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RUNNING

10 consejos para correr con seguridad en la ciudad y por carreteras

Guía para evitar accidentes y atropellos

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Cuando se corre entre vehículos es importante extremar la atención, seguir las normas de circulación vial y vestirnos con prendas reflectantes. Imagen: DGT.

(26-9-2018). Correr por vías en las que circulan vehículos rodados debe hacernos extremar las precauciones si no queremos sufrir un accidente o incluso un atropello, como el que le ha ocurrido al maratoniano Martín Fiz recientemente. Os damos 10 consejos para hacer más segura la salida de running.

El maratoniano Martín Fiz tuvo que ser hospitalizado hace menos de una semana tras ser atropellado mientras corría por los aledaños de Vitoria, su ciudad natal. El resultado, un susto tremendo y 4 costillas rotas. El suceso tuvo lugar cuando Martín y el grupo de corredores que lo acompañaba intentaban cruzar un paso de peatones. El coche esperó a que cruzara todo el gentío de runners, pero no se dio cuenta de la presencia del campeón del mundo de maratón en 1995. Fiz cerraba el grupo. Uno de los retrovisores del vehículo golpeó en su costado y el vitoriano cayó al suelo.

Este episodio ha puesto de manifiesto algunos de los peligros y riesgos que tiene correr por la carretera y en la ciudad. Con el auge del mundo del running, son muchos los que optan por entrenar en la carretera o en vías en las que hay que convivir con vehículos de diferentes tamaños y cilindradas. El kilometraje marcado -plenamente fiable a la hora de poder seguir un ritmo concreto- y simular las condiciones del día de carrera son dos de los elementos de peso para esta elección concreta, superando incluso los contras.

Según datos que maneja la Dirección General de Tráfico (DGT), son más de 2 millones de personas las que corren por calles y carreteras. Sin embargo, salir a correr por tu ciudad o por las carreteras que la circundan puede convertir esta actividad física en un deporte de riesgo si no tomamos las precauciones necesarias.

10 consejos para correr con seguridad

1. Ya sea durante el día o por la noche -tras una larga jornada de trabajo-, son muchos los deportistas que salen a trotar por estos escenarios. En este sentido, la primera premisa que deberíamos tener clara a la hora de salir a correr por la ciudad o por la carretera debería ser la visibilidad.

Los runners somos agentes extraños en la carretera. No somos ni camiones, ni coches, ni motos…, y los conductores no están acostumbrados a encontrarnos en este tipo de situaciones. Por lo tanto, es esencial que nos vean. Además de escoger colores chillones en nuestro atuendo, es fundamental también que llevemos algún componente reflectante en nuestra indumentaria. No hacerlo puede suponer un peligro para nosotros mismos, pero también para los demás. Esta pieza de ropa reflectante cobra especial importancia -es una condición sine qua non, de hecho- si galopamos durante la noche o en horas de luz escasa.

Si a esta ropa llamativa le añadimos una luz LED que podemos encontrar en cualquier tienda a bajo coste, pues mucho mejor. La luz nos dará visibilidad para los coches, además de alumbrarnos el camino ante piedras y posibles agujeros peligrosos en el asfalto.

Cuando se corre entre coches es más seguro escoger prendas con gran visibilidad, con elementos reflectantes e, incluso, iluminación led.

Como si de la capa de invisibilidad de Harry Potter se tratara, debemos imaginar que somos inexistentes para el resto de ocupantes de la vía. Cuando escogemos la ropa para salir, debemos hacernos esta pregunta: ¿qué piezas me harán parecer una discoteca andante, visible a centenares de metros de distancia? Pues esas serán las oportunas, aunque, por un día, dejemos de lado la combinación de colores y el estilo que muchos quieren seguir a rajatabla. Lo esencial es hacerse visible, no si los colores de nuestra vestimenta casan entre sí.

2. Cuando trotamos por este tipo de vías, no debemos olvidar que hay que cumplir con una serie de normas que van a minimizar nuestro peligro y, al mismo tiempo, van a dar seguridad a los conductores. Correr por la carretera no supone que pueda hacerlo por donde me plazca, como si estuviera en la montaña o en cualquier camino alejado del tráfico. Es esencial saber qué lugar debemos ocupar. En este caso, se trata más de una obligación que de un simple consejo. Según establecen las propias normas de la DGT, debemos mantenernos en el margen izquierdo de la carretera cuando el tráfico nos viene siempre de cara (es decir, debemos correr por el arcén del sentido contrario de la circulación).

Ésta es la forma más adecuada de mantener la circulación en una vía y tener controlados los coches que hay a nuestro alrededor. Además, siempre es mucho más fácil reaccionar cuando un vehículo nos viene de cara ante cualquier eventualidad, que tener que girarse cuando éste se dirige hacia nosotros por la espalda. Y los conductores, por su parte, también nos verán siempre con mayor facilidad si nos ven de frente.

