(28-11-2021). Jordi Lamarca y Ramón Felipe de Montagut acumulan un bagaje técnico sobre el patín a vela que les ha llevado a plantear, quizás, la más larga relación de enmiendas al Reglamento de la clase presentada en una asamblea de la Adipav. Tras la sesión del pasado lunes en la que se aprobaron la mitad de propuestas que plantearon reconocen su escepticismo ante el criterio técnico de la asociación.
Todos los que conocen a Jordi Lamarca y a Ramón Felipe de Montagut saben que ambos patinistas cuentan en su haber con un incomparable compendio de sabiduría tecnológica sobre el patín a vela. Muchos no habían nacido aún que ambos regatistas -sobre todo Ramón Felipe de Montagut- ya estudiaban todos y cada uno de los detalles de esta embarcación para aumentar su rendimiento y su seguridad. Desde su madurez -Jordi Lamarca cumplirá 75 años el próximo 12 de diciembre y Ramón Felipe de Montagut hizo 80 años el pasado 12 de septiembre- evidencian que tienen las cosas muy claras y dicen “no descartar que en el Reglamento de la Adipav pueda haber más fallos”.
El lunes de la pasada semana se debatieron en asamblea las 23 enmiendas que ambos estuvieron estudiando y redactando desde hace bastante tiempo y que, con gran esfuerzo, consiguieron que, finalmente, fueran incorporadas al Orden del Día de aquel acto. De aquellas se aprobaron diez.

Ramón Felipe de Montagut conoció el patín a vela en 1959 en un cursillo sobre esta embarcación en el Club Natación Barcelona impartido por Carlos Pena Cardenal, primer presidente de la Adipav. Desde 1959 hasta 1964 estuvo navegando en patín a vela pero sin competir. Las regatas en esta embarcación llegarían en el año 1973. Desde entonces, hace 48 años, no ha dejado de regatear… ni de enseñar a hacerlo a cuantos se lo han pedido.
CMDsport ha querido conocer cuál es su balance de aquella asamblea, así como aquellos puntos que les parecieron más relevantes y, lo más importante: si tras los resultados obtenidos, piensan seguir trabajando en el tema o han decidido darse por vencidos.
No fue una buena solución que en el Campeonato de España no se midiera oficialmente el peso de los mástiles
¿Cuánto tiempo les llevó la elaboración de las 23 enmiendas al Reglamento de la Adipav presentadas en la asamblea de la asociación de esta pasada semana?
Descubrimos que los mástiles llevaban lastre y lo comunicamos a la Adipav pero ésta no hizo nada al respecto. Después de mucho tiempo de espera e insistencia, se decidió que en el Campeonato de España 2021 no se midiera oficialmente el peso de los mástiles. Pensamos que aquella no fue una buena solución, pues supuso permitir una ilegalidad. Creemos que debían haber solucionado la cuestión cambiando la regla correspondiente al lastre.
Quienes hicieron este reglamento tuvieron muy poco cuidado
Durante aquel periodo de espera, fuimos descubriendo, poco a poco, más errores en el Reglamento de la Clase como, por ejemplo, lo de las barras de colgarse que no están previstas en el reglamento y por tanto prohibidas. Esa cuestión era de una gravedad extrema. Asimismo, viendo que en el reglamento todo aquello que no figuraba en él estaba prohibido, fueron apareciendo nuevos temas. Reconocemos que no hemos hecho una lectura completa del reglamento pero es cierto que observando determinados puntos concretos hemos detectado, a veces, errores. En ese sentido, no descartamos que pueda haber más fallos. Pensamos que quienes hicieron ese reglamento tuvieron muy poco cuidado.
Por otro lado, poco antes de la Asamblea, se buscaron delegaciones de voto faltando a la verdad, lo que creó una gran alarma totalmente injustificada, para imponer su criterio, que creemos totalmente equivocado
¿Todas las enmiendas que presentaron eran de su cosecha o también incluyeron enmiendas propuestas por otros patrones de la clase?
Todas fueron cosecha nuestra, excepto la del palo de carbono que la plantearon varios regatistas de la clase.
El comité técnico de la Adipav ha faltado a la verdad en algunos puntos y esto no nos parece de recibo
¿Cómo valoran que, de las 23 enmiendas presentadas fueran aprobadas una decena?
La asamblea es soberana y hay que aceptar su decisión. No obstante, en algún punto pensamos que fue un error importante. El problema es que el comité técnico de la Adipav ha faltado a la verdad en algunos puntos y esto no nos me parece de recibo.
¿Qué opinión les mereció que no se aprobara la opción de los mástiles de carbono?
