Aspectos como la climatología, el cambio horario o el choque cultural son importantes y hay que tenerlos en cuenta a la hora de prepararse para correr en otro país. En este caso, queremos dar unos consejos para aquellos que se propongan correr en lugares con bajas temperaturas y un alto índice de humedad. El Maratón de Tokio, que se celebra en febrero, puede ser un ejemplo en este sentido. El entrenador Javier Cortés Huete ha corrido en Japón y nos da algunos consejos.
Correr a cero grados y con un elevado grado de humedad puede ser toda una experiencia, sobre todo si no se está acostumbrado al frío. Por ello es importante tener en cuenta este aspecto si el objetivo es prepararse para competir en pruebas que se programan en países con estas características climáticas, como puede ser el caso del Maratón de Tokio. Pero tampoco hace falta obsesionarse, en este sentido el entrenador Javier Cortés Huete, que ha corrido en Japón, explica que “en febrero el frío en Tokio está asegurado pero en esta época en nuestro país también hace frío y además, los corredores que entrenan en ciudades como Barcelona están acostumbrados a hacerlo con bastante humedad, así este no tiene que ser un gran problema”.
Cambio horario
Las ocho horas de diferencia horaria sí pueden ser un problema. “A nivel fisiológico sí hay que tener en cuenta el cambio horario. Cuando en casa estamos durmiendo, en Tokio estás empezando un maratón”, explica Javier Cortés, quien en este sentido apunta que hay que atender a este aspecto a la hora de planificar y “durante las dos semanas anteriores a la competición se deben ajustar las horas de entrenamiento para ir acostumbrando al cuerpo. Por ejemplo, si tenemos la posibilidad de entrenar por la mañana o por la tarde lo mejor sería hacerlo a primera hora o a última. Otro factor a tener en cuenta es intentar adaptarse al cambio horario desde el primer momento, ya incluso durante el viaje, para que cuando lleguemos a Tokio podamos adaptarnos al horario inmediatamente. Por lo demás, la programación ha de ser la habitual”.
Gran competitividad
Correr en Japón es una experiencia “muy exótica” según explica el entrenador quien hace incidencia en la diferencia cultural. “Allí el maratón es casi una religión. Se valora mucho el esfuerzo que supone terminar la prueba y el ser simplemente corredor del maratón es como si estuvieras a un nivel superior en la escala ciudadana, se valora muchísimo”. Por otra parte hay que tener en cuenta el elevado grado de competitividad. Recuerdo que salí a un ritmo fuertísimo de carrera y que aun así iba bastante retrasado. Eso sí, luego su rendimiento decae bastante”.
Una experiencia sin duda única para aquellos runners que quieren dar un paso más en su calendario de carreras.
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