(6-9-2017). El Campeonato de España de patín a vela 2017 tuvo un final de infarto. La victoria de Ramón Calero sobre Xavi Roca se decidió en la última ceñida de la última manga a raíz de una rolada salvaje. El tercer puesto fue para Pau Gratacós y la vencedora en féminas fue Nina Esteba.
El mundo de las regatas, como en toda competición, tiene la peculiaridad de que la vitoria no está asegurada hasta que concluye la última manga y, a veces, hasta que el comité de la regata no cuelga la clasificación final definitiva e, incluso, hasta que no concluyen las apelaciones y el jurado de la Federación Española emite su veredicto final. El vencedor del Campeonato de España de patín a vela sénior de este 2017, Ramón Calero, lo sabe por haberlo vivido en primera persona en el año 2008 cuando, tras ganar en aquella edición, el comité de apelaciones de la Federación Española de Vela le retiró unos meses después el título por una protesta interpuesta a raíz de haberse comprobado que su barco no alcanzaba el peso reglamentado por la clase.
En esta ocasión, sin embargo, no han sido necesarios tantos procesos ni tanto tiempo para aupar a lo más alto del podio al ganador del Campeonato de España 2017.
CALERO EMPIEZA MANDANDO
Ramón Calero empezó a perfilarse como vencedor de esta edición ya al final de la primera jornada, cosechando un primero y un cuarto puestos que le concedieron la primera plaza empatado con su colega andaluz, el presidente de la Sapav, Rafael Ruíz. Los dos, al final de aquel primer día de campeonato, sumaban cinco puntos, respectivamente, fruto de haber repetido los dos las mismas posiciones.
Paralelamente, el que acabaría siendo serio aspirante al título y que había logrado un segundo lugar en la primera prueba pero que en la segunda pinchó haciendo un noveno a causa de volcar tras una rápida virada y no colocar el pie bajo la cincha tras cazar la escota, es decir , Xavi Roca, éste se encontraba en el cuarto puesto de la general provisional.
LA POLÉMICA DE LOS OCS
Los tres patrones citados se favorecieron de la criba que registró la primera manga a raíz de las salidas prematuras realizadas, en principio, por hasta siete patinistas entre los que figuraban patrones que habían logrado buenas clasificaciones en aquella primera prueba como Pere Crespo, José Vicente Climent, Quim Esteba o Alfonso Merello, así como de otros como Luís Alfonso Pérez Nogues (Lupa), José María Alarcón y Jan Esteba.
La primera jornada del campeonato, por tanto, concluyó con una clasificación provisional que resultó ser muy provisional porque patrones como Quim Esteba o Alfonso Merello manifestaron su disconformidad ante el OCS que se les endosaba, asegurando que si ellos estaban en fuera de línea, era, cuando menos dudoso, que Rafael Ruíz, que estaba más a barlovento que ellos, no lo estuviera también y, en cambio, él no había sido incluido en la ‘lista negra’.
Aquella ‘polémica de los OCS’, como fue calificada por numerosos participantes del campeonato se agravó, al detectarse que, en primera instancia, Ramon Calero también había figurado en la primera ‘lista negra’ que se expuso en el barco del comité a la conclusión de la primera manga. Según pudo saber CMDsport-Patín a vela, la razón de ello se debió a que el visor apuntó hasta cuatro números de vela de patines que estaban fuera de línea de un modo flagrante antes de la salida, pero el resto de números fueron apuntados con posterioridad a la salida, por dificultades de visión, lo cual provocó que, por ejemplo, Ramon Calero que porta la vela número 111, fuera confundido con Luís Alfonso Pérez Nogués (Lupa) que porta el número 1111.
PERE CRESPO SE POSTULA
En la segunda jornada, el patinista del Club Natación Badalona, Pere Crespo, ganó la primera manga del día, pero, en la segunda manga del día, Calero volvió a cosechar una nueva victoria que le convertía en el patrón con más triunfos de la edición tras las cuatro pruebas celebradas y lo situaba al frente de la clasificación general provisional, con una cómoda ventaja sobre el segundo clasificado de la tabla provisional, es decir, el patrón del Club de Mar Sitges, Xavi Roca, que aquel día había mostrado una gran regularidad logrando dos segundos puestos en las dos pruebas realizadas.
Señalar que, al procederse a la elaboración de la clasificación general provisional, tras las cuatro mangas realizadas, pudo verse que tanto Quim Esteba como Alfonso Merello habían sido ‘amnistiados’ del OCS concedido el día anterior y se les otorgaba, respectivamente, la puntuación de un quinto y un cuarto puesto en la primera manga del campeonato.
INSPIRACION IN CRESCENDO DE XAVI ROCA
El tercer día del Campeonato, Xavi Roca se levantó más inspirado aún que el día anterior. Si en la jornada previa había cosechado dos segundos puestos, aquel día lograría algo no demasiado habitual en cualquier campeonato relevante como es que un mismo patrón gane las dos mangas de la jornada.
