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Patin a Vela

Lluís García, una de las leyendas anónimas del patín a vela

Único Campeón de Cataluña de segunda aquejado de poliomielitis

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PATRÓN DEL ‘BODY’. Lluís García llamaba a sus patines ‘Body’ a raíz de que cuando se compró el primero que no era de segunda mano lo hizo gracias a las ventas de bodies que realizaba en la corsetería donde trabajaba y que había sido abierta por su bisabuela en el año 1905. (FOTO:Beteve)

(22-5-2019). Lluís García contrajo la poliomielitis a los 6 meses de edad y, desde entonces, ha arrastrado las secuelas de esta enfermedad. A los 25 años, sin embargo, se propuso navegar en patín a vela y lo consiguió de la mano de Ramón Huertas. Aunque no se considera un héroe, en 1987 ganó el campeonato de Cataluña de segunda categoría.

Lluís García (Barcelona, 1956) fue uno de los 12.000 niños que desde 1950 hasta 1964 fueron víctimas del brote del poliovirus que azotó España. Al principio, le afectó a las dos piernas, pero con el paso del tiempo consiguió recuperar paulatinamente hasta el 70% de la fuerza de la pierna izquierda. No sucedió lo mismo, en cambio, con la pierna derecha, en la cual no posee fuerza ni musculatura alguna desde la rodilla hasta los dedos del pie.

La poliomielitis convirtió a García en un niño que creció con aparatosos soportes de hierro en las piernas. Al objeto de favorecer su curación los médicos recomendaron a la familia que pasaran los veranos en localidades costeras. Aquello propició que  pasara las vacaciones escolares en las playas, primero de Sitges; más tarde de El Masnou; y, finalmente, ya en la adolescencia, en Altafulla. Fueron veranos en los que se acostumbró a la soledad, pues sus padres debían irse a trabajar. Aquella soledad le hizo descubrir al mar como un compañero inseparable y aquellas soledades compartidas le enlazaron al mar tan estrechamente y de por vida que, según asegura, Luís García, “no puedo estar más de tres días sin ver al mar”.

LA ‘REVELACIÓN’ DEL PADRE DE MONTAGUT

Tras una infancia con muchas horas en la playa mirando el mar, recuerda que fue hacia los quince años cuando una mañana vio desde la playa de Altafulla como navegaba en patín a vela un señor muy mayor: “Me llamó la atención ver como un hombre tan mayor era capaz de desenvolverse con el patín con la destreza que lo hacía a pesar de su edad tan avanzada”.

Aquel “señor tan mayor” era, según supo tiempo después,  el padre de Ramón Felipe de Montagut.

Aquel hecho debió cuajar en su mente más de lo que él mismo creía porque, según reconoce, “tiempo después, cuando ya contaba con 25 años, decidí ir al Club Náutico El Masnou a preguntar qué debía hacer para aprender a navegar en patín a vela”.

Era el año 1981 y fue recibido por quien cinco años después se convertiría en el sucesor de Antoni Soler en la construcción de patines a vela, es decir, Ramón Huertas.

EL CONTAGIOSO ESTÍMULO DE RAMÓN HUERTAS

Según recuerda Lluís García, “Huertas no se arredró ante mi situación física ni ante las muletas que me ayudaban (y siguen ayudando) a andar. Casi mostró más entusiasmo que yo en aquel proyecto de conseguir que fuera la primera persona con poliomielitis capaz de navegar en patín a vela. ‘Claro que puedes aprender! Yo te enseñaré’, me prometio”.

Y así fue. Ramón Huertas enseñó a García a montar el barco, a navegar, a buscar estrategias que le permitieran realizar la virada por avante sin necesidad de levantarse… incluso a hacer regatas.

El discípulo fue disciplinado y, sobre todo, tenaz. Su pasión por el patín fue creciendo a medida que iba consiguiendo navegar con él y seis años después, en 1987, celebrándose el Campeonato de Catalunya en el Club Nautic El Masnou, decidió participar en él.

SIN PRECEDENTES

Lluís Garcia fue el vencedor de segunda categoría en aquel campeonato y con dicho triunfo obtuvo, no solo el pasaporte a primera categoría, sino también el pasaporte a la condición de ‘leyenda de la clase’. No en vano, acababa de lograr el récord de convertirse en el primer regatista de patín a vela de todos los tiempos que conseguía un éxito de aquel calibre en sus condiciones físicas. 

García, sin embargo, le resta relevancia: “cuando tienes una carencia física aprendes a buscar alternativas que te permitan compensarla. A causa de la enfermedad, tengo un tronco y unos brazos fuertes. Cuando lo del campeonato, el propio Huertas dijo que no había ningún otro regatista tan entrenado ni tan en forma como yo”.

Este 2019 se cumplen 32 años de aquella victoria histórica y García asegura que “estaré eternamente agradecido a Ramón Huertas porque gracias a él he podido hacer algo que me ha ayudado a superarme”. 

