(30-9-2021). A raíz de la encuesta remitida a los patinistas por CMDsport sobre la duración idónea de las regatas de patín a vela, Oriol Puig, patrón de primera categoría del Club Nàutic Garraf, ha remitido a nuestra redacción un comentario que hemos creído oportuno publicar.
Actualmente existe la moda de hacer regatas ‘pif-paf’, con salida, ceñidita y meta, (aunque con una empopadilla final para volver a la línea de salida). Es un formato que gusta en muchas clases de vela ligera, todas con timón. Tiene la ventaja de que liberas gran cantidad de adrenalina en poco tiempo y vuelves a repetir y, además, no tienes tiempo de cansarte y te recuperas rápido.
Para rematarlo, las distancias entre barcos no son muy grandes y generan la falsa sensación de que se tiene a los primeros a tiro de piedra.
Pienso que esa es una línea de competición completamente opuesta al patín a vela.
UNA EMBARCACIÓN ESPECIAL
Tenemos un barco que es lento de arrancar (en ceñida), difícil de mantener quieto apurando en una línea de salida, peligroso cuando estás cerca de otros barcos y todos están maniobrando. El patín a vela ciñe bien, pero no tiene nada que ver con los monobuques con timón. Los pases de boya con muchos barcos son un peligro, los recorridos en empopada no son lo mejor para los catamaranes, incluso alguna clase de esta tipología de embarcación ni tan siquiera cuenta con la empopada en sus recorridos de competición.
Las excelencias de nuestro barco son el largo y en el través. Nuestro barco es estable y por eso resulta poco físico en relación a los monobuques. Más que adrenalina, los patinistas segregamos endorfinas.
Por eso las regatas de patín a vela han funcionado bien tradicionalmente con triángulos olímpicos: la salida es adrenérgica pero menos; la ceñida es física y también distancia a los participantes; el través da la felicidad y le puedes dar al patín a vela la máxima velocidad que puede tener un barco de vela ligera ‘no galáctico’… Todo eso se puede hacer en un recorrido largo, pues no resulta tan físico como los monobuques. La regata, en definitiva, se estira por lógica y quien gana, gana de verdad.
PATRONES CON EXPERIENCIA VITAL
No es casualidad que la edad media de los patinistas sea alta. Somos mayores porque es necesaria la inteligencia (o la experiencia de la vida) para constatar todo lo que te da el patín.
Y somos mayores, también, porque el patín a vela es un barco menos físico, si se le compara con los monobuques, pero no con el golf.
Si hacemos una encuesta sin ponderar experiencias, habilidades, etc, y sin una meditación previa, el resultado puede ser que la clase patín a vela quiera algo que le resulte impropio. Resultado: abandono de la clase, “porque para hacer eso me compro un láser”. Y esa seria una respuesta lógica. Los patines a vela no podemos hacer carreras de fórmula 1 en un circuito de karts.
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