Cierto es que, mientras la primera prueba del día la ganó con una cómoda ventaja, la segunda la ganó prácticamente en la línea de llegada y por apenas veinte centímetros sobre Ramón Calero, al cual, tras caérsele un tornillo de la cruceta del palo se había visto obligado a navegar con un obenque prácticamente suelto lo cual repercutió en su velocidad punta.
Aquella tercera jornada de gloria, catapultó a Xavi Roca hasta la primera posición de la clasificación general provisional.
Sin embargo, la diferencia de puntuación, con su inmediato rival era apenas de tres puntos (8 para Roca y 11 para Calero), circunstancia ésta que dejaba el campeonato completamente abierto y determinaba que la victoria sería decidida en la última jornada, en la cual, inicialmente, estaban previstas las dos últimas mangas.
UN VETERANO VERSUS UN NOVEL
Ramón Calero es un ‘gato viejo’. El patrón andaluz ya ha vivido en numerosas ocasiones cómo gestionar con éxito la presión de tener al alcance la victoria de un trofeo importante.
Por contrapartida, Xavi Roca es un regatista al cual, según los precedentes, gestionar la presión continua siéndole una especie de asignatura pendiente. En cierto modo, lo avalaría que, hasta entonces, ya había cosechado dos subcampeonatos de España, así como de otros grandes premios, fruto de no acabar de saber salir airoso ante la inminencia de un triunfo al alcance.
El jurado optó, por primera vez en el campeonato, por montar el recorrido más corto para la primera prueba del día (un barlovento-sotavento con boya de desmarque, tras pasar la de ceñida). Se entiende que su objetivo inicial era celebrar las dos pruebas previstas. Sin embargo, ya se vio de buen principio que en aquella jornada el viento no tendría la intensidad de los días anteriores.
AHORA GANA CALERO; AHORA GANA ROCA
Tras darse la salida, Calero optó por irse hacia el lado izquierdo del triángulo, mientras que Roca se vio obligado a virar hacia el lado derecho del mismo, a causa de encontrarse por detrás de un barco que le llevaba posición segura a sotavento y considerar que éste le estaba frenando.
Calero llegó a la boya de la primera ceñida en segunda posición, mientras que Roca la pasó el décimo. En ese momento, aquel reparto de posiciones daba la victoria del campeonato a Calero.
Tras la popa, en el momento de culminarse la segunda ceñida, el viento ya hizo un amago de rolada notable hacia la izquierda que provocó que Calero la pasara en sexta posición, mientras que Roca la pasaba octavo. En aquel momento, el reparto de posiciones, daba la victoria del campeonato a Xavi Roca.
Durante la popa, Xavi Roca logró superar a Calero y situarse quinto (Calero se posicionó en séptimo lugar), con lo cual, en aquel momento, Roca era virtual Campeón de España.
LA CEÑIDA QUE VALIÓ UN CAMPEONATO
Xavi Roca inició la última ceñida, empezando a lamer las mieles del triunfo y decidió irse hacia el lado derecho.
Sin embargo, Calero, tras pasar la boya de sotavento, subió levemente por el lado derecho pero enseguida se fue hacia la izquierda, como había hecho previamente Quim Esteba.
Mientras, Pau Gratacós que marchaba en primer lugar, optó por no prolongar ni hacia la izquierda ni hacia la derecha y mantenerse en medio del recorrido de aquella tercera ceñida al objeto de evitar que si volvía a darse una rolada hacia la izquierda lo dejara sin opciones de ganar aquella manga y, por tanto, hacer tercero de la general.
Por su parte, Xavi Roca se marchaba hacia el extremo derecho, junto a Vicente Climent, mientras que Calero, que había hecho un tramo por la izquierda, decidió virar e irse también hacia la derecha, confiado en que si llegaba la rolada hacia la izquierda ello le permitiría recortar distancias y alcanzar la línea de llegada.
Cuando la rolada hacia la izquierda se produjo con toda su intensidad (prácticamente se convirtió en un viento de tierra), ésta cogió a Roca en el extremo del lado derecho lo cual provocó que al virar se encontrara haciendo una proa que, en vez de acercarlo a la línea de llegada lo distanciaba.
Mientras, los barcos que habían pasado más retrasados la boya de sotavento, empezaron a poder ir directos hacia la línea de llegada.
Ramón Calero, a quien la salvaje rolada no cogió en situación tan desaventajada como a Roca, logró entrar en séptimo lugar, después de que Pau Gratacós entrara primero; Quim Esteba entrase segundo; y Nina Esteba, tercera.
Calero, tras conquistar aquel séptimo (el peor resultado suyo en todo el campeonato), ya vió que Roca no entraría, ni por asomo, detrás suyo, lo cual le habría valido el Campeonato.
UN TRECEAVO CON SABOR A AZUFRE
Roca, sin embargo, acabó en treceavo lugar. Un número, que aunque a Oriol Castellá le parezca mágico (es su número de vela), a Xavi Roca le supo a azufre diabólico.
Y es que aquel treceavo puesto, le obligaba a contabilizar el noveno registrado en la segunda manga y le suponía perder el Campeonato de España que más al alcance de su mano había tenido jamás.
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