“ME SIENTO MUY A GUSTO SOBRE EL PATIN”. Lluís García asegura que se siente “muy a gusto sobre el patín”. Se reconoce un patrón que navega “especialmente atento a las sensaciones que le aporta el barco” y, como sostiene Adrià Gabarró, cuando explica cuestiones sobre el patín a vela a los que se inician en él, les recomienda que “escuchen al barco, que no lo rebrinquen cuando lo aparejen, que lo hagan de modo que el barco ‘respire’”.

Actualmente, Garcia ha vuelto a navegar después de dejarlo durante los años 2016 y 2017 a causa de unos fuertes dolores de hombros, secuela de su enfermedad. “Hace un año, sin embargo, regresé”, explica. “Ahora acostumbró a participar en una de las dos mangas semanales que se organizan en el Club Náutico El Masnou”.

Aunque reste importancia al valor de su condición de patinista singular, Lluís Garcia afirma satisfecho que “aunque no me levante, cuando voy a proa para virar, lo hago más rápido que la mayoría de patinistas”. No obstante, asume que la culminación de su virada es “algo más lenta” que la de sus rivales, “porque para acuartelar no puedo apoyarme con la espalda, sino que lo hago con el brazo levantado”.

Su mejor rumbo dice que son los largos “porque no dejo de moverme sobre el barco y de este modo optimizo el rendimiento de la vela y la velocidad del patín”.

Explica que su patín es “como el de todo el mundo, no llevo nada especial”. Según añade, “puedo desenvolverme bien hasta vientos de fuerza 3 o 4. Cuando sopla más, me quedo en tierra”. Y es que, Lluís Garcia sólo puede colgarse cuando navega amurado a babor. “De la otra amura no puedo y lo compenso cazando menos y extremando la precaución para evitar volcar”.

LA ÚLTIMA VOLCADA

El patinista dice haber volcado únicamente cinco veces en los cerca de 30 años que ha navegado en patín (estuvo algo más de una década sin navegar tras el nacimiento de sus hijos). Y la última, según recuerda, “fue provocada, precisa y paradójicamente, por Ramón Felipe de Montagut durante un largo con ventarrón. Yo iba colgado casi encima de la barra de escota y él me alcanzó y me ‘descabalgó’ del barco”.

Según añade posteriormente, “la verdad es que hacía tanto viento que tanto Montagut como yo íbamos un poco apurados. Parece que no me reconoció y al ver que me había ‘descabalgado’ de mi patin me tendió la mano, me rescató del agua y me dijo que yo siguiera con su barco y él se fue a buscar el mío que estaba volcado. Ambos nos retiramos. Mientras iba hacia tierra constaté que aquella era la primera que navegaba en un patín híbrido. Je je je!”.

Hoy Lluís García navega con un patín de segunda mano que se compró hace un año. No le ha llamado ‘Body’ como a los anteriores. El nombre de su barco también es fruto de otro récord singular. Y es que García es la cuarta generación que regenta la corsetería más antigua de Catalunya (la fundó su bisabuela, Mercè Cuixart en 1905). Gracias a ello y muy especialmente a las ventas de los bodies que en los años 80 causaban furor pudo comprarse su primer patín. Como ‘agradecimiento’ a las ventas de esas prendas decidió poner el nombre de ‘Body’ a sus patines.

García colabora con el Capitan de la flota de patinistas del Club Náutico Masnou, Pere Flores. Como su antecesor en el cargo, Flores ha creado una capitanía que cuenta con dos ‘adjuntos’: Lluís García y Guillermo Ferrer. Mientras García se ocupa de coordinar las actividades de formación de la flota patinista de El Masnou, Ferrer es el responsable de la organización de las regatas. 

COLABORADOR EN MARNATONES. Lluís García es un experto navegante de kayac. Participa a menudo en el servicio de apoyo logístico de este tipo de pruebas de natación que se disputan en mar abierto. Con su kayac ayuda a los nadadores que tienen problemas transportándolos con esta embarcación hasta las motos o lanchas de salvamento.

Dicha ‘triada’ ha normalizado la celebración de dos pruebas semanales (los viernes y domingos) y, recientemente, ha acordado que las mangas de los viernes se disputen a partir de las 16 horas para que puedan tomar parte más regatistas.

A continuación te ofrecemos un video elaborado por el hijo de Lluís García, Laín García Calvo, autor de la saga de libros de autoayuda, “La voz de tu alma”. En él, Lluís García explica su historia. Te lo recomendamos.


Hay 2 comentarios

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  1. Mely

    Qué gran ejemplo y qué gran persona. Clama tanta humildad… que lo hace Grande. Tal como ES . Gracias LLuis Garcia por ser asi y darnos esa leccion a todos. Saludos. Mely RRelinque

  2. Esteban G.C.

    Lluís es, para mí, un auténtico genio. Me ha enseñado a navegar, me ha aconsejado siempre que se lo he requerido y muchas más veces, me ha enseñado cómo debe superarse una persona, me ha enseñado humildad, sapiencia, serenidad, perseverancia, amistad, hasta me ha enseñado también a nadar …
    En fin, Lluís es un auténtico maestro y yo estoy henchido de orgullo de saber que si me ve o le llamo, él sabe quién soy.
    Lluís, el más grande, amigo.
    Tuyo, Esteban


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