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RUNNING

El fisioterapeuta David Serra analiza esta lesión, desde las primeras señales, prevención y tratamiento

Periostitis tibial: cuando las prisas no son buenas compañeras

El fisioterapeuta David Serra con uno de sus pacientes, el triatleta Javier Gómez Noya.

La periostitis es el nombre que recibe la inflamación del periostio o membrana que recubre el hueso. Existen diversos tipos de periostitis, según el hueso afectado, aunque entre los corredores, y en menor medida triatletas, la forma más común de periostitis se da en la tibia.

La periostitis tibial se encuentra en el ABC de las lesiones de los corredores. Esta dolencia suele afectar en primera instancia a corredores principiantes o iniciados pero, avisa Serra, “también puede darse entre los más experimentados”. Se suele producir sobre todo en épocas en las que los corredores incrementan el volumen del entrenamiento, de modo que el aumento del impacto del pie contra el suelo hace que los músculos tibiales traccionen continuamente sobre su inserción ósea, creándose una vibración constante que hace que el periostio acabe por inflamarse.

Principales causas
Entre las causas más comunes que pueden explicar la aparición de esta inflamación, Serra nombra “un calzado inadecuado o desgastado, una superficie de entrenamiento demasiado dura, el peso del corredor, una técnica de carrera no del todo correcta o padecer genu varo (también llamado piernas arqueadas y tibia vara)”.

Aunque, por encima de estas circunstancias, el experimentado fisioterapeuta destaca una planificación incorrecta de los entrenamientos. “En todo entrenamiento es necesario seguir una progresión. Debemos dar tiempo al cuerpo a que se acostumbre a los cambios y se adapte a las nuevas rutinas, -explica- de lo contrario, si una persona se inicia al running ejerciendo un esfuerzo mayor del que su cuerpo puede tolerar o si se produce un cambio brusco en el kilometraje, por ejemplo, se puede sufrir esta lesión”.

Prevención
Es por este motivo que Serra recomienda como principal medida de prevención para no sufrir periostitis “seguir una progresión y una buena planificación de entrenamiento, sobre todo en materia de kilometraje, porque en este caso es más importante el volumen total de kilómetros que se corren a la semana que no el ritmo con el que se recorren las distancias. Debemos dar tiempo a los tejidos a que se adapten a los cambios. Cuanto más progresivas sean las cargas, mejor las asimilará el cuerpo. La impaciencia puede desencadenar en este tipo de lesiones”. En este sentido, Serra también recomienda “escuchar las señales que nos transmite el cuerpo”.

Otra forma de prevenir la periostitis tibial puede ser reforzar la musculatura en pretemporada, en el momento de aumento del kilometraje, con ejercicios en el gimnasio o con pesas, por ejemplo, y reforzando grupos musculares específicos entre los que se encuentren los cuadriceps; así como sustituir una o dos sesiones de running por sesiones de ciclismo.

Tratamientos
Si aún tomando medidas preventivas notamos que podemos estar padeciendo al lesión, Serra recomienda no esperar y empezar a tratar la dolencia desde el primer síntoma, puesto que “se trata de un dolor intenso que aparece de forma brusca y sin previo aviso”.

En cuanto a los tratamientos específicos para la periostitis, el fisioterapeuta asegura que tan sólo existe un tratamiento efectivo para tratar esta dolencia. “Ni medicamentos, ni infiltraciones, ni masajes, ni cirugía, ni siquiera aplicación de hielo (sólo puede ayudar a descargar y desinflamar la zona afectada justo después de correr). El único tratamiento que he encontrado efectivo es la técnica tecarterapia o Indiba Activ, un tratamiento mediante hipertemia que provoca un incremento del flujo sanguíneo en la zona, ayudando a regenerar el tejido rápidamente. Se trata de una técnica muy efectiva, cuyos beneficios se perciben desde la primera sesión”, explica.

Readaptación al esfuerzo
En el caso de la periostitis, Serra no recomienda realizar un reposo absoluto, sino tan sólo de la zona afectada. Una solución que aporta el especialista para no perder la forma mientras se trata la inflamación y el dolor es realizar un entrenamiento cruzado “que implique otras disciplinas como la natación, el spinning o ciclismo, que permitan mantener en forma la musculatura evitando el impacto en las piernas”.

Una vez desaparezca el dolor se puede proceder a reanudar la carrera de forma progresiva y controlada, combinando caminatas con carreras suaves de 5-10 minutos, que se pueden ir incrementando poco a poco según las sensaciones de la persona y del especialista que le esté tratando. “Llevar una pauta y que un especialista controle la progresión del entrenamiento puede ser la clave para no recaer en la lesión”, asegura Serra.

Para contactar con el centro David Serra Fisioterapia:
C/Sorolla, 5
Cerdanyola del Vallès
Barcelona, 08290
E-mail: info@davidserra-fisio.com
Teléfono: 93 692 87 32
Web: http://www.fisiocerdanyola.com/


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