Desde el principio, ya pronosticamos que no se aprobaría, con lo cual no nos sorprendió la decisión de la asamblea. Es un tema complicado. El palo de carbono tiene muchas ventajas como la resistencia a la rotura; su mayor ligereza; la variedad de modelos que pueden hacerse en función del peso del patrón; una mayor facilidad para desbolcar el patín, gracias a su estanqueidad. De hecho, el principal inconveniente podría ser su precio, pero esa cuestión es básicamente inicial, ya que su mayor durabilidad acabaría haciendo a los mástiles de este material más económicos.
Incorporar un alma de dynema en la baluma sólo pretende alargar la vida útil de la vela
¿Y qué opinión les mereció que no se aprobara la inclusión de un alma de hilo de dynema en la baluma de la vela?
Esto nos pareció un error que no podemos entender. Esa enmienda solo pretende alargar la vida útil de la vela cuando empieza a flamear su baluma debido al desgaste natural. No comprendemos que el comité técnico estuviese en contra. Si hubiese estado a favor, seguramente, se habría aprobado. Pensamos que eso es ir en contra del interés del regatista. Hay que tener en cuenta que algunas velas flamean de baluma al cabo de pocos meses.
El reglamento de la Adipav considera que todo aquello no contemplado en el mismo está prohibido
Tampoco se aprobó la propuesta que hicieron de que puedan actualizarse los patines antiguos a las nuevas normativas…
En nuestra opinión esta decisión clama al cielo. Ponemos un ejemplo: uno de los errores más graves que encontramos casualmente era que el Reglamento de la Adipav no preveía las barras de colgarse. Afortunadamente esa enmienda sí se aprobó. Sin embargo, todos los patines construidos hasta el día anterior a esa aprobación infringían el reglamento por portarlas sin autorización. Recuérdese que el reglamento de la Adipav considera que todo aquello no contemplado en el mismo está prohibido. Esas barras para colgarse podían haber sido, según el reglamento, motivo de protesta contra un barco y, en consecuencia, de penalización. Eso es un sinsentido que nos parece totalmente absurdo y deja gravemente en entredicho la capacidad del comité técnico de la Adipav.
Hoy en día, y después de aprobarse lo acordado por la asamblea, ni un solo patín a vela cumple realmente todas las reglas de la clase
Lo de las barras es un ejemplo, pero lo mismo pasa en varios puntos más. Y ello es ir en contra del interés de la clase. Hoy en día, y después de aprobarse lo acordado por la asamblea, ni un solo patín a vela cumple realmente todas las reglas de la clase. Y lo grave es que nunca las podrá cumplir por culpa de que un patín no pueda actualizarse inmediatamente a las nuevas normas. Seguramente la nuestra es la única clase del mundo con este gravísimo error y ello después de que el comité técnico de la Adipav se haya erigido como “contrario a la obsolescencia de las embarcaciones de la clase”. Su incoherencia es evidente.
Visto como está el Reglamento, es evidente que hay que revisarlo
Tras el resultado obtenido en la asamblea, ¿se dan por vencidos o piensan seguir presentando enmiendas?
Aquí no hay ni vencedores ni vencidos. Pensamos que, simplemente, se ha perjudicado al patín. Visto como está el Reglamento, es evidente que hay que revisarlo, pues como decíamos antes, posiblemente se encuentren más errores. Sin embargo, este es un trabajo que le corresponde al Comité Técnico de la asociación que no parece que esté mucho por la labor. Si había el error mayúsculo de que no se permitían las barras para colgarse, ¿qué más nos podemos encontrar?
Sabe mal que hagas un esfuerzo por el bien de la clase y te encuentres con lo que nos hemos encontrado nosotros
Habría que hacer una revisión completa de las reglas a cargo de gente suficientemente preparada. No en vano, sabe mal que hagas un esfuerzo por el bien de la clase y te encuentres con lo que nos hemos encontrado nosotros. No se han aprobado cosas necesarias. E, incluso, se ha faltado a la verdad por parte del Comité Técnico.

Jordi Lamarca es el patinista con más títulos de campeón de España de la historia de la clase. Tiene en su haber nueve. Su historia como navegante de la clase se divide en dos etapas. La comprendida desde marzo de 1974 hasta septiembre de 1984, es decir, catorce años. En 1989 sólo navegó durante el mes de agosto. La segunda etapa comenzó en 2013 y desde hace ocho años no ha dejado de estar en activo.
