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Patin a Vela

Culmina su periplo desde Riumar iniciado el verano pasado

Pere Bertran sube por el Ebro con su patín a vela ‘Mercè hasta Tortosa

Desde Amposta hasta la capital del Baix Ebre en poco más de 4 horas

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Pere Bertran, navegante de la Associació Patí Català Calafell, ha sido el primer patinista de la historia de la clase que ha subido navegando con su patín a vela por el Ebro desde Riumar hasta Tortosa.

(23-8-2024). Pere Bertran, patrón del ‘Mercè’, alcanzó Tortosa ayer jueves, 22 de agosto, en patín a vela procedente de Amposta. Tras este tramo, el patinista calafellense culminaba su travesía desde Riumar hasta la capital del Baix Ebre navegando en sentido ascendente por el río más caudaloso de España. Ha sido el primero en hacerlo.

El 22 de agosto del pasado 2023 Pere Bertran emprendió uno de sus sueños más tiempo anhelados: subir en patín a vela por el río Ebro. Durante aquella jornada recorrió los 11 kilómetros que distan entre Riumar y Deltebre invirtiendo tres horas de navegación con su ‘Mercè’.

Al día siguiente, 23 de agosto, realizó el segundo tramo de su periplo, comprendido desde Deltebre hasta Amposta. Fueron 14 kilómetros en los que invirtió dos horas y media.

La satisfacción que le deparó aquella experiencia del año pasado propició que, una vez llegado a Amposta, tomase el compromiso consigo mismo de alcanzar Tortosa con su patín a vela. “No sé cuándo lo haré”, declaró a CMDsport el año pasado, “quizás el año que viene”, añadió y dejó el propósito en el aire sentenciando “no me gusta navegar bajo presión”.

EL DÍA DE LA CULMINACIÓN DE UN SUEÑO

Ayer jueves, 22 de agosto, justo un año después de su salida de Riumar, Pere Bertran alcanzó Amposta en automóvil con sus amigos Quim Vidal, Albert Ventosa y Fefa Pérez. Uno de los coches tiró del remolque cargando su patín, el ‘Mercè’.

El objetivo inicial de la jornada era, en cierto modo, parafrasear desde una perspectiva náutica aquel ‘como decíamos ayer’ que entonó Fray Luís de León en 1576 en la Universidad de Salamanca,  como si no mediara el año que había transcurrido  desde que el ‘Mercè’ surcó aquel paraje del Ebro por última vez.

El viento, sin embargo, se mostró remolón y no fue hasta las 11,30 horas, cuando Pere Bertran emprendió con su ‘Mercè’ la última etapa de su travesía ascendente por el Ebro.

“Soplaba una brisa muy suave que me venía, unas veces por la popa, y otras por la aleta. El río apenas registraba olas y pese a lo ligera que era la brisa era gozoso sentir como el patín surcaba el río”, ha explicado Bertrán.

El patinista se fue manteniendo a lo largo de toda la parte inicial del periplo por el centro del río, evitando acercarse a sus orillas, donde el viento tiende a hacerse más caprichoso, tanto en la dirección como en su intensidad.

ALCANZANDO LA ILLA DE VINALLOP

El ‘Mercè’ avistó finalmente la Illa de Vinallop (más conocida como Illa dels Bous) a unos pocos kilómetros ya de Tortosa. Este enclave de unas veinte hectáreas, es una especie de oasis en medio del Ebro, poblado de árboles gigantescos, con prados verdes y húmedos, así como con senderos por donde transitan libres y salvajes los cerca de veinte toros que la habitan.

Por supuesto Pere Bertran no desembarcó en ella. Al verla, sin embargo, debía decidir si superarla por la izquierda o por la derecha. El patinista optó por superarla por la derecha pues esa zona es más ancha que la izquierda y ello permite gozar, en teoría, de un viento más franco y constante.

No fue así, sin embargo. A medida que el ‘Mercè’ se fue adentrando en el ‘canal’ formado por la Illa dels Bous y la orilla del Ebro, el viento empezó a caer y a rolar. “Tan pronto, iba de ceñida, como de empopada. Se organizó una buena  ‘batidora’ con el viento”, recuerda Bertran.

Pere Bertran navegando con su patín a vela por el Ebro y a punto de pasar por debajo de uno de los puentes que atraviesan el río.

Una vez ya avistó Tortosa, el último tramo de la travesía se hizo muy lento. El patrón del ‘Mercè’ llegó a pensar que quizás no llegaría a Tortosa. Según señala, “el viento fue cayendo y cayendo y su intensidad era casi inferior a la de la corriente”.

PACIENCIA Y PERICIA

Con paciencia e intentando dirigir con pericia el patín hacia aquellas zonas del río donde se divisaba la racha, Bertran fue consiguiendo que su patín ganara algo de velocidad y fuera afianzándose ante la corriente adversa.

El ‘Mercè’ de Pere Betran, avistando Tortosa en su periplo ascendente a través del Ebro.

Cerca de las cuatro menos cuarto de la tarde, el ‘Mercè’ llegaba al embarcadero de Tortosa. Habían sido necesarias cuatro horas y diez minutos de navegación para superar los 14,7 kilómetros en línea recta que existen desde el embarcadero de Amposta hasta el de Tortosa.

PIONERO

Tras ello, Pere Bertran se convierte en el primer patinista que sube por el Ebro en patín a vela desde Riumar hasta Tortosa. Su sueño ha requerido tres jornadas de navegación y que desde la etapa de la salida hasta la de la llegada mediara un año.

Tanto él como su ‘Mercè’ se convierten, asimismo y sin duda, en el patinista y el patín a vela que más kilómetros del Ebro han recorrido en la historia de la clase. Cabe recordar que Bertran ya fue en 2011 uno de los diez patinistas que navegaron en patín a vela desde Amposta hasta la Ampolla, aunque en aquella ocasión lo hicieron bajando el río.

El ‘Mercè’ una vez alcanzado el punto final de la travesía en el embarcadero de Tortosa.


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