3. También podemos ayudarles si indicamos cualquiera de nuestros movimientos, advirtiéndoles de nuestras intenciones en todo momento, respetando siempre el tráfico y sus normas de circulación.

4. Paralelamente, debemos estar muy pendientes de los cambios de rasante. Estos, combinados con las puestas de sol, pueden hacernos casi invisibles. Por lo tanto, no está de más extremar todas estas reservas en estos escenarios y en determinadas horas del día. A última hora de la madrugada y a primera hora de la jornada puede que los conductores estén más cansados o dormidos y, por consiguiente, menos atentos. Siendo conscientes de ello, nosotros no debemos poner en peligro nuestra propia seguridad. Si es posible, pues, deberíamos esquivar correr en estas franjas horarias.

5. La visibilidad y el lugar se convierten en aspectos nucleares a la hora de correr por vías asfaltadas, con cierto tráfico, o por la ciudad si debemos formar parte -en algún momento- del amalgama de vehículos que circulan por ella. Pero no lo es menos la atención. Correr es una actividad que nos permite desconectar del mundo. Que nos lleva a un estadio de paz y calma con nosotros mismos, muchas veces después de un arduo día de trabajo. No obstante, cuando corremos en la carretera no debemos desconectar del entorno que nos rodea.

6. Así pues, hay que ir con todos los sentidos alerta y poder anticiparse a cualquier eventualidad. Lógicamente, hay que olvidarse de correr con música, como hacemos en otros lares. Y es que la música nos distrae, rebaja nuestro nivel de atención y nos imposibilita poder recibir señal acústica alguna que nos avise de un peligro inminente. Por lo tanto, correr sin cascos debería ser no sólo un consejo, sino una imposición si en nuestro recorrido de entrenamiento interactuamos en algún momento con la circulación. El sonido de un claxon o de un vehículo a motor que se acerca pueden marcar la diferencia para un corredor en momentos determinados.

7. La mayoría de las carreteras tienen un arcén amplio. Siempre que sea posible, es preferente correr por el arcén que ocupar una parte de la calzada (siempre por el lado izquierdo, tal y como hemos advertido anteriormente). Además, si tenemos conocimiento del trayecto que vamos a completar, es apropiado tener en cuenta alguna vía de escape en caso que sea preceptivo. Esto es, si la vía se estrecha o hay mucho tráfico, deberíamos tomar algún recorrido alternativo que sea más seguro.

Correr por el arcén siempre que sea posible y extremar las precauciones e, incluso, evitar las zonas de poca visibilidad como cambios de rasantes, son otros consejos a tener en cuenta.

8. Las sugerencias anteriores se refieren, básicamente, al momento de autos. Consejos determinados del mismo momento en el que estamos corriendo. Pero también podemos incorporar otras a nuestra práctica como una manera de funcionar que también da más seguridad a nuestro entorno. En este aspecto, no estaría de más dejar una nota o enviar un mensaje a nuestro marido, mujer, padre, madre… cuando salgamos a practicar running. En ella, delimitaríamos la ruta que tenemos previsto completar. En caso de retraso, siempre podrán salir a buscarnos. No sería la primera vez que un corredor o corredora ha quedado herido en una cuneta fruto del choque con otro vehículo en un camino con poco tránsito.

9. Llevar alguna identificación encima cuando vamos a correr debería ser tan esencial como atarse bien los cordones antes de iniciar nuestra actividad. Este consejo debería valer para todos los casos y contextos posibles, pero aún más si nuestro cometido es entrenar junto a los vehículos. Ser fácilmente reconocible y permitir avisar a nuestros familiares en caso necesario, y con la mayor celeridad posible, es otro punto a nuestro favor. En este sentido, hay algunos atletas que prefieren salir con el móvil a cuestas para poder solicitar ayuda en caso necesario. Cualquier previsión puede ayudar aunque el volumen del celular pueda parecernos un estorbo en nuestra indumentaria runner.

10. Hay que tener en cuenta que las carreteras están hechas para los vehículos y, nos guste o no, nosotros somos agentes ajenos, extraños, en este marco. De esta forma, como si de conductores y conductoras se tratara, debemos cumplir y respetar las normas pertinentes cuando trotamos por ellas. La prudencia y la atención son ejes básicos para minimizar el riesgo al cual nos exponemos si corremos por vías circulatorias. Mirar bien antes de cruzar un stop, o ponderar las precauciones cuando cruzamos por una incorporación a la vía pueden ser la gran diferencia entre lamentar un desastre o poder seguir haciendo aquello que más nos gusta: correr. Y es que correr siempre debe ser una actividad saludable, pero también segura y fiable.

 

 


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