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Patin a Vela

Xavier Rabadá: “inquieta el auge de regatas con recursos organizativos precarios”

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REGATAS 'LOW COST'. Xavier Rabadá admite que el llamado fenómeno de las regatas 'low cost', en referencia a la precariedad de recursos organizativos, es un hábito que está creciendo últimamente.

(23-10-2019). Xavier Rabadá lleva cerca de 40 años como oficial de regatas, lo cual lo convierte en uno de los oficiales en activo más veteranos de Cataluña, así como del Estado español. No duda en hacer pública su preocupación “ante el inquietante auge de regatas con recursos organizativos precarios”.

Xavier Rabadá (Barcelona 1958) aprendió a navegar a los diez años en Optimist. Posteriormente, navegaría en Europa y Vaurien y, más tarde, en Laser; también navegaría, “de bulto”, con los hermanos Costa en Soling. Hoy navega en crucero y reconoce que, en su juventud, también navegó en patín “pero poco, porque apenas lo ‘toqué’ cuando hice el curso de monitor nacional”.

Entre 1981 y 1982 (reconoce no recordar con precisión el año), obtuvo el título de oficial de regata y desde entonces, cuenta en su haber con incontables regatas de nivel 2, así como campeonatos estatales, de Europa, y Mundiales de infinidad de clases. Recuerda con especial cariño su participación como Jefe de Logística, con motivo de los Juegos Olímpicos de Barcelona 92, así como cuando actuó como Oficial Principal de Regatas en los Jogos Mondais de Natureza celebrados hace años en Brasil, y la dirección que ejerció durante cinco años de la Barcelona Sailing Week.

Rabadá confiesa que le gusta más navegar que participar en regatas. Como regatista, apunta que “prácticamente sólo las hice cuando navegaba en Europa y Vaurien”.

Y es que a tenor de su trayectoria, todo parece indicar que Rabadá prefiere vivir las regatas como oficial de las mismas antes que como participante.

DIRECTOR DEPORTIVO Y DIRECTOR GERENTE

Sin embargo, a su experiencia como navegante y oficial de regatas, cabe añadir su trayectoria como director deportivo o director gerente en diversos clubes náuticos, lo cual le aporta un plus de conocimiento sobre las dinámicas de funcionamiento de las entidades de esta tipología.

Entre otras vinculaciones con clubes, Rabadá ejerció como director deportivo durante cuatro años en el Club Náutico El Masnou y posteriormente, fue director gerente de dicho club durante cinco años. También estuco durante dos años como director de entidad, del área deportiva y del puerto del Club Náutico de Vilanova i la Geltrú.

Durante los últimos meses, algunos oficiales de regata contactados por CMDsport han denunciado la proliferación de las llamadas regatas ‘low cost’, es decir, regatas que se caracterizan por la precariedad de recursos que sufre la organización y, consecuentemente sus participantes. Hemos querido hablar con Xavier Rabadá para que evaluara el estado de la cuestión.

¿Existe algún tipo de protocolo oficial que determine los requisitos mínimos que debe cumplir un club para organizar regatas?

Por supuesto. Existe la Guía Deportiva y dentro de la misma se incluyen los aspectos concernientes a la organización de competiciones náuticas, escalonadas desde las competiciones de nivel 3 hasta los campeonatos. Esa Guía existe en la Federación Catalana de Vela y en la Federación Española de Vela.

Este protocolo ¿incrementa las exigencias de recursos en virtud de la relevancia de la regata?

Efectivamente. Dependiendo del tipo de regata se especifican los requisitos y materiales que son necesarios. Asimismo, existe un Real Decreto del Ministerio de Fomento que regula las actividades náuticas, la documentación que deben reunir las embarcaciones y sus patrones, los equipos humanos que son necesarios… Todo debe estar documentado y todo el mundo debe contar con los permisos oficiales para desempeñar la función que se le ha encomendado.

Cada club hace lo que puede con lo que tiene

Por las experiencias que ha tenido a lo largo de los cerca de 40 años que lleva como oficial de regata, ¿cree que los clubes respetan estos protocolos en cuanto a los recursos?

No mucho. Cada club hace lo que puede con lo que tiene. A veces, los oficiales nos encontramos con situaciones en las que no disponemos de todas las herramientas que necesitaríamos para poder organizar regatas de calidad. Pero, insisto, ello depende de las posibilidades y recursos de los clubes.

¿Existen clubes respetuosos y clubes poco o nada respetuosos en relación al cumplimiento de dichos protocolos?

