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RUNNING

Nueva reglamentación que puede comprometer innovaciones presentes y futuras

Las Nike Alpha Fly, ilegales, ¿el principio de una cruzada contra las Vaporfly?

Se abre el debate sobre dopaje tecnológico o evolución

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El prototipo de Nike Alpha Fly utilizado por Eliud Kipchoge en su reto de bajar de las dos horas en maratón, ahora prohibido.

(5-2-2020). Es la zapatilla más rápida de la historia. La única que ha sido capaz de bajar de las 2 horas en un maratón. En concreto, 1:59:40. Las Nike Alpha Fly que lució el keniano Eliud Kipchoge en Viena han pasado a mejor vida. Son ilegales. Y es que la World Athletics, el órgano de gobierno del atletismo a nivel mundial, acaba de emitir una nueva reglamentación sobre el calzado de competición. Y deja claras algunas premisas y condicionantes que, a día de hoy, no cumple el prototipo usado por Kipchoge y que podría afectar en el futuro a otros modelos de zapatillas.

Las Nike Vaporfly Next% han roto moldes en cualquier competición de larga distancia que se precie. En la fila de salida de un maratón, es habitual ver a decenas de corredores y corredoras –ya sean profesionales o populares- con este ejemplar de zapatillas en los pies.

La multinacional de Oregón ha batido récords con ellas y las Nike Vaporfly Next% se han vendido como churros gracias a la mejora en las marcas que han ofrecido sus prestaciones. Y es que, tal y como promocionaba su mensaje inicial, mejoran la economía de carrera en un mínimo del 4%. Y ello, en parte, gracias a la inclusión de una placa de carbono entre la suela y la media suela.

Un éxito que, en opinión del podólogo deportivo especializado en biomecánica Albert Casas, “cogió por sorpresa a la IAAF, que ha tardado demasiado en regular algunos aspectos relacionados con las zapatillas con las que se puede correr”. De hecho, y en alusión directa a la multinacional de la Swoosh, “la tecnología siempre va por delante de cualquier regulación”. Pasa con muchos aspectos en nuestra sociedad, incluso con el dopaje, pero “siempre es necesario que, tarde o temprano, se establezcan una normativa común, sea por el motivo que sea”. No obstante, opina que dicha regulación “llega demasiado tarde”. Pero, como dice el refranero popular, más vale tarde que nunca.

El grosor de la suela no puede ser superior a 40mm

Con esta nueva reglamentación, la World Athletics quiere evitar esa pátina de duda que ha ido in crescendo dentro del mercado de zapatillas de alta competición en los últimos meses. Textualmente, “queremos proporcionar una mayor claridad a los atletas y fabricantes de calzado para proteger la integridad del deporte”. La mayor novedad que introduce dicho documento es la serie de restricciones que incluye y que deben cumplir todos los fabricantes. Una de las más llamativas es el grosor de la suela. Éste no puede superar los 40 milímetros. Es decir, la medida que justamente tiene la Nike Vaporfly Next%.

De esta forma, Casas opina que la World Athletic “pone orden” a un mercado que se había vuelto demasiado abierto. “Eso como si esto fuera la Fórmula 1, y ahora se ha regulado todo mucho más, como si de los neumáticos, motores y pesos se tratara”, agrega en este símil deportivo. “Cada corredor puede ir con las mismas ruedas, pero después hay neumáticos más duros, intermedios, suaves” y, por lo tanto, con el nuevo marco legal, “no se cuarta toda la libertad de elección, ya que cada corredora/a tiene la opción de seleccionar aquella marca que quiere calzar”.

Una sola placa y no repartida por toda la zapatilla

Otra de las limitaciones es el uso de placas rígidas, de cualquier material. Y la nueva reglamentación establece que dicha placa “puede estar en más de una parte, pero esas partes deben ubicarse secuencialmente en un plano” y no “apiladas o en paralelo ni tampoco solaparse”. Todo ello para evitar el polémico efecto catapulta que, de hecho, algunos expertos consideran que es la clave de la 4ª generación de Nike Vapor Fly: es decir, las Nike Alpha Fly que lució el actual recordman del mundo de maratón en el proyecto INEOS Challenge 1:59.

Tal y como ya pudimos ver en un artículo anterior en el que diseccionamos el interior de las Alpha Fly, la descomposición por placas sería su gran punto fuerte, acompañado por las bolsas de aire situadas en el antepié. De hecho, la placa única de carbono de las Vaporfly Next% pasó a estar dividida en 3 partes –como si fuera un sándwich- en el modelo lucido por Kipchoge en el Prater vienés. Logrando, con todo ello una reactividad sin precedentes dentro del mundo del atletismo y siendo motivo de dudas acerca de su homologación.

