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RUNNING

Las claves para escoger un buen sujetador deportivo

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(9-10-2019). Correr de forma cómoda es fundamental para llegar a disfrutar de nuestro entrenamiento. Y, en el caso de mujeres, la importancia del sujetador es capital. Y es que, contrariamente a lo que algunas –pocas, por suerte- mujeres piensan, es preciso correr con un sujetador específico para practicar running.

El sujetador es una prenda básica, un must en el armario femenino. Seguro que cada una de vosotras tiene un sujetador para cada ocasión diferente, que utilizáis dependiendo del momento y del atuendo que llevéis (vestido de noche, ropa casual, atuendos de verano, etc.). A todo este elenco de sujetadores distintos, si aún no lo tenéis, deberéis añadir vuestro sostén de deporte. Como en la elección de un sujetador de vestir, es necesario que también dediquéis el tiempo necesario en su proceso de selección.

En función del tamaño, peso y necesidades del pecho de cada mujer, necesitará un tipo de sostén u otro. Cualquier mujer que haya corrido un mínimo de kilómetros, será consciente ya de la significación de elegir las zapatillas más adecuadas para correr. Pues, en este caso, prestar atención a la elección de su sujetador deportivo podríamos decir que se sitúa en el mismo peldaño de importancia. No todas las mujeres tienen el mismo tipo de pisada, como no todas las mujeres tienen el mismo tipo de pecho, ni idéntica anatomía y, por lo tanto, las necesidades difieren.

Es igual de importante elegir las zapatillas adecuadas para correr que el sujetador deportivo adecuado

Efecto compresión, pero sin sentir opresión

Lo más importante, tal y como afirma Maria Muñoz, corredora de maratones desde hace más de 5 años, “es sentir que mi pecho queda recogido y bien sujeto, para evitar que se mueva en exceso cuando troto”. De hecho, gracias a esta sensación de recogimiento y buena sujeción, “puedo evitar movimientos que al correr puedan ser incómodos y, en el peor de los casos, hasta dolorosos”.

Expertos médicos alertan, en este sentido, que el running es un deporto de medio y alto impacto para esta zona de nuestro organismo: el pecho. Esta corredora en concreto incluso va más allá al afirmar que “lo primero que tengo en cuenta en la elección de un sujetador deportivo es su capacidad de sujeción, la estética y que sea más o menos bonito, es secundario”.

Tal y como señala el entrenador personal y preparador físico Albert Cabezas, “el pecho tiene un movimiento al correr y puede llegar a moverse varios centímetros”. Por este motivo, hay que ser conscientes de ello “para evitar movimientos no deseados que, a la larga, puedan provocar problemas de salud que incluso generen roturas en la piel y/o ligamentos que sujetan los pechos, además de lesiones en la espalda por no adoptar una postura correcta”, por citar sólo algunos ejemplos. Y la forma de evitar este movimiento es lograr un efecto de compresión sobre esta zona de nuestro cuerpo, además de un recogimiento, que ejerce una fuerza vertical.

¿Cómo puedo saber si un sujetador deportivo me va bien?

Continuando con el argumento anteriormente expuesto por el entrenador Albert Cabezas, “el sujetador debe tener un ligero efecto de aplastamiento del tejido contra el pecho, dificultando su movimiento, pero sin restar movilidad cuando corremos ni tampoco dificultar nuestra respiración”. Es lo mismo que nos relata Maria Muñoz, “cuando selecciono un sostén deportivo, necesito sentir un ligero efecto de presión, sin pasarse ni llegar a la opresión, sobre mis pechos que limite su rango de movimiento”. Y prosigue, admitiendo que “al principio, cuando no estás acostumbrada, puede resultar un poco incómodo, pero cuando te acostumbras te das cuenta de la importancia de usar un sostén técnico”. Hay por lo tanto, un abismo entre “correr con un sujetador de vestir y hacerlo con una prenda de este tipo”.

La importancia del material

A parte de la sujeción y compresión que hemos comentado previamente, es nuclear fijarse en el material en el que está fabricado el sujetador. Básicamente, el almohadillado interior y el tipo de tejido de fabricación. Y es que “para evitar que el sudor se acumule en esta parte del cuerpo, debemos escoger un material que transpire bien y seque rápidamente el sudor”, afirma Maria Muñoz como usuario. Albert Cabezas, en este sentido, señala que “el tipo de tejido ideal para este tipo de prendas no deja de ser el mismo que se recomienda para las camisetas y demás prendas de correr: las microfibras son mucho mejor que el algodón, ya que éste se mantiene húmedo con el paso de los kilómetros”.

