Quantcast

Patin a Vela

Recorren 24 millas en unas cinco horas

Los patinistas de la Volta a Menorca 2022 cubren dos etapas en un día

La ronda menorquina recupera el calendario prestablecido

Volta-a-menorca-2022-en-oatin-a-vela-28-6-2022-3-bis

Los diez patines de la Volta a Menorca 2022 descansan esta noche en Cala Galdana. FOTO: Oriol Castelló

(28-6-2022). Los expedicionarios de la Volta a Menorca 2022 ya han recuperado el desfase propiciado por la tardía llegada de los patines a Mahón. Hoy han navegado unas cinco horas para cubrir las 24 millas que separan la base naval del puerto de Mahón, de Cala Galdana.

Hoy ha sido un día intenso, muchísimo más intenso que la plácida jornada turística de ayer. Y es que los expedicionarios de la Volta a Menorca 2022 en patín a vela se han ‘desayunado’ la descarga del camión que hoy, finalmente, a las ocho de la mañana, ha llegado a destino con los patines. Todo un ‘training’ de fuerza para desentumecer los músculos de buena mañana y depositar en el embarcadero de la base naval del puerto de Mahón los diez patines que participan en la ronda menorquina.

Los patines a la vera del agua en la Base Naval de Mahón.FOTO: Oriol Castelló.

HAN QUITADO EL CABLE DE LA RAMPA DE LA BASE NAVAL

La suerte, de todos modos, ha sido que el histórico e inoportuno cable que había habido sobre la rampa de embarque de la base naval ha sido eliminado y, por tanto, los patinistas se han ahorrado tener que franquearlo con los patines desarbolados y tener que poner el palo, después de superar el cable, a la vera del agua.

Los expedicionarios de las siete ediciones anteriores de la Volta a Menorca no tuvieron esa suerte y tuvieron que afrontar ese obstáculo que abría y, por supuesto, cerraba la ronda menorquina, pues la base naval de Mahon es el punto de inicio y el punto final de la Volta.

A las 11,45 horas, los patinistas han botado sus embarcaciones. Hasta la bocana tenían unos 30-40 minutos, pues la base naval se encuentra al fondo del puerto de Mahón y dista a unas 3 millas de la bocana.

TRAMONTANA VIGOROSA Y ADECUADA

Cuando, finalmente, han salido a mar abierto se han encontrado con un viento de tramontana de unos 12 nudos. Una dirección del viento y una intensidad idónea para emprender la Volta hacia la vertiente sur de Menorca con Cala En Porter como destino inicial, es decir, a unas doce millas de Mahón.

Los patines han emprendido la navegación con aquel viento por la aleta de unos 12 nudos y el mar, si no plano, sí con apenas oleaje, les ha permitido coger mucha velocidad.

El director náutico de la Volta, Rafel Figuerola, había dado, antes de salir, la instrucción de navegar en conserva y los patinistas han sido obedientes y han evitado distanciarse demasiado los unos de los otros. Con todo, en seguida se ha visto que David Sainz, del Club Mar i Vent de Canet, disfrutaba liderando la flota, a pesar de que Figuerola ya había anunciado antes de salir que hoy no habría ningún tramo de competición.

ENCALMADA TRAS LA ILLA DE L’AIRE

Sin embargo, al superar el faro de la Illa de l’Aire, situada en el extremo sureste de la isla, todo aquel ‘goce eolico’ se ha transformado en una caída del viento que en algunas zonas se mostraba inexistente y en otras caprichosamente rolón. Ello ha propiciado que mientras unos patines lograban correr, otros se hastiaban sin viento.

Debido a ello, la organización ha facilitado la comida en el agua a los expedicionarios: unos fantásticos y suculentos bocadillos de roast beef!

NUEVO OBJETIVO: “‘UN DOS EN UNO’

Aquel ‘rosario’ de encalmadas, roles y ventolinas se ha prologado hasta Binibeca aproximadamente. Allí el viento ha vuelto a empezar a coger poco a poco intensidad y los expedicionarios han comenzado a lograr hacer correr sus embarcaciones de tal modo que el director náutico, Rafel Figuerola, ha decidido aprovechar aquella ‘alineación de los elementos’ para plantearse pasar de largo de Cal En Porter y apuntar hacia Cala Galdana. No en vano, había la opción de, efectivamente, ‘matar’ dos etapas de una tacada y volver a poner ‘on time’ el calendario de días y etapas de La Volta a Menorca 2022.

Y así ha sido.

Como ha explicado Quim Esteba, el veterano patinista de esta Volta, por años pero sobre todo por experiencia náutica, ha explicado que, “finalmente, el térmico ha acabado venciendo a la tramontana y pasada Cala En Porter han aparecido 15 maravillosos nudos del sur”. Y con ese viento del sur, ciñendo paralelos a costa, los diez patines han logrado alcanzar Cala Galdana. El primero en tocar tierra ha sido David Sainz y, dos minutos después, lo ha hecho el alemán Andreas Bredendiek. Eran las 17,30 horas.

En total han recorrido 24 millas en unas cinco horas ininterrumpidas de “navegación muy completa y variada”, según la ha calificado Quim Esteba.

MAÑANA, MÁS DE VENTE MILLAS MÁS

Para mañana, el director náutico de la Volta, Rafel Figuerola, se ha propuesto seguir el ‘programa’: Cala Galdana-La Vall. Volverán a ser más de veinte millas de una tirada.

Suerte que esta noche el cocinero ha puesto de cena muslitos de pollo al curry.

La proyección de la película ‘Master and Comander’ que Figuerola tiene intención de realizar en la cubierta del Santa Eulalia sobre una de sus velas deberá esperar hasta el anochecer de una jornada menos intensa. Descargar diez patines de un camión, navegar unas cinco horas para recórrer 24 millas y las ultimas, encima, con un viento de quince nudos con alguna racha de 17, pasan su factura.

DURO ESFUERZO FINAL Y ENSAIMADAS A LA LLEGADA

Así lo ha reconocido el benjamin de esta Volta 2022 y uno de los dos segundas que participan en ella, Marc Morillo, del Club Maritim Cubelles: “estoy bastante cansado pero contento de haber recorrido casi media isla en un día. Al final, he sufrido bastante. Veo que me falta entrenar el trimaje para no ir tan apurado con tanto viento. Suerte que he corrido bastante con poco viento”.

Por su parte, Jordi Giménez, del Club Natació Badalona, también ha reconocido haberse “cansado mucho, sobre todo en el tramo final porque el trecho ciñendo ha sido muy largo y con bastante ola”. Pese a ello, el patinista ha señalado que “ha sido muy bonito llegar a la cala tan preciosa y, ademas, nos esperaban en tierra con ensaimadas de cinco tipos diferentes”.

Seguro que tanto Víctor como Jordi cuando se acuesten esta noche sobre sus respectivas esterillas de acampada no encuentran demasiado dura la cubierta del Santa Eulalia. Y probablemente los demás tampoco.

El Santa Eulalia, fondeado en Cala Galdana, espera el regreso de tierra de los patinistas.


No hay comentarios

Añade el tuyo