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Entrenar la respiración para correr mejor

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(13-9-2017). ¿Podemos entrenar la respiración? ¿Cómo hay que respirar? Son sólo algunas de las preguntas que nos vienen a la mente cuando abordamos la cuestión de respirar bien mientras corremos.

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El Dr. Morell se define como un neumólogo con espíritu deportivo. Fue el impulsor, en 1990, del primer trasplante de pulmón en el estado español.

Para conocer más detalles sobre estas cuestiones, hemos contactado con el prestigioso neumólogo Ferran Morell, Jefe del Servicio de neumología del Hospital Universitario de la Vall d’Hebron hasta 2014 y catedrático de la Universitat Autónoma de Barcelona. De hecho, fue el impulsor, en 1990, del primer trasplante de pulmón en el estado español. Posteriormente, más de 800 pacientes se han beneficiado de su programa. Se define como un neumólogo con espíritu deportivo. Por lo tanto, es un gran conocedor y especialista de la causa que nos atañe en este artículo. Le hemos planteado cuestiones clave para dirimir dudas.

¿No respirar bien mientras corremos, puede acarrearnos problemas?
Ante esta cuestión, el doctor Morell expone su dilatada experiencia en esta disciplina. Con sinceridad, admite que “siempre me sorprendo cuando los pacientes me comentan que no saben respirar”. Y, taxativamente, sentencia que “en mi opinión, todo el mundo sabe respirar”. Sin embargo, “lo que puede suceder es que cuando alguien tiene una enfermedad respiratoria, ésta merme su capacidad”. Algo que puede entorpecer nuestra evolución cuando corremos y “que es lógico que un corredor, llegado el caso, crea que respira mal y que acabe verbalizando que no sabe respirar”. O sea, que quede claro, todo el mundo sabe respirar. No obstante, padecer una dolencia respiratoria puede perjudicar esta acción esencial para vivir. Y para practicar deporte con plenas capacidades.

Todo el mundo sabe respirar

¿Cuáles son las dolencias más comunes que nos impiden respirar bien?
Partiendo del axioma que todo el mundo sabe respirar, queremos saber qué dolencias son las que, de forma más habitual, pueden dificultarla. Ferran Morell apunta a la dolencia número 1 en este sentido: el asma. Una enfermedad que, por cierto, “padece un 10% de la población”. Un porcentaje general que se puede ver aumentado en el caso de los deportistas de élite, reconoce. También cita “la epoc o enfermedad pulmonar obstructiva (bronquial) crónica”. En este caso, la “padecen un 9% de los individuos de más de 50 años y, en el 80% de los casos, está producida por el tabaco”. En otro eslabón, también hay que nombrar lo que se conoce como “disnea de esfuerzo”, es decir, la dificultad para respirar durante un momento de esfuerzo, que puede ocurrir en muchas enfermedades respiratorias.

¿Podemos entrenar nuestra forma de respirar?
Antes de contestar sucintamente a esta cuestión, el especialista aclara que “los humanos, contrariamente a lo que a veces se cree, respiramos o movilizamos el 80% del aire mediante los movimientos de contracción y relajación del diafragma”. Un músculo que está situado, aclara el doctor, “en forma de una especie de paraguas, por debajo de ambos pulmones”. En este sentido, pues, “los músculos pectorales sólo intervienen en un 20%” en el proceso de respiración. Teniendo en cuenta esto, está claro “que sí se puede entrenar el diafragma”. ¿Cómo?, le preguntamos con impaciencia. Pues aquí va la respuesta del millón: “la mejor manera es practicando intensa, y repetidamente, el deporte o ejercicio cuyo rendimiento queremos mejorar”.

La mejor forma de entrenar la respiración es practicando intensa y repetidamente el deporte cuyo rendimiento queremos mejorar

Consejos para adecuar la respiración a la carrera
Ya sabemos que podemos entrenar y mejorar nuestra respiración como corredores. Pero, ¿cómo debemos hacerlo? Pues de forma progresiva, ateniendo a lo que nos cuenta el neumólogo. “Hay que entrenarse correctamente, paso a paso, con cargas progresivas o distancias cada vez más largas o intensas”. Es un error muy extendido entre corredores poco iniciados el hecho de respirar demasiado deprisa. Así, se inhala poco oxigeno y nos cansamos antes, ya que los músculos no reciben la cantidad necesaria de oxigeno ni tampoco en el tempo adecuado. Nuestra capacidad para respirar, pues, irá en paralelo a nuestra mejora en el rendimiento a través del entrenamiento y la repetición. También hay que tener muy en cuenta el ambiente del entrenamiento y la meteorología. “Siempre es mejor evitar el ambiente frío y también el húmedo”, ya que “ambos pueden tener un efecto broncoconstrictor”.

Es un error intentar respirar demasiado deprisa

¿Cuál es el mejor método para respirar: boca, nariz, combinar ambos?
El galeno aconseja que, siempre que sea posible, “se debe inspirar por la nariz” y espirar por la boca. El motivo de esta inspiración nasal es que “ésta sirve para calentar el aire, humidificarlo y retener partículas”. En este sentido, únicamente cuando el ejercicio es muy intenso y con la apertura de las fosas nasales no basta para coger todo el aire que necesitamos, “estaremos obligados a respirar por la boca”. Además, el hecho de coger el aire por la nariz, en la época de frío en la que nos encontramos, facilita proteger laringe y pulmones. Sin embargo, si el entrenamiento del día incluye series y cambios de ritmo, y nos vemos obligados a inspirar por la boca, puede que esta protección quede en nada.

La aparición del flato
En muchas ocasiones, cuando corremos e incrementamos nuestro ritmo de forma abrupta, aparece el flato. Según el médico, “éste aparece cuando el individuo no está bien entrenado para un esfuerzo concreto”. Y el flato no es nada más que “la respuesta del organismo para poner en circulación remanentes de sangre retenida en algunos órganos”. Así pues, mediante el entrenamiento “también podremos prevenir su aparición”.

¿Tienen alguna utilidad las tiritas que se ponen en la nariz para inspirar más?
El neumólogo se muestra claro y conciso ante este aspecto. “No conozco estudios que hayan demostrado que, en el mundo del deporte, se rinda más con estas tiritas”. Además, ateniéndonos a lo comentado en una cuestión anterior, “para los esfuerzos intensos, al tener que inspirar por la boca, el efecto de las tiritas lógicamente sería inútil”. 

No conozco estudios que hayan demostrado que se rinda mejor con tiritas en la nariz

Fumar y correr, un binomio irreconciliable
Como es bien sabido, fumar no favorece en nada a la capacidad pulmonar de una persona. Bien al contrario, sólo puede provocar problemas y enfermedades muy graves. En datos ofrecidos por el doctor Morell, “el 80% de los individuos fumadores son los que, en términos médicos, llamamos susceptibles a padecer daño bronquial por el humo del tabaco”. Esta dolencia se manifiesta “en una disminución del diámetro de la circunferencia bronquial”. Lo que se traduce, por lo tanto, “en mayor dificultad de paso del aire”, ya que existe mayor resistencia. Además, “produce un enfisema pulmonar, con la consiguiente dificultad de paso del oxígeno desde los pulmones hacia la sangre”. Y, para rematar esta cuestión, ofrece más datos de un estudio reciente del New England Journal of Medicine con más de 20 años de seguimiento, realizado a unas 100.000 personas. “Los resultados de dicho estudio demuestran que, de media, los fumadores pierden 10 años de vida con respecto a los no fumadores”.

 

Información de contacto:
www.drferranmorell.com


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