(3-5-2017). A Oriol Castellá prácticamente no le esperaba nadie en el Campeonato de Cataluña de patín a vela sénior celebrado el pasado fin de semana en Sant Pol de Mar. De hecho, hace una semana ni él mismo tenía previsto participar. Sin embargo, lo hizo y todo fue un llegar, ver y vencer.
Oriol Castellá (Barcelona 1974) empezó a navegar en patín junior a los ocho años. Su padre, patinista del Club Natació Barcelona y veraneante de Sant Antoni de Calonge, siguió el ejemplo de otros padres de aquella localidad de la Costa Brava, colindante con Palamós: regalar a sus hijos un patín junior “para que los niños se entretengan”.
Castellá creció jugando con aquel patín junior y, a los trece años, empezó a navegar en patín sénior, junto a otros críos que, con el tiempo, llegarían a convertirse en la ‘generación dorada’ de patinistas de Sant Antoni de Calonge que auspició Guido Depoorter y que dominarían los campeonatos de España de la década de los noventa, es decir, patrones tan reconocidos y laureados como como Joost Depoorter, Adrià Gabarró y Jordi Sabater, entre otros.
Antes del campeonato, apenas había navegado
Fueron precisamente Jordi Sabater y Adrià Gabarró quienes el miércoles de la semana pasada, animaron a Castellá a participar en el Campeonato de Cataluña de Sant Pol de Mar. Así, según asegura, “no tenía previsto acudir pero, a raíz de verme inquieto y desanimado por una serie de cuestiones personales, ambos me hicieron ver que necesitaba ‘airearme’ mentalmente y que participar en el campeonato podía resultarme útil. Decidí tomar parte el jueves de la semana pasada”.
-¿Y te esperabas ganar el campeonato?
-En absoluto. Prácticamente no había navegado en lo que llevamos de este año.
-Pues tres segundos puestos en tres pruebas es el súmmum de la regularidad…
-Sí. Siempre he dicho que para ganar un campeonato debes tener la suerte de no tener mala suerte. Y en un campeonato como este de Sant Pol en el que las condiciones meteorológicas no permitieron correr las cuatro pruebas programadas y, al final, sólo se hicieron tres, con lo cual no había opción de descarte, es indudable que debes tener algo de suerte porque no hay opción de descarte y, en consecuencia, no existe margen de error.
-La semana pasada, Nina Esteba reconocía que cuando mejor le salen las cosas es cuando no se siente presionada. ¿Compartes esa idea?
-Por supuesto. Yo, como decía antes, llegué al campeonato para ‘airearme’, sólo pretendía pasármelo bien, disfrutar navegando. Y es fantástico salir sin presión porque cuanta menos presión te pones o sientes, más opciones tienes. Hay gente muy buena pero que el exceso de presión les acaba pasando peaje. Recuerdo a un patinista del Natación Barcelona, Xesco Pugés, que quedó segundo en varias ediciones del Campeonato de España y, al final, cuando ya era mayor, ganó la edición a la que concurrió con menor afán por la victoria.
-‘La avaricia rompe el saco’?
No es un tema de avaricia. En una competición de este nivel participan cuarenta patrones y diez de ellos, al menos, tienen opciones de alzarse con el triunfo y llegan con firmes intenciones de llevárselo. Pero en nuestro deporte hay una serie de condiciones que varían y que, unas veces, favorecen y otras te perjudican. Al final de la primera vuelta de la segunda regata del campeonato Xavi Roca, por ejemplo, iba segundo y, tras el primero logrado en la primera prueba, todo apuntaba que podía aspirar al campeonato. Sin embargo, en la segunda ceñida de aquella prueba una rolada favoreció a los que hicieron el bordo de mar adentro y, de ir segundo, Xavi Roca entró en noveno lugar…
-Tras este triunfo en el Campeonato de Cataluña ¿te planteas volver a participar en más regatas de este calibre?
Sí, ya había empezado a planteármelo antes de este campeonato. Tenía ganas de navegar pero antes tenía que resolver una serie de temas personales para ver cómo podía combinarlo todo. Espero irme organizando en los próximos meses.
He visto a Xavi Roca y a Peco Mulet muy fuertes y Pere Crespo me ha sorprendido
-¿Cuáles han sido tus principales rivales en Sant Pol de Mar?
