Quantcast

RUNNING

De la mano del deportista, aventurero y escritor Albert Bosch

Decálogo para afrontar los retos deportivos de 2016

retos-running

(23-12-2015). Finalizar un año y empezar otro siempre es sinónimo de balance y de nuevos propósitos. A nivel deportivo, llega el momento de repasar el calendario y observar qué aciertos y/o errores hemos acumulado en los retos planteados. Y, sumando esta experiencia a nuestra vida -como corredores, en este caso-, pues aprender de cara al calendario de 2016.

La motivación es el motor de todo deportista. Y la gasolina que hace funcionar este motor no es otra que el sacrificio del día a día. Aunar en su proporción adecuada trabajo, responsabilidades familiares y entrenamientos es la llave que puede determinar nuestro rendimiento deportivo. Desde CMDSport hemos querido definir un decálogo para planificar los retos de 2016.
Para ello, hemos contado con la ayuda y colaboración del deportista, emprendedor y escritor Albert Bosch. Un hombre que cruzó la Antártida desde el mar hasta el Polo Sur, entre otras muchas proezas y aventuras y que, por lo tanto, es una enciclopedia en cuanto a motivación y generación de objetivos se refiere.

En primer lugar, Bosch advierte que dicha lista de propósitos “la deberíamos hacer más a menudo, y no sólo cuando acaba el año, a finales de diciembre”. Aun así, “sea por el motivo que sea, lo importante es aprovechar esta oportunidad para reflexionar acerca de nuestras prioridades y objetivos en el futuro a corto plazo”. Ello nos permitirá “maximizar las actitudes y las acciones para que las expectativas creadas se puedan convertir en realidad”.

No caer en estereotipos de motivación

La motivación es diversa para cada uno de nosotros. Bien es cierto que, hoy en día, podemos encontrar lemas inspiradores por todas partes. El deporte, el running en este caso, se ha puesto de moda, y también ha sucumbido a la fuerza del márqueting. En este sentido, Albert Bosch opina que se “ha abusado demasiado de expresiones simplonas como aquella que dice que ‘si lo puedes soñar, lo puedes hacer’ o ‘puedes conseguir todo lo que te propongas’, por citar dos ejemplos claros”.
A su modo de ver, “responden más a una fórmula de motivación rápida, superficial e inútil si no van acompañadas de sustancia, compromiso y mucho trabajo”. Decir que “si lo puedes soñar, lo puedes hacer” es una afirmación que, en sí misma, “es una tontería”, en palabras de Bosch. Y se explica. “Yo no puedo soñar ser campeón olímpico de los 100 metros lisos, ni tampoco ganador del Gran Slam Roland Garros de tenis”. O, incluso, en un terreno más social, “tampoco puedo soñar ser el descubridor de la vacuna contra la malaria”. Nunca será una realidad. Y el también escritor añade: “únicamente podemos hacer aquello que soñamos dentro de un margen determinado, teniendo en cuenta nuestras capacidades”. Y, aún teniendo en cuenta todo esto, “requeriremos  un proceso determinado para poder conseguirlo, ya que únicamente soñando no conseguimos nada”. De hecho, “sólo se consigue aquello que se persigue de verdad”.
De estas afirmaciones, volvemos a sacar la conclusión que el motor que debe guiarnos es la motivación (lo que soñamos) y la gasolina es la dedicación (trabajar, teniendo en cuenta nuestras limitaciones y posibilidades reales). Hay que tocar, pues, con los pies en el suelo.

albert bosch

Albert Bosch participando en Jungle Marathon.

Decálogo para planificar el 2016 deportivamente

Albert Bosch ha conseguido elaborar un mapa muy diáfano de la definición de objetivos, basándose en su propia experiencia. A parte de la aventura en el Polo Sur, donde caminó sin asistencia 1.200 quilómetros en 65 días en las condiciones más extremas que se pueden vivir (y emulando la expedición de Roald Amundsen de 1911), Bosch también ha completado el proyecto “Siete Cumbres” (escalar las montañas más altas de cada continente, culminando con el Everest) o ha participado en 9 Rally Dakar (2 en moto y 7 en coche) y en innumerables carreras de motos y coches. También es corredor habitual de ultramaratones y ha tomado parte en más de 100 carreras o retos en diferentes disciplinas de deportes extremos. Así pues, sabe de qué habla cuando nos lanza el decálogo que os adjuntamos a continuación.

