(23-9-2024). El Tigers Running Club se ha marcado como objetivo terminar este 2024 con cuatro centros operativos en Madrid y de cara a los próximos dos años se propone duplicar su red de efectivos en España mediante centros propios y franquicias. Abrió su tercer club hace dos semanas.
El Tigers Running Club abrió a principios de este septiembre su tercer centro en Madrid. Concretamente, sumó un nuevo club en el número 106 de la Avenida del Manzanares, por lo que ahora cuenta con dos centros propios y un franquiciado. El local de unos 150 metros cuadrados cuenta con una sala social, una sala de entrenamiento, taquillas y oficinas
Fundado en 2015 por Agustín Rubio, exdirector de marketing del retail de New Balance Iberia, se presenta como más que un club de corredores, ya que organiza entrenamientos, carreras, viajes, formaciones, eventos y varios tipos de iniciativas, además de colaborar con varias compañías, creando su propio club de running.
“Ofrecemos un servicio 360 muy completo que desde 2022 va a una gran velocidad, hasta el punto de contar ya con tres centros y una comunidad de más de mil corredores”, explica el directivo a CMDsport. Tras haber abierto en Madrid Río hace dos semanas, espera poder sumar otro establecimiento en los próximos meses, ya sea propio o mediante franquicia.
EXPANSIÓN POR ESPAÑA
“Estamos recibiendo solicitudes para abrir por toda España, pero no tenemos prisa, intentamos colocarnos en ubicaciones estratégicas, aunque los locales siempre son un lugar de paso”, indica.
“La idea es tener entre cinco y seis centros operativos en Madrid y realizar una apertura fuera de la capital hasta 2025, posteriormente queremos abrir por el resto del territorio estatal, por lo que no sería raro poder hacer entre tres y cuatro aperturas por ejercicio”, admite.
Su modelo funciona con una suscripción de 29 euros al mes e incluye entrenamiento presencial por grupos por niveles, así como un entrenamiento de fuerza. Este año también se ha marcado como objetivo alcanzar las cero lesiones por parte de sus usuarios.
1.000 SOCIOS
El Tigers Running Club cuenta con unos 1.000 socios, un 25% más que a cierre de 2023 (800), 11 empleados a jornada completa y desde 2022 su facturación se ha incrementado un 50% interanualmente. La enseña tiene socios de entre 4 y 82 años y un 60% de ellos son mujeres. Para abrir un centro, la inversión es de entre 40.000 y 60.000 euros.
También tiene el foco puesto en el segmento corporate, por lo que arma clubes en las sedes de las compañías, como es, por ejemplo, el caso de Mahou San Miguel, EY, Asisa o Endesa.
“Un empleado sano y contento produce más, no se pone de baja y conecta mejor con los demás, en total tenemos ocho clubes corporativos, lo que representa sumar entre 400 y 500 personas”, destaca.
EL MEJOR MOMENTO DE LA HISTORIA
“Los indicadores muestran que estamos en el mejor momento de la historia del running: es sólido y duradero, ya que actualmente vive un momento brutal”, opina Rubio. “Es una industria consolidada y madura y tiene más capacidad de discernir que hace 20 años”, puntualiza.
“Los proveedores y el retail también están en plena transformación y el mercado de hoy es diferente al de hace dos años, ya que los grandes gigantes han ido cediendo cuota de mercado y han entrado marcas que ni se conocían, pero que son auténticas y exclusivas, y están ganando terreno por méritos propios”, analiza.
EL RETO DE LA INDIVIDUALIZACIÓN
“Ahora el catálogo y las opciones del consumidor son mayores y este tiene lo mejor de comprar lo mejor para él”, sostiene. De hecho, “lo que pedimos ahora a las marcas y a las tiendas como consumidores es un cierto nivel de individualización porque hay un cliente al que le gusta que le atiendan y que le expliquen qué producto necesita en función de su pisada, uso o reto”.
Sin duda, expone, “estamos camino de una profesionalización total de la industria en todas las líneas, pero seguirá evolucionando, por lo que el que no se mueva no se puede quedar atrás”.
El directivo también considera que “en la parte de los clubes de corredores hay que ofrecer una propuesta sólida, como el caso de Tigers Running Club, porque hay que demostrar que el entrenador puede trabajar a jornada completa, hacer carrera y disfrutar de su pasión”.
No hay comentarios
Añade el tuyo