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Qué son los desequilibrios musculares y cómo eliminarlos

Beneficios de realizar un test de desequilibrios

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Los desequilibrios musculares no indetificados y trabajados pueden derivar en una merma en el rendimiento deportivo, así como en episodios de dolor y lesiones.

(9-10-2019). Todo ser humano dispone un lado del cuerpo muscularmente más fuerte que el otro. Se producen unos desequilibrios que pueden llegar a mermar el rendimiento deportivo, e incluso a causar dolor. Conocer dónde se encuentran es el paso previo a trabajar para eliminar la descompensación.

La jerga popular siempre ha asimilado una máquina perfecta con el cuerpo humano. Está equiparación no es del todo cierta. Sí podríamos decir que nuestro organismo funciona como una máquina perfectamente engrasada, pero este movimiento no es siempre equilibrado. Los músculos pueden tener desequilibrios importantes. Es más, puede llegar a ocurrir que esta descompensación de un músculo con respecto al mismo del lado contrario llegue a ser muy alta. Y, en este punto, cobra especial relevancia el test de desequilibrios musculares que ofrecen desde el centro médico deportivo Ergodinámica.

Tal y como nos cuenta el experto de este centro Fabrizio Gravina –es el encargado de llevar a cabo personalmente este tipo de análisis-, el test de desequilibrios musculares ofrece datos útiles a entrenadores, preparadores físicos y también al propio deportista. El objetivo es cuantificar con detalle el estado de forma muscular de un/a deportista en concreto y, de esta forma, poder planificar y realizar un plan de desarrollo muscular adecuado y coherente con los resultados obtenidos.

Con los resultados de este test en la mano, un profesional tiene todos los argumentos bajo su mano para prescribir un plan de ejercicios específico encaminado al refuerzo muscular en función de las necesidades individuales de cada deportista. De hecho, el origen de este análisis no es otro que el del descubrir y conocer aquellas zonas más débiles de nuestra musculatura para reforzarlas con un trabajo particular, reequilibrando así las asimetrías musculares y mejorando el gesto deportivo.

¿Quién puede beneficiarse de un test de desequilibrios musculares?

Va dirigido, en general, a todas aquellas personas que deseen conocer con exactitud sus niveles de fuerza y simetría muscular. De hecho, más en particular, puede ser una herramienta muy útil para deportistas que necesitan una mejora de su calidad muscular. Una mejora que puede ir dirigida en dos direcciones: para prevenir lesiones y/o mejorar su rendimiento. Y es que este tipo de pruebas nos permitirán conocer, con exactitud, los niveles de fuerza y simetría muscular.

El test de desequilibrios musculares es positivo para deportistas con un buen desarrollo muscular, que pueden aumentar incluso más su rendimiento, como en aquellos deportistas que tienen más lagunas y requieren de una mejora en su calidad muscular. También hay que tener presente que, en el caso de personas sedentarias, la descomposición muscular asociada a la debilidad asimétrica muscular, normalmente, puede acabar en dolor. De aquí, por lo tanto, la necesidad de trabajar en un equilibrio muscular adecuado, sea cual sea nuestra motivación (salud o deporte, o ambas).

¿Qué parámetros se analizan en un test de desequilibrios musculares?

  • Análisis de la respuesta eléctrica muscular con electromiógrafo
  • Determinación de la fatiga muscular a través del estudio de la curva fuerza/velocidad por grupo muscular
  • Perfil muscular detallado por grupo muscular
  • Grabación y análisis del movimiento junto con la valoración de la fuerza para estudiar y mejorar la ejecución del gesto deportivo
  • Valoración de los parámetros espacio temporal (tiempos de contacto, fase de vuelo, fase de apoyo, fase propulsiva)
  • Análisis del salto (Squat jump, Coutermovement Jump, Drop Jump)
  • Test de Stiffness (analiza la fuerza de reactividad)
  • Análisis de resistencia de fuerza
  • Análisis de fuerza explosiva

Hay que tener en cuenta que los desequilibrios musculares comprometen un resultado deportivo óptimo. Afectan, por lo tanto, al rendimiento. Y es que si un grupo muscular es inferior en una parte del cuerpo con respecto a su otro lado, éste deberá llevar a cabo un efecto compensación para que nuestro organismo realice el gesto deportivo –o la actividad deportiva concreta- de la forma más adecuada y mejor posible. Teniendo en cuenta esto, una adecuada valoración de cómo está nuestro cuerpo a nivel muscular nos dará muchas pistas de cómo podemos funcionar.

Tal y como nos señala Fabrizio Gravina, “en corredores de resistencia, cuando las reservas de glucógenos se van agotando, nuestras capacidades contráctiles se reducen y entra la fatiga”. Y prosigue ofreciendo datos concretos: “hemos observado que los pacientes con asimetrías más evidentes están más en riesgo de sufrir una lesión cuando entran en fatiga”. Gravina ha trabajado muchas veces con atletas con altísimas capacidades cardiovasculares y, en estos casos, “es muy interesante observar cómo pequeños ajustes dirigidos a la mejora de las cualidades musculares tienen un resultado directo en la mejoras de las marcas personales.

El peligro de lesión

El peor estadio de la atrofia muscular, lógicamente, es la lesión. La descompensación suele terminar en dolor, y éste será mayor o menor en función de la intensidad de la que dotemos a nuestros entrenamientos. En este tipo de situaciones, por lo tanto, “la descompensación no sólo compromete nuestro rendimiento como deportistas, o como corredores en este caso, sino que acaba provocando un corte brusco, un stop necesario en nuestra actividad” advierte el preparador físico. Y es que, en estos casos, nuestro cuerpo “se muestra incapacitado para compensar los desequilibrios ante la intensidad de la carga de trabajo”. Gravina nos explica que la lesión deportiva, cuando no es por traumatismo es sólo la punta del iceberg de todos los antecedentes personales biomecánicos del deportista. “Es la más visible, la que más nos frustra y que nos hace comenzar a pensar que algo no va como debería ir” añade.

De esta forma, “siempre es muy importante comprender por qué nos lesionamos, cuál es el origen de la lesión y cómo podemos trabajar para que no volvamos a lesionarnos”. Y esto, si cabe, aún es más importante en deportes cíclicos como puede ser el running, en el que el gesto técnico se repite infinidad de veces y “cobra más importancia valorar y trabajar eventuales asimetrías musculares”. Y es que “en la mayoría de casos –según palabras del especialista- nos encontramos con lesiones derivadas de un desgaste mecánico, que tienen un origen lejano respecto al momento en el que sentimos dolor”.

Trabajar la técnica y la estabilidad

Por lo tanto, sea cual sea nuestra necesidad, Gravina incide, nuevamente, en la necesidad de “una correcta valoración funcional para identificar cuáles son nuestros desequilibrios musculares para trabajar de forma específica para reducir dicha descompensación”. Y amonesta diciendo que “el trabajo de fuerza es importante, pero más importante es saber qué fuerza debo realizar”. Nuestro cuerpo “es un gran compensador, pero no tenemos que aprovecharnos demasiado de esta capacidad, porque antes de trabajar la alta intensidad y el volumen, podemos poner en riesgo parte de nuestras estructuras músculo esqueléticas”. Por este motivo, recomienda hacer un trabajo preventivo a nivel postural, de estabilización articular, etc.

Información de contacto:

www.ergodinamica.com

@Ergodinamica

 


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