En el caso de los sujetadores deportivos, la microfibra es más recomendable que el algodón

Se trata de prendas que incluyen tecnologías que evacúan rápidamente el sudor y el calor, facilitando un secado rápido de la prenda y también de la piel con la que ésta está en contacto. De esta forma, con este tipo de materiales, “se evitan las temidas llagas y rozaduras que pueden llegar a ser muy molestas”. En este aspecto, y para evitar males mayores, “hay algunas corredores como yo que optamos por untarnos la parte central e inferior de nuestros pechos con algo de vaselina para evitar que estas rozaduras puedan aparecer con el sudor y el paso de los kilómetros”.

Además del material, también es importante la forma del sujetador. Y, en este caso, nos referimos a los tirantes. “Con unos tirantes anchos y cruzados a la espalda –y que sean ajustables- te sientes mejor y notas que el sujetador queda mejor agarrado a tu cuerpo”, nos comenta, con sinceridad, Maria. Esto tipo de sujeción “te permite una libertad de movimientos más amplia en tus brazos y evitas que el tirante se te clave, de forma incómoda, en la zona de los hombros, si llevaras unos tirantes tan finos como los que puede tener un sostén de vestir”, añade a modo de explicación. Al igual que en el caso de camisetas, pantalones y calcetines, la mayoría de fabricantes están trabajando mucho en la cuestión de las costuras. Que éstas sean cada vez más limpias y evitando elementos que puedan ser incómodos en su fricción con nuestra piel es de vital importancia, ya que “ganaremos en comodidad, soporte y transpiración”, nos cuenta Albert Cabezas.

Mi talla, una cuestión capital

Como en un sostén de vestir, saber seleccionar la talla adecuada es una cuestión fundamental de cara a sentirnos cómodo con él. Los sujetadores deportivos también tienen su tallaje en números para el contorno y en letras para la copa. Sobre este aspecto, la corredora Maria Muñoz nos ofrece un consejo de lo más útil y que, de hecho, lo ha vivido en primera persona. “Siempre evito comprar sostenes deportivos que siguen el número de tallas habitual de la ropa, es decir, S, M, L, XL… ya que no se adaptan tan correctamente, y de forma tan específica, a los pechos”. Maria nos cuenta una leyenda urbana que, en algunos casos, se llevó a la práctica. “Hace años, bastantes, antes del boom del running, algunas corredoras llevaban 2 sujetadores cuando iban a correr, ya que de esta forma conseguían la sensación de sentir mayor sujeción de los pechos al trotar y evitar un efecto rebote”. Por suerte, la evolución de materiales y tecnología ha dejado esta práctica residual en el olvido.

Probar antes de usar. Se trata de un axioma universal que debe ser mandamiento obligatorio en este caso. Probarse la ropa interior siempre es una cuestión que genera debate. Pero, en el caso de sujetadores deportivos, es preciso probárselos antes de comprarlos, incluso más que en una prenda de vestir, ya que tienen un uso técnico y específico. Además, hay que tener en cuenta que el tallaje puede ser sensiblemente diferente entre una marca y otra. “Debes tener en cuenta que se ajuste bien a nivel de contorno y copa, para que tu pecho quede perfectamente recogido, sujeto y compacto y, además, te sea cómodo, sin impedir una libertad de movimientos (intenta saltar arriba y abajo, inclinarte hacia adelante y levantar los brazos; todo este lo deberías poder hacer sin dificultad alguna)”, explica la corredora consultada para este artículo.

La vida útil de un sujetador deportivo

Como en el caso de las zapatillas, “un sostén deportivo también tiene una vida deportiva limitada” , manifiesta el entrenador personal Albert Cabezas. “Puede varias de un fabricante a otro, como las tallas, pero quizás podríamos establecer una generalización de que la mayoría de sujetadores deportivos deberían pasar a mejor vida tras unos 72 lavados (o unos 7-8 meses después de haberlos comprado)”. Es difícil controlar el número de lavados, pero sí podemos estar pendientes del estado del tejido y los materiales con los que están hechos, ya que, con el paso del tiempo y el uso, “estos pueden perder las características y tecnología con la que han sido diseñados”,agrega Cabezas. La pérdida de elasticidad, la aparición de pliegues no naturales o la necesidad de ajustar los tirantes cada vez que los usamos son algunos de los síntomas que nos pueden hacer ver que debemos comprar un nuevo sujetador. Un nuevo sostén que cumpla, específicamente, con los argumentos anteriormente citados: que recoja bien, sujete mejor y que ofrezca una compresión que no conlleve ninguna rozadura para nuestra piel.

 


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