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RUNNING

Según una investigación española

Correr disminuye el riesgo de padecer cáncer de colon y de recto

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El estudio sobre los beneficios del running para la prevención del cáncer de colon y de recto, determina que es más importante la duración del ejercicio físico que no la intensidad.

(24-5-2017). Un nuevo estudio, esta vez realizado por el Instituto de Investigación del Hospital Clínico de Valencia-Incliva, ha relacionado la práctica del running con una disminución del riesgo de cáncer gastrointestinal, sobre todo el cáncer de colon y recto.

El estudio, realizado en colaboración con investigadores de la Universidad de Verona (Italia) y publicado en la revista internacional “Oncotarget”, ha medido con precisión los niveles sanguíneos de ácidos biliares en 30 corredores aficionados antes y después de participar en una media maratón (21,1 kilómetros).

Los investigadores observaron que la concentración de ácidos biliares, sobre todo los nocivos, disminuye sustancialmente en las carreras de media distancia, según ha informado el hospital Clínico. Del mismo modo, concluyeron que la reducción de los niveles de ácidos biliares a nivel sanguíneo a través de la práctica de ejercicio físico es independiente de la intensidad del ejercicio, pero sí estaría correlacionada con la duración del mismo.

Tecnología fiable y de alta precisión

Este estudio ha sido posible gracias a la utilización de una técnica compleja pero “muy fiable y de alta precisión”, la cromatografía líquida acoplada a espectrometría de masas (LC-MS/MS), que ha permitido medir con mucha exactitud los niveles sanguíneos de ácidos biliares, “con el mínimo error”.

El investigador del Incliva, Fabián Sanchis-Gomar, ha explicado a EFE que dicha técnica se había utilizado previamente para determinar las concentraciones sanguíneas de ácidos biliares, pero nunca para analizar los cambios inducidos por el ejercicio físico, y además en este estudio han ampliado el panel de ácidos biliares analizados. Ha indicado que los ácidos biliares “provocan un daño celular directo debido al estrés oxidativo, daño al ADN y mitocondrias, inhibición de los procesos de proliferación neoplásica y aumento de la resistencia de las células neoplásicas a los mecanismos inmunitarios que impiden su crecimiento”.

Según Sanchis-Gomar, la disminución de los niveles de ácidos biliares a nivel sanguíneo a través de la práctica de ejercicio físico es independiente de la intensidad del ejercicio, ya que se correlaciona con la duración del mismo, y “esto significa que no es necesario ser un atleta de alto nivel para obtener estos beneficios”.

A su juicio, este descubrimiento representa una confirmación adicional de que hay que promover el ejercicio físico y que la práctica de ejercicio podría ser considerada como una herramienta terapéutica más, incluso para pacientes que ya hayan sido diagnosticados de neoplasias como el cáncer de colon o recto.

Proyecto Run For Science

Ha precisado que este estudio forma parte de un proyecto denominado “Run For Sciencie”, iniciado en abril de 2014, que sigue en marcha y en el que siguen estudiando los efectos inducidos por la práctica del running. “En pautas generales, yo recomendaría mantenerse lo más activo posible, dentro de las posibilidades”, ha señalado el investigador, quien ha explicado que se ha demostrado que la práctica de ejercicio físico disminuye la incidencia de ciertos tipos de cáncer, como el de mama, próstata o colon.

Ha admitido que se necesitan estudios adicionales para poder determinar qué periodos o pautas de ejercicio físico serían las recomendables, pero ha destacado que han encontrado “una evidencia que se desconocía” y que sugiere plantear el ejercicio físico como posible terapia coadyuvante.

(Fuente: Efe).


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