-He visto muy fuertes a Xavi Roca y a Peco Mulet. Pere Crespo me ha sorprendido. Siempre lo vi muy cerca. Y, claro, en ciertos momentos, pensé en la proyección que tienen Anna Pujol o Quim Esteba o Albert Batlleriá. Todos ellos son patrones que siempre están en la cabeza.
-Los resultados obtenidos por ti mismo, Jordi Sabater y Marc Serra con un patín Solipai ¿pueden suponer la ‘resurrección’ de este astillero?
-No lo creo. Solipai dejó de fabricar patines hará unos cuatro o cinco años y durante los últimos tiempos, su actividad se había centrado principalmente en atender las peticiones de los clientes. Con todo, es verdad que los patines Solipai ofrecen una serie de prestaciones realmente muy competitivas, aunque, a nivel estético, quizás sean mejorables.
-Qué pena que se dejaran de fabricar, ¿no?
-Recibimos muchas presiones, y muy intensas, en contra del astillero. Y, al final, optamos por dejarlo correr, hartos de aquella situación.
Habrá que ver cómo envejecen los patines híbridos, sobre todo en los puntos donde la madera se une con la fibra
-¿Qué opinas de los barcos híbridos que, actualmente, parece que están teniendo mucho éxito?
Me gusta que la clase quiera mantener la estética tradicional combinándola con las nuevas innovaciones en materiales para mejorar el rendimiento de la embarcación. De todos modos, creo que es importante que estas evoluciones no menoscaben la funcionalidad. La madera y la fibra son materiales distintos que, aunque estéticamente puedan casar muy bien, presentan unas características en sus respectivas constituciones que dificultan su unión. Debe recordarse que la madera y la fibra se dilatan y contraen de forma distinta. Habrá que ver cómo envejecen estos barcos híbridos, sobre todo en lo concerniente al punto donde se unen ambos materiales. Pero no hará falta esperar mucho. En 4 o 5 años lo veremos.
-¿Y qué problemas podrían surgir?
-Pues que, precisamente, por el punto de juntura de ambos materiales empiecen a generarse vías de agua. Debe tenerse en cuenta que, frente a la humedad, la madera se expande y en el caso de los tornillos, esa expansión de la madera propicia que el posible poro quede sellado, mientras que en el caso de la fibra eso no sucede. Pero este fenómeno no es nuevo. Todos los barcos hacen agua, sobre todo los de fibra. Uno de los éxitos de los patines de madera, precisamente, es que apenas hacen agua.
Con mucho viento, hay que proponerse llevar el barco lo más plano posible y no es un tema de peso, sino de técnica
-Siempre se te ha reconocido como un patrón que domina la navegación con vientos fuerte. ¿Qué aspectos clave recomendarías para dominar mejor el patín en esas condiciones?
En primer lugar, hay que asumirlo desde un punto de vista mental. Hay que dejar de tener miedo al ventarrón. Y para ello hay que salir a entrenar en esas condiciones de viento fuerte y, por supuesto, hacerlo con el barco bien aparejado, porque cuanto peor aparejado vayas, peor irás. Tenemos la suerte de que el patín cuenta con numerosas opciones en su aparejo para poder adaptar el perfil de la vela a las diferentes condiciones de viento. Desde la inclinación del palo, hasta la relinga de la vela, pasando por el índice de flexión del palo que regularemos con el flexió, así como el índice de flexión lateral del palo que podremos regular mediante las crucetas y los obenques. En resumen, se trata de combinar todos estos reglajes para conseguir que la vela quede lo más plana posible y que la baluma abra bien para que deje escapar el viento sobrante. En cuanto a la navegación, debemos llevar el barco lo más plano posible. Eso quiere decir que tenemos que colgarnos mucho y bien y, sobre todo, intentar evitar que el barco escore demasiado anticipándonos a las rachas de viento, lo cual podemos hacer amollando la escota antes de que la racha nos alcance. Cuando el barco escora demasiado, deriva y, lo peor: pierde velocidad. Pero, insisto: para navegar bien con viento fuerte hay que salir a navegar con viento fuerte, asimilarlo, no amilanarse, y aparejar el barco lo más y mejor adaptado a esas condiciones.
-Y esa facilidad de navegar bien con viento fuerte ¿de dónde te viene?