No puede hablarse de clubes más o menos respetuosos permanentemente. Los clubes están formados por personas, por juntas directivas y cada junta determina las prioridades que estima más idóneas. A veces, hay juntas que priorizan las regatas y a veces hay juntas que no lo hacen. Esa dependencia de las directrices de las juntas de cada club propicia que un club pueda tener una época en la que, gracias a las prioridades regateras de su junta, se convierta en una entidad muy dotada para la organización de competiciones, pero esa misma entidad, si se produce un cambio de junta que se propone otras prioridades, puede pasar a perder la condición de club destacado como organizador de regatas. Y lo mismo puede pasar en un sentido absolutamente contrario: un club que era poco proclive a las regatas, puede tener un cambio de junta y que ésta priorice la competición. En definitiva, los clubes son más ‘regateros’ y cuentan con más o menos recursos para ello en virtud de la junta que los dirige y, lógicamente, se producen ciclos positivos y ciclos que no lo son tanto o muy poco.

Pese a lo expuesto, se atrevería a citar los clubes que históricamente han mostrado mejores actitudes y mejores actuaciones en la organización de regatas, tanto en Catalunya como en el Estado español?

Sólo puedo decir que los clubes con mejores actitudes y actuaciones en el ámbito de las regatas son aquellos que cuentan con juntas directivas que son proclives a la competición y la actividad deportiva. Si la junta directiva de un club lo que más prioriza es la vida social, probablemente, esa entidad ‘pinchará’ en su vertiente ‘regatera’. Como decía, no puedo precisar nombres de clubes especial y tradicionalmente aventajados porque un club que hoy es un 10 en cuanto a organización de regatas, al año siguiente puede ser un 3 por el mero hecho de un cambio di directiva.

¿Cree que las federaciones supervisan suficientemente que los clubes respeten fehacientemente estos protocolos de recursos y actuaciones?

No. Las federaciones marcan directrices y aunque cuentan con técnicos que velan por el cumplimiento de las mismas, desde la propia Federación nadie se plantea vetar una competición por la falta de recursos. Pero esa actitud no sólo afecta a las federaciones. Eso también sucede en la mayoría de clases. Todo el mundo quiere que se hagan las regatas y demasiado a menudo los oficiales que tenemos que llevarlas a cabo organizativamente nos encontramos con clubes con lanchas pinchadas, o motores estropeados, o que el club ha dispuesto la presencia de tres ‘jurys’ y sólo hay una barca de comité, o que las boyas están en mal estado, o los fondeos tienen poco peso. Y lo mismo pasa con las barcas de los visores. No hace mucho, en una regata importante, el visor tuvo que simultanear el control de las salidas con el de mantener a flote su embarcación inflándola con una mancha periódicamente. Yo mismo me he encontrado en la necesidad de tener que salir remolcado hasta la línea de salida pasarme las mangas del día fondeado en el mismo sitio y, al final de la jornada, tener que volver remolcado a puerto.

Y todo ello sin contar con los mínimos de lanchas de salvamento que establecen las normativas…

Efectivamente, en determinadas clases, no se cumple en muchas regatas el mínimo oficial establecido que es de una lancha de salvamento por cada diez embarcaciones participantes. En aquellas clases en las que prolifera la figura del entrenador y/o hay muchos acompañantes como es el caso del Optimist, esa circunstancia adversa no acostumbra a darse, pero en otras como el Finn o, incluso, el patín a vela, ya es más frecuente que no se alcancen los mínimos requeridos.

Igual si los oficiales nos plantábamos, lograríamos cambiar este mal hábito creciente

¿Por qué no se ‘plantan’ los oficiales de regata y se niegan a trabajar en esas condiciones?

Tiene razón. Igyual deberíamos plantarnos. Pero, a menudo, la gente que actuamos como oficiales de regata o visores o… estamos en el agua más por vocación que por los medios que nos facilitan. Nuestra consigna es salir adelante con los recursos que tenemos pero, ciertamente, igual si nos plantábamos lográbamos cambiar este hábito creciente de la precariedad de recursos.

Igual ese ‘plante’ propiciaría que los regatistas fueran más conscientes de las condiciones con las que trabajan ustedes…

Desconozco si esa actuación generaría ‘sensibilidad’ entre los regatistas. De todos modos, los regatistas tampoco son tontos y se dan cuenta cuando falta material, recursos o personas suficientemente capacitadas. Esa mayor ‘sensibilidad’, de todos modos, debería constatarse más allá de los regatistas y los oficiales; también debería ser compartida y defendida por clubes y federaciones.

Se supone que un oficial puede negarse a desarrollar una regata si considera insuficientes los recursos que le facilita el club, ¿no?

Sí, puede negarse porque es el responsable último de la seguridad de los participantes. Y esa negativa no es una negativa a hacer su trabajo. Es una negativa a poner en peligro la integridad de los regatistas.