1. Elección. Hay que escoger bien la lista de los nuevos propósitos para 2016. Y sobre todo, convertir estos propósitos en proyectos reales. Para ello, es importante tener en cuenta las limitaciones y capacidades, como hemos comentado anteriormente. Albert Bosch deja claro que “no todos nuestros deseos se podrán convertir en realidad, por lo tanto, hay que asumir un coste de oportunidad al decidir dedicar tiempo y energía a unos y renunciar a otros”. Una vez hecho este proceso de selección, “hay que dejar de hablar en condicional y pasar a la acción”. Así, convertimos “la lista de deseos en una serie de proyectos que estructuren bien un proceso de trabajo para caminar etapa a etapa, hacia el cumplimiento de nuestros objetivos”.

2. Actitud. Una vez hayamos efectuado nuestra elección, tenemos que comprometernos a fondo con cada propósito y proyecto. “Cuanto más ambicioso es un proyecto, más compremetidos con él debemos estar”, esclarece Bosch. Y sigue con su argumentación: “el compromiso vendrá dictado por nuestra ambición y voluntad para hacer realidad el reto, por la autenticidad de nuestro objetivo, y por el hecho de sentir que nuestro propósito vital pasa por este camino y que implementar este sueño es determinante en nuestra vida”. El emprendedor adjetiva las cualidades del compromiso. “Éste debe ser potente, sincero y bien definido con uno mismo”. Y, por el contrario, “de nada vale comprometerse con los otros, con el entorno, con el equipo, si antes no nos hemos comprometido con nosotros mismos”.

3. Sumar y restar. Dentro de toda este travesía de introspección personal, hay que aprender a analizarse a uno mismo. Y, fruto de este encuentro –franco- ante el espejo, saber qué debemos incorporar (lo que nos falta: capacidades, circunstancias, relaciones, etc.) y a qué debemos renunciar (lo que nos sobra). De hecho, “saber renunciar es mucho más complicado que sumar e incorporar” reconoce, sincero, Bosch. De alguna manera, “es un precio a pagar para poder hacer realidad nuestros nuevos objetivos”.

4. Constancia. La fórmula del éxito únicamente se traduce en un verbo: trabajar. Además, hay que ser resiliente (ser muy fuerte). El aventurero admite que “este punto quizás puede ser el más evidente, ya que está claro que sin esfuerzo no se consigue nada”. Bosch, experto en ofrecer conferencias sobre esta cuestión, nos desgrana algunos componentes más: “hay que trabajar mucho –insiste-, saber sufrir, tener mucha disciplina y mantener todo esto en el tiempo”. Esta constancia, de hecho, “será fundamental en la parte ejecutiva del proyecto para lograr nuestros propósitos”. Pero, además de esta constancia, también “hay que saber gestionar el equilibrio entre el éxito y el fracaso”. El camino de nuestro reto puede estar lleno de obstáculos, fracasos, frustraciones y errores. Para superarlos, “será clave nuestra capacidad para remontarlos, encararlos y ser capaces de aprender de cada experiencia negativa”.

5. Motivación. Hay que saber encontrar la fuente de energía. Ligado con el punto anterior, “hacer realidad un sueño no es algo que se consiga de un día para otro”. La fuente de energía es la que debe aportarnos siempre “la fuerza necesaria para avanzar, seguir trabajando y superar los fracasos y obstáculos”. En este sentido, el aventurero deja claro que “cada persona debe encontrar su propia fórmula para conseguir motivarse en cada momento”. Sin embargo, en general, “ser auténtico y sincero con los propósitos y sentir la pasión por lo que hacemos suelen ser dos indicadores clave” de que vamos por el buen camino. Y, para terminar, añade: “no hay que pensar que seremos felices una vez hayamos logrado el objetivo, sino que debemos ser felices durante todo el proceso”.

Información de contacto:
www.albertbosch.info
@albert_bosch


No hay comentarios

Añade el tuyo