-Cuando empecé a navegar en patín sénior tenía unos trece años y pesaba unos cincuenta kilos. Navegábamos en Sant Antonio de Calonge y allí, habitualmente, sopla ‘bastante’. Junto con Jordiet, Adrià Gabarró y Joost Depoorter aprendimos a navegar en sénior en aquellas condiciones y estaba clarísimo que, siendo todavía casi unos niños, era impepinable que el barco sólo podía aguantarse plano si aparejábamos muy bien y si sabíamos colgarnos adecuadamente y de forma cómoda para aguantar un buen rato.
Debo reconocer que, desde muy joven, me he sentido como en deuda con el Club Vela Sant Antoni
-Cuando te iniciaste en las regatas, ‘fichaste’ por el Club Natación Barcelona que era donde navegaba tu padre y a pesar de que, como patinista te iniciaste bajo el ‘paraguas’ de la órbita Depoorter. Sin embargo, desde hace unos años ya, corres con licencia federativa por el Club Nàutic Sitges. Ahora que vives y trabajas cerca de Girona, ¿te has planteado cambiar de club y pasar a correr por el Club Vela Sant Antoni?
-Debo reconocer que, desde muy joven me he sentido como en deuda con el Club Vela Sant Antoni. Por ese club navegan mis amigos patinistas de la infancia y, además, como ya he dicho, fue en Sant Antoni donde empecé a jugar con el patín junior y, luego, donde aprendí a navegar en sénior. Por todo ello, siempre he pensado que, cuando tenga la ocasión, no descarto pasar a navegar por el Club Vela Sant Antoni. Pero, por ahora, el momento aún no ha llegado. Mis hijos tienen la vida en Sitges y yo espero, que a medio plazo, pueda instalarme a vivir allí también. En ese sentido, no contemplo, ni a corto ni a medio plazo, dejar de correr con la licencia federativa por el Club Nàutic Sitges.
-Poco después de la entrega de premios del Campeonato de Catalunña de Sant Pol de Mar te pregunté cuántos campeonatos de Cataluña habías ganado y dudaste. ¿Has averiguado ya cuántos has ganado?
-El de Sant Pol es el número siete. No obstante, te reconozco que tengo mala memoria para estas cosas y no sabría decirte cuál fue el último que gané.
-¿Acudirás al Campeonato de España de Chipiona?
Me gustaría pero todavía no puedo decirlo con certeza pues estoy pendiente de cómo voy a organizarme familiarmente durante las fechas en las que se celebrará.
Creo que a la Clase le falta ser más abierta y menos excluyente para ser más atractiva a los jóvenes cuando superan la etapa junior
-¿Se te ocurre alguna sugerencia para promocionar a la clase patín a vela?
A bote pronto, no. Aunque debo reconocer que creo que, en la Clase, tenemos un problema grave con la gente joven. Pienso que no se les cuida suficiente. Y, además, pienso que, a veces, impera una cierta mentalidad algo anticuada. Creo que hace falta ser más abiertos y menos excluyentes. Ser menos sectarios. En ciertos clubes parece ponerse trabas a que el patín conviva con otras clases u opciones de navegación y yo creo que con una mentalidad más abierta y en la que el patín figurase como una opción más y no como la única vía a seguir por los jóvenes cuando acaban su etapa con el junior, el patín sería más apreciado y les resultaría más atractivo. Creo que todos conocemos precedentes de clubes en los políticas patinistas sectarias han propiciado serias pérdidas de la cantera del junior. Y, contrariamente, en aquellos clubes en los que no existe tanto sectarismo, los jóvenes se sienten más implicados y acostumbran a continuar más. Realmente, es una pena que con la de recursos en formación y material que se dedican al junior, obtengamos tan poco retorno cuando éstos chicos se hacen mayores.
Además de tener LA suerte tienes que tener una buena preparación.
Yo por eso estoy preparándome de forma online, desde que hice mi habilitación a vela aquí en Málaga, concretamente en el Puerto de Benalmádena, ahora me voy a preparar la titulación de Capitán de Yate.
Conforme termine de cursarlo este verano, me apuntaré a una regata para mejorar MI suerte
[…] passat tantes coses i tan ràpidament que possiblement trigarem encara setmanes en pair-les. Vent, ventot, “ventarrón” com diuen alguns, i res mes. Les condicions de mar i de vent de garbí, al límit de la nostra classe, feien que […]