¿Recuerda algún caso de ‘plante’ de un oficial de regata a celebrar una competición?

No. Sólo recuerdo el plante de una flota que se negó a participar en una regata por que no quería al oficial que debía desarrollar la competición. Pero aquella negativa no fue por precariedad de recursos.

Algunos oficiales de regata han mostrado últimamente su inquietud por la proliferación de lo que llaman ‘regatas low cost’ en alusión a la precariedad de recursos organitzativos. ¿Usted ha detectado este fenómeno? ¿Qué opina?

Efectivamente, se está dando este fenómeno. De hecho, cada día vamos más hacia eso. Y esa precariedad también afecta a los recursos humanos. Y es que cada vez parece existir mayor propensión a la utilización de voluntarios para organizar regatas, en vez de oficiales, balizadores, etc para reducir costes a la organización. Pero eso es un riesgo porque puedes encontrarte con voluntarios que no estén suficientemente capacitados para la misión encomendada y ello puede acabar acarreando problemas de seguridad entre los participantes.

Si un club no tiene presupuesto para organizar regatas, no debería adquirir el compromiso de celebrarlas

Como se dice algunas veces, “los recursos son limitados”.

Pues, precisamente, la obligación de todo club es conocer sus propias limitaciones. A veces, nos encontramos que cuando llegamos a la entidad para organizar la regata, nos dicen que no tienen presupuesto para la misma. Esta circunstancia es inadmisible. Si un club no tiene presupuesto para organizar regatas, simplemente que no adquiera el compromiso de organizarlas. El pasado fin de semana, en un club del Maresme, me encontré con ese problema.

¿Ve indicios de que la situación vaya a cambiar?

No. Cada vez jugamos más con los límites. Cada día estamos más cerca de que un día tengamos un disgusto. Pero en el mundo de la náutica, hasta que no pasa algo grave, todos vamos tirando. La prevención no es nuestro fuerte.

Algunos oficiales han comentado a CMDsport la posibilidad de organizarse para intentar cambiar la situación, para que entre ellos sepan qué clubes son recomendables y cuáles no en cuanto a recursos para organizar regatas.

Es verdad. Entre oficiales se ha hablado mucho del tema. Sin embargo, no hay nada concreto. Nos ‘calentamos’ pero, al final, no pasa de conversaciones de pentalán. Y cuando la gente se enfría las acciones a acometer se diluyen.

Igual si usted se ponía al frente…

Tal vez… Pero no tengo vocación de ‘Robin Hood’.

Igual la Federación podría tomar cartas en el asunto…

Por parte de la Federación no existe interés alguno en vertebrar inicativas que puedan poner en peligro sus intereses. Y eso, aunque ellos puedan decir que sí, porque todo es puramente estatutario, de cara la galería.


Hay 1 comentario

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  1. Alex

    Es un tema escabroso, delicado y muy acuciante. Muchos oficiales nos encontramos con regatas de todo tipo, donde desde como balizador -lo que mas hago- me encuentro con falta de cabos, lanchas no prácticas para balizar (una VSR es una lancha genial para ciertas cosas, pero no para llevar fondeos y material en el suelo), este tipo de decisiones no acertadas suelen estar basadas en personas no preparadas para organizar regatas, que no conocen las necesidades de una regata. Ahí nos encontramos en lo que comenta Xavi; la falta de medios (materiales y humanos) para el desarrollo de una regata. Hay que tener claros los recursos necesarios y la idoneidad de los mismos. Como oficial he visto en todas las posiciones situaciones organizativas acertadas y otras veces precarias.
    Como bien comenta el entrevistado y es el sentir de muchos, las cosas van cada vez a peor, en mi caso particular solo balizo en clubes de la costa Barcelonesa y en pocos de ellos por decisión particular y salvo contadas situaciones no me alejo de esta zona por comodidad de desplazamiento. Pero habiendo participado en regatas internacionales y por otro lado en “pachangas de club” a veces sorprende la organización de clubes pequeños en eventos propios frente a regatas autonómicas que se supone que deberían organizarlas clubes que estén preparados organizativamente y económicamente. Dada la experiencia de Xavi, no quiero imaginarme los casos en los que se habrá encontrado.
    Muchas veces se ha hablado de organizarse de cara a tener un poco de presión y organización de cara al mundo náutico; una especie de asociación o algo. No se si sería una solución; lo que si es una solución es que todo debe cambiar o llegaremos a un punto en el que tendremos problemas. Y por desgracia puede que los sufran los regatistas, lo cual incumpliría el precepto principal de las regatas y es el de que se organizan por y para los regatistas: si fallan los medios, los perjudicados son ellos.


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