad”.

Generar comunidad

Por último, el experto formador en pádel considera que las claves para el éxito de un club no reside tanto en el precio sino en otros dos factores. El primero de ellos es la disponibilidad de las pistas: “antiguamente, se hacían clubes muy pequeños y ahora muchos están ampliando sus instalaciones”, remarca.

El segundo es la capacidad que tenga el club para generar una comunidad alrededor del pádel, “con campeonatos, ligas u otras actividades sociales”.


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