Nosotros no pensamos hacer una revisión completa del Reglamento. Seguiremos como hasta ahora. Si necesitamos saber algo lo miraremos en el reglamento y si encontramos un error lo seguiremos poniendo en conocimiento de la Adipav. Aunque, lamentablemente, vaticinamos que posiblemente no hagan nada, al igual que ha ocurrido con muchas de las enmiendas presentadas y de las que ya se había informado de la situación a la Adipav hace mucho tiempo.
Fue muy laborioso y complicado conseguir el 10% de apoyos para poder presentar las enmiendas a la asamblea
Otra de las enmiendas que plantearon fue la reducción del porcentaje de firmas necesarias para incluir un tema en el orden del día de la asamblea. El Reglamento específica que debe ser el 10% de los asociados y, en cambio, ustedes, solicitaron que fuera un 5%.
Al ver que desde la Adipav no se hacía nada por resolver los puntos que considerábamos errores del Reglamento, empezamos a buscar firmas para poder entrar esos puntos en el Orden del Día de la asamblea. Aseguramos que conseguir un 10% de asociados para ello fue muy laborioso y complicado. Lo fue tanto, que en algún momento, casi se nos quitaron las ganas de proseguir, sobre todo por la incertidumbre de la suerte que correrían las enmiendas. Temíamos estrellarnos contra la pared.
Nuestras propuestas son en aras de promover el uso de materiales más resistentes y no más caros
Sorprende que siendo veteranísimos patinistas como son, parecen erigirse como los principales defensores de la modernización del patín. ¿Qué les mueve?
Solo el bien de la clase. No buscamos más que una mejora de cara a evitar roturas, así como a usar mejores materiales que no encarezcan el producto, es decir, todo lo contrario de lo que se nos ha acusado. Dejando aparte el tema del palo de carbono que, como hemos dicho, quizás pueda parecer caro de entrada pero que quizás sea lo contrario si se consideran sus ventajas de durabilidad y, asimismo, su mayor facilidad para desbolcar el patín. Hay muchos patinistas que tienen problemas para desbolcar su embarcación a causa de que el mástil se les llena de agua y acaban necesitando ayuda. Ese es un punto importante. La seguridad debería prevalecer sobre cualquier otro aspecto.
Creemos que el espíritu con el que trabaja la Adipav es erróneo, pues se cierra a todo lo nuevo por bueno y barato que sea
Desde el comité técnico de la Adipav se defendió que su voluntad es evitar la guerra de material, que las novedades que se introduzcan propicien una aceleración de la obsolescencia de parte de los barcos de la flota en regata, y defender que el patrón continué siendo el factor clave del rendimiento de la embarcación en regata. ¿Creen que sus propuestas atentaban contra estos aspectos?
En absoluto. Dejando aparte el citado mástil de carbono, nada más lejos de la realidad. Nada de lo solicitado empeora las prestaciones del patín. Tampoco lo encarece, sino más bien al contrario. Nuestras propuestas son en aras de promover el uso de materiales más resistentes y no más caros. Al final, la percepción del precio de algo está en consonancia con las prestaciones obtenidas y si éstas aportan más beneficios, la percepción final del precio es más favorable. En ese sentido, durante la asamblea se apuntaron inconvenientes que faltaron gravemente a la verdad.
¿Quieren añadir algún aspecto más?
Creemos que el espíritu con el que trabaja la Adipav es erróneo. Se cierra a todo lo nuevo por bueno y barato que sea. Opinamos que lo adecuado sería aprovechar lo nuevo que valga la pena, que no afecte a la velocidad del barco y que si sale algo que pueda afectar a la velocidad y/o al precio debe valorarse y que, finamente, sea la asamblea quien decida. Queremos subrayar que cuanto más rápido es un barco, más control se tiene sobre el mismo y mejor se aguanta el viento fuerte. Y ello implica más seguridad. En ese sentido, aportamos otro ejemplo: los flotadores actuales del patín a vela no tienen un diseño perfecto. Sin embargo, con unas pocas modificaciones que se introdujeran el patín ceñiría más, se controlaría mejor, y correría más. Asimismo, en los largos y popas sería mucho más seguro. Sin embargo, visto lo visto, esto dejaría fuera de competición a todos los barcos actuales y, por tanto, no es previsible que pueda ser viable. Con todo, aquello que no afecte a la velocidad y no incremente el coste debería aceptarse inmediatamente. Hacerlo sería un bien para la clase pero, desgraciadamente, no parece que pueda ser así.
En conclusión, si se hubiera confiado en nuestro trabajo, aceptando y apoyando todas las enmiendas, alguna con períodos de pruebas, en estos momentos todos los patines serían legales y podrían actualizarse a nuevas normativas.
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