La importancia de estar en el mercado

Unas Nike Alpha Fly que, además, tampoco cumplen con el tercer punto a destacar del nuevo código establecido por la World Athletics. Para que una zapatilla sea homologada, debe haber estado disponible para su compra por parte de cualquier atleta en el mercado un mínimo de 4 meses antes de que pueda usarse en competición. Si no ocurre esto –tal y como sucede con las Alpha Fly, que son un prototipo que no ha llegado a su comercialización-, “dicha zapatilla será considerada como un prototipo y no se podrá usar” en competición. Por lo tanto, los tiempos logrados con estos ejemplares no serán homologados.

De todo ello se desprende una conclusión diáfana y llamativa: las Nike Alpha Fly son ilegales. La firma norteamericana aún no ha respondido a las medidas que se hicieron públicas la semana pasada. No obstante, como mínimo, mantiene intacta su gallina de los huevos de oro: las Nike Vaporfly Next%. Es decir, las mismas zapatillas con las que la keniana Brigid Kosgei batió en Chicago el histórico récord del mundo de maratón de Paula Radcliffe, estableciendo un crono estratosférico de 2:14:04. Con los nuevos criterios establecidos por la World Athletics, dicho récord está más que homologado.

“Si la World Athletics hubiera decidido ilegalizar ahora las Vaporfly Next%, de una tacada, se hubiera generado un buen revuelo y habría provocado la eliminación de la enorme cantidad de récords que se han batido con ellas”, alega el podólogo Albert Casas. E incluye otro argumento más de peso para justificar, en parte, la decisión salomónica de la World Athletics: “hay que tener en cuenta que nos encontramos en año olímpico y los atletas llevan ya mucho tiempo entrenándose con estas zapatillas para la cita olímpica”. “Lo que no se puede hacer en 6 meses es ilegalizarlo todo de golpe, sería injusto para los atletas que han confiado su preparación a estas zapatillas”, explica en sus propias palabras. Y el especialista deja una cuestión en el aire: “veremos si hay otra regulación una vez hayan pasado los Juegos Olímpicos”.

Los runners populares pueden respirar tranquilos

Ya por último, y aunque parezca evidente, dicha normativa de la World Athletics únicamente afecta a los atletas que compiten con ficha federativa en pruebas oficiales. Por lo tanto, en ningún caso, podría condicionar a los atletas aficionados. Eso sí, en caso de lucir algunas zapatillas que no cumplan con los principios establecidos, el juez de una carrera en concreto podría determinar su descalificación si entiende que se está incumpliendo el reglamento referido anteriormente. Por lo tanto, la duda ha quedado despejada de un carpetazo, aunque no con ello se ha dado por finalizada la polémica alrededor de esta cuestión.

¿Dopaje tecnológico o evolución?

En conclusión, las polémicas Nike Alpha Fly, que sólo hemos visto lucir a Eliud Kipchoge, son ilegales dentro del mundo del atletismo. Su hermana pequeña, las Vaporfly Next%, responsable hasta ahora de la superación de varios récords dentro del mundo de la larga distancia, puede seguir engordando su palmarés. Para los más oficialistas, la normativa de la World Athletics podría haberse quedado corta e incluso contradecir –sin sentido- el artículo 143.2 de la normativa de la IAAF. Dicho artículo deja claro que “el propósito de las zapatillas para competición es proporcionar protección y estabilidad a los pies y una firme adherencia sobre el suelo… y no deben estar construidas de tal modo que proporcionen a los atletas una ayuda o ventaja injusta”.

Comparativa entre el modelo Alphafly ilegalizado y la Vaporfly Next%, récord de ventas y de plusmarcas.

Tal extremo es el que ha defendido de forma reiterada el biólogo, doctor y profesor de Fisiología del Ejercicio y Rendimiento Deportivo en la Universidad del País Vasco, Jordan Santos. “Si la mejora que ofrecen las Vaporfly Next% es del 4% real y efectiva, no se entiende que la IAAF” y ahora la World Athletics “hayan homologado dicho modelo de zapatillas”.

En el lado contrario de la balanza, los partidarios de este tipo de evolución en el calzado consideran que se trata de un paso más más dentro del mundo del atletismo que se debería aplaudir, como por ejemplo en su día lo fue el paso de las pistas de ceniza al tartán. ¿Dopaje tecnológico o evolución? La cuestión sigue en el aire.


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