(27-9-2019). Jordi Sabater, patrón del patín a vela ‘Jordis’ y padre del tricampeón de España, Jordi Sabater (Jordiet) se muestra emocionado a las pocas hora de saberse la noticia de la muerte de Guido Depoorter. Según asegura, “Guido me cambió la vida al hacerme descubrir el patín a vela y cambió la vida de todos aquellos a los que persuadió con esta embarcación”.
Jordi Sabater asegura que su pasión por el mar lo ha acompañado toda la vida. Segúbn evoca, dice que durante los años 60 salía a navegar con un cadete que tenía en Palamós. Recuerda que, hacia finales de la citada década. una mañana, mientras navegaba, se le acercó un patín a vela y su patrón le anunció que aquella tarde tendría lugar una “reunión importante” y le conminó a asistir.
Sabater recuerda que acudió a aquella reunión por curiosidad y precisa que “casi, casi lo hice más por conocer a aquel personaje del patín a vela que me había encontrado en el mar que por lo que pudiera explicarse en aquella reunión”.
Según explica el patrón del patín a vela ‘Jordis’ (en alusión a su nombre y al de su hijo, el tricampeón de España, Jordi Sabater -patrón del ‘Jordiet’-) “al llegar a aquella reunión ví que debíamos ser unas ocho o nueve personas y Guido era el que llevaba la voz cantante”. Nos explicó su objetivo de crear un club náutico y nos mostró una serie de papeles que, si estábamos dispuestos a firmar, servirían para iniciar los trámites de la constitución del club”.
PRIMER COMODORO DEL CLUB VELA SANT ANTONI
Sabater, confiesa que “no entendí mucho lo que Depoorter dijo, hablaba muy deprisa, como si le persiguiera alguien. Pero, al final de la reunión, yo, como el resto de asistentes a la reunión, habíamos firmado los papeles y salí con el cargo de comodoro del todavía en ciernes, Club Vela Sant Antoni”.
Cuando aquella reunión, Jordi Sabater todavía no contaba con un patín a vela, sino que, tras haber tenido aquel Cadete de sus principios, decidió comprarse un Dragon que fondeaba en el puerto de Palamós. Explica que “como no podía salir a navegar sólo, a veces me acompañaba el propio Guido, y otras, él y su hijo”. Según añade, “en nuestras salidas con el Dragón, Guido no cesaba de publicitarme el patín a vela. Me decía que con él podría salir a navegar sólo, cuando quisiera, sin necesidad de buscar tripulación”.
Según concluye, “Guido me dió tanto la ‘lata’ que, al final, pocos meses después de constituirse el Club Vela Sant Antoni en 1972, me compré un patín a vela y, efectivamente, pude comprobar la certeza de todo aquello que me había dicho tantas veces”.
Sabater cayó tanto en el ‘embrujo’ del patín que, pocos años después, animaría a su hijo a navegar en uno de los patines a vela junior que adquirió el club.
Sabater también haría regatas. Según evoca, “como Guido ya no acostumbraba a ir a las regatas que se hacían fuera del club, nos acostumbramos a ir a las regatas que se hacían fuera del club con su hijo Joost y mi hijo Jordi, todavía muy pequeño por aquel entonces, nos acompañaba algunas veces”.
EL GLORIOSO 1990
Uno de los recuerdos más potentes que tiene como regatista de patín a vela Jordi Sabater padre fue el del Campeonato de España de 1990 que se disputó en el Club Náutic El Masnou. Aquel campeonato fue el primer título estatal que conquistaba su hijo.
El subcampeonato de España también fue para un patinista del Club Vela Sant Antoni, concretamente para Julian Castellà (padre del heptacampeón de España, Oriol Castellà).
El quinto clasificado de aquel campeonato de España también fue del Club Vela Sant Antoni y éste no fue otro que el entrevistado, es decir, Jordi Sabater padre. El patinista recuerda emocionado que “en aquel campeonato de España conseguimos situar a tres patrones del Club Vela Sant Antoni en el top-5. Fue un gran éxito, un año muy glorioso”.

En la imagen superior puede verse en el centro (con polo azul marino) a Jordi Sabater padre. Junto a él figuran, según describe él mismo, Fernando, Gabarró (padre), Jordi Sabater hijo, y Berdala.
PREMIO PARA EL PRIMER CLASIFICADO VISITANTE
Sabater recuerda que durante los 90, “en un trofeo importante que se celebró en nuestro club” Guido Depoorter, anunció que “aunque existe la costumbre en los trofeos importantes de conceder un premio al primer clasificado local, en nuestro club hemos decidido que, como nuestra flota tiene el nivel que tiene, es mejor dar un premio al primer clasificado visitante, porque los puestos de honor se los quedan los patinistas locales”.
Tras evocar ese gracioso recuerdo, Jordi Sabater asegura, en estas horas, ahora bajas, “haber perdido a mi mejor amigo”. El patinista tiene la certeza, además, que para Guido Depoorter “yo era su mejor amigo”. Según argumenta, “compartimos muchas experiencias buenas y malas, muchos momentos buenos y malos. Compartimos mucha vida”.
“DOS GRANDES FAMILIAS”
Sabater destaca especialmente el carácter entusiasta y aglutinador de Guido Depoorter. “En Sant Antoni creó una gran familia y también creó una gran familia en Bélgica y ambas tuvieron al patín a vela como foco aglutinador”.
Según asegura Sabater padre, “Guido vivía por y para el patín a vela; lo soñaba. Era su pasión y ésta era tan intensa que la contagiaba. A mi me pareció fabuloso que supiera y pudiera aglutinar a los jóvenes en torno al patín. Gracias a él y al patín nos ahorramos que nuestros hijos tuvieran malas experiencias con amenazas tan inquietantes como, por ejemplo, el mundo de las drogas y aprendieron una serie de valores que les hicieron mejores personas”.
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