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RUNNING

Cómo plantearse nuevas metas para 2015 y cumplirlas

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(7-1-2015). Muchos deportistas ven el comienzo del año como una oportunidad para plantearse nuevos retos, que les motiven para realizar el sobreesfuerzo continuado que exige la temporada. Pero no siempre es fácil cumplirlos. Os damos algunos consejos para hacer las metas más asequibles.

Estos objetivos deben ser lo suficientemente ambiciosos y atractivos como para despertar la motivación e interés del atleta, pero a la vez es necesario que sean realistas y alcanzables.

Resulta fundamental que las metas planteadas sean viables y que el deportista pueda ir consiguiéndolas con entrenamiento y esfuerzo. Para entender mejor cómo debemos organizar nuestros objetivos para 2014, contamos con los consejos de la psicóloga deportiva Montserrat Vallejo.

“Cabe marcarse los objetivos para la temporada como un desafío o un reto personal, que motive y estimule al 100%”, comenta. Deben establecerse objetivos bien definidos, que marquen el rumbo hacia el que deben dirigirse todos los esfuerzos y que permitan tener claro a dónde queremos llegar y cómo conseguirlo con el entrenamiento diario.

Para Montserrat Vallejo es importante establecer objetivos de resultado y también de realización para cada periodo concreto de la temporada. “Los objetivos de resultado hacen referencia a las marcas obtenidas, como por ejemplo tiempo determinado en una carrera o en las series de entrenamiento, ganar una competición”, asegura. Por el contrario, los de realización son las conductas que debemos realizar para poder lograr los resultados deseados. Entre estos podemos destacar, por ejemplo, la mejora de la flexibilidad, el perfeccionamiento de la técnica de carrera, las series o correr durante una hora.

El hecho de lograr los objetivos de realización no garantiza la consecución de los objetivos de resultado, pero aumenta la probabilidad de que así sea. Propicia que centremos la atención en la propia conducta, fortaleciéndose con ello la autoconfianza y motivación. Por tanto, las metas deben depender del trabajo diario, utilizando como indicador de mejora nuestra propia conducta.

Un coste asumible
Las metas deben tener un coste apropiado. Los propósitos deben ser desafiantes y ambiciosos, pero a la vez el coste que nos exijan tiene que ser proporcionado a las condiciones y ajustarse a los límites del deportista. Por muy atractiva e importante que sea una meta, si lograrla implica entrenar un número elevado de horas diarias y no estáis en disposición de dedicarle todo ese tiempo al deporte, la motivación inicial disminuirá rápidamente.

Al marcarnos una meta tenemos que pensar en el coste que nos supondrá alcanzarla, es decir, la dedicación y el esfuerzo físico y psicológico que necesita.

“Cuando nos damos cuenta que la meta que nos hemos marcado es poco y que no somos capaces de afrontar dicho reto, nuestra confianza será tan baja que la motivación inicial bajará drásticamente”, explica Montserrat Vallejo. Además, sostiene que lo que comenzó como una meta podría convertirse en una tarea estresante, que nos agobia y nos hace sentirnos desanimados.

Así pues, las consecuencias de marcarnos metas poco realistas pueden ser: la pérdida de la confianza y de motivación inicial, merma de la autoestima, frustración, culpabilidad y el abandono del reto inicial.

Para lograr una exitosa planificación de nuestras metas debemos:

  1. Marcarnos objetivos a corto, medio y largo plazo de realización y de resultado. Deben estar relacionados entre sí, dejando cierto margen de flexibilidad para cambiarlos, replantearlos o ajustarlos
  2. Anticipar dificultades, ya que durante los entrenamientos y competiciones pueden surgir contratiempos que nos impidan la consecución de los objetivos marcados (cansancio, dolor, pensamientos negativos, lesiones, mala climatología etc.).
  3. Realizar una evaluación objetiva y continúa de la consecución de objetivos, viendo si se van ajustando o no al objetivo final, si debemos cambiar alguno de ellos o incorporar otros nuevos.

Objetivos intermedios y finales
Tenemos que marcarnos objetivos intermedios y finales que estén relacionados entre sí. Los objetivos intermedios son las etapas que debemos cubrir para acercarnos, poco a poco, a nuestro objetivo final. “Tanto los objetivos finales como los intermedios son necesarios para mantener elevada y estable nuestra motivación, autoconfianza y nos preparan para superar los costes y las dificultades que nos puedan surgir en el camino”, destaca la psicóloga deportiva.

La consecución de los objetivos intermedios, fortalece la motivación para seguir avanzando. Por ello, es importante que establezcamos objetivos intermedios a corto plazo, que den resultados en un periodo corto de tiempo.

Montse-vallejo

Montserrat Vallejo se licenció en Psicología por la Universidad Complutense de Madrid en 1994. Es profesora del Máster de Psicología del Deporte de la UNED y es especialista en Dirección de Empresas y Recursos Humanos por la UCM. Podéis seguirla o contactar con ella a través de su blog http://psicologiadeportiva.net/montse/.


Hay 1 comentario

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  1. Inma

    Felicidades por los consejos de Montserrat Vallejo, realmente cuando te “enganchas” a esto de correr, te das cuenta de que debes averiguar porqué lo haces y para qué. Corres para llegar a ser mejor persona, para curar tus heridas, para encontrar tu elemento, en definitiva lo haces por un sinfín de razones, realmente marcarte objetivos es un reto y conseguirlos una gran satisfacción.


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