Quantcast

Patin a Vela

El palo se le vuelve a romper a causa del fuerte oleaje

La Volta a Menorca se acaba para Txema Onzain

volta a menorca 2017 palo roto

La etapa de ayer, entre Cala Galdana y Cal en Porter, fue la última para Txema Onzain cuyo palo volvió a partirse justo en la vertical de Cala en Porter.

(30-6-2017). Txema Onzain no podrá culminar su Volta a Menorca 2017. Frente a Cala en Porter, destino de la etapa realizada ayer, el fuerte oleaje imperante provocó que su palo reconstruido por Rafael Figuerola volviera a romperse. El patrón vasco seguirá hoy a sus compañeros desde una lancha.

El palo roto de Txema Onzain que, el pasado miércoles, logró superar la etapa más larga de la Volta a Menorca – Trofeu Lluís Gay 2017 (25 millas) , tras ser reconstruido la tarde anterior por Rafael Figuerola, ayer dijo ‘basta’ justo al final de etapa. El gran oleaje, derivado del temporal que la noche anterior había azotado a la isla, acabó por rebrincar el alma de madera que Figuerola había introducido para unir las dos mitades partidas del palo de Onzain, y éste se vino abajo justo a la vertical de Cala en Porter, es decir, tras las veinticinco millas recorridas el día anterior y las quince millas recorridas en la etapa de ayer, entre Cala Galdana y Cala en Porter. De acuerdo con el patrón vasco, la organización decidió llevarse el patín hasta la base naval del puerto de Mahón y hoy Onzain acompañará al resto de expedicionarios a bordo de una de las embarcaciones que velan por la seguridad en el mar de aquellos.

TRISTE FINAL DE ETAPA

Realmente fue un final triste de etapa. No en vano, la etapa de ayer había sido relativamente tranquila, en comparación con las tres anteriores, hasta que el patín de Txema Onzain quedó desarbolado.

Los participantes zarparon ayer de Cala Galdana a las once y media de la mañana y se dirigieron hacia Cala Galdana con una suave brisa de 3-4 nudos que les venía por el través de la embarcación. Inicialmente, estaba previsto hacer una parada en la playa de Son Bou pero, al llegar frente a la misma, la organización desistió de realizar el desembarque al apreciar una fuerte rompiente.

Al retomar la marcha frente a Son Bou, el viento arreció hasta situarse en unos doce nudos y rolar levemente, de modo que los patines pasaron a navegar con viento por la aleta.

OLAS Y CONTRA-OLAS

Este tramo de la costa sur de Menorca se caracteriza por los altos acantilados que tiene. El fuerte oleaje imperante, fruto de un temporal nocturno de tal calibre que propició que el patrón del Santa Eulalia, Francisco Pacheco, decidiera pasar la noche anterior a resguardo en el puerto de Mahón, provocó que durante la etapa de ayer, los patinistas tuvieran que lidiar, no sólo contra las olas procedentes de mar adentro, sino también contra el contra-oleaje generado por los acantilados. “Suerte que hacía viento porque ello les aportaba cierta velocidad, pero los patines navegaban como entre dos aguas, es decir, en medio de olas que venían de mar adentro y olas que les venían desde tierra”, explicaría el presidente del comité organizador al final de la etapa, Gerard Esteva.

Esos vaivenes provocados por las olas en un sentido y el otro fueron los detonantes finales de la rotura del palo de Txema Onzain. “Debido a esas olas y contra-olas, el palo, que ya llevaba las 25 millas del día anterior, más las quince de la etapa del día, sufrió un exceso de presión sobre su punto más frágil y el alma de madera que se había introducido acabó quebrándose”, añadiría Gerard Esteva.

PROBLEMAS PARA LLEGAR A PLAYA

Tras haber navegado toda la etapa en conserva, una vez llegados frente a Cala en Porter, la organización prefirió no correr riesgos en el momento de que los patines entrasen en playa, pues la rompiente estaba plagada de olas de más de dos metros. Cabe señalar, asimismo, que Cala en Porter está flanqueda por dos grandes y altas paredes de roca en las que el efecto ola y contra-ola se acentúa todavía más provocando que el acceso a la playa resulte todavía más peligroso. En base a ello, el director náutico de la travesía, Rafael Figuerola, ordenó a los patrones que hicieran su entrada a playa de uno en uno.

Ese celo permitió que, finalmente, todos los barcos (excepto el de Txema Onzain que se remolcó hasta la base naval de Mahón), arribasen a playa sin problema.


No hay comentarios

Añade el tuyo