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RUNNING

Gravel, un complemento al entrenamiento running sobre dos ruedas

Diversión sobre gravilla y caminos sin asfaltar

gravel-bike

(25-7-2018). Verano es buen momento para salir de la rutina de entrenamiento y explorar otras disciplinas que puedan mejorar nuestro rendimiento en running. Hoy os presentamos una modalidad sobre ruedas, el Gravel.

Desde hace ya un par de años, las bicicletas gravel –también conocidas como gravel bikes, por la influencia americana- han ido ganando terreno en nuestro país. Muchos las utilizan como una alternativa a su entrenamiento de running o bien con la intención de pasar un buen rato encima de las dos ruedas, ya que son bicicletas especialmente divertidas de conducir en su diseño para circular por caminos de tierra o gravilla. De hecho, de aquí proviene su nombre, ya que su origen lo encontramos en países con largos caminos sin asfaltar, polvorientos o compactados con gravilla.

Las gravel bikes se están popularizando en nuestro país en los últimos tiempos. Pero no se trata de un tipo de bicicleta nueva, sino que tiene una larga historia detrás en países como Canadá o Finlandia o incluso Italia y Estados Unidos, donde es una auténtica moda y tendencia ya hace varios años. Con el presente artículo, queremos conocer mas las características de este tipo de bicicletas, además de sus puntos fuertes de incorporar su uso a nuestros entrenamientos de running. Y es que una gravel bike es una mezcla entre una bicicleta de carretera y una de montaña. Podríamos decir que está en medio de las dos, pudiendo exprimir y disfrutar al máximo de los puntos fuertes de ambas modalidades de ciclismo, disfrutando sin límites impuestos por el terreno o la montura de nuestra bicicleta.

¿Cuáles son las características de una bicicleta gravel?

A simple vista, una gravel bike parece una bicicleta de carretera con ruedas de montaña. O sea, una bicicleta de ciclocross (CX). Pero es mucho más que esto y hay diferencias significativas.

  • Las gravel bikes están pensadas para el cicloturismo, para la diversión. A diferencia de las bicis de CX que, en este caso, están diseñadas más para la competición.
  • Generalmente, el cuadro suele ser de aluminio (el de las bicis de CX, por su parte, suele ser de fibra de carbono). Cada vez más, con la popularización de esta nueva tendencia del gravel, sin embargo, también empezamos a ver bicis de fibra de carbono. Una gravel bike está pensada para poder hacer recorridos de media y larga distancia, por lo que la confort estará por encima de su rendimiento en cuanto a las prioridades.
  • La forma del cuadro. Aunque a simple viste pueda parecer la misma que en una bici de CX, no lo es. La geometría del cuadro de una bicicleta gravel es semejante a la de las bicis de resistencia, pensada para tener mucha comodidad encima de la bici y poder llevar a cabo recorridos muy largos (de hecho, algunas gravel bikes están preparadas para llevar alforjas y poder hacer largos recorridos, incluso viajes de varios días). En cambio, una bici de CX está diseñada para la competición, por lo que el bienestar no será un leitmotiv en su diseño y son mucho más agresivas (vainas más cortas y ángulos más cerrados para poder tener mayor agilidad de movimientos y reactividad encima de las dos ruedas). Una bici de CX suele ser más nerviosa, como un caballo de carreras, en comparación con una gravel, que valora y quiere una conducción más tranquila y sosegada (disfrutando mucho más del entorno). No hay que caer en el error, si queremos adquirir una gravel bike, de que estamos comprando una mountain bike sin suspensión o bien una bici de carretera pesada con frenos de disco. Una gravel va mucho más allá de esta disyuntiva.
  • La distancia entre ejes. Es sensiblemente mayor en una gravel que en una bici de CX. Con ello, tendremos mucha más estabilidad cuando rodamos por terrenos inestables, además de aportar mayor bienestar.
  • El desarrollo de una gravel bike. No hay unanimidad en este sentido, ya que podemos encontrarnos bicicletas gravel con monoplato (la nueva tendencia también en el mundo del mountain bike, MTB) o bien desarrollos parecidos a los de una bicicleta de carretera. En este sentido, podremos jugar un poco y buscar nuestra mayor comodidad. Sí que es cierto que si buscamos bienestar encima de las dos ruedas, quizás la mejor opción es poner una transmisión de dos platos, como las que han llevado tradicionalmente las bicicletas de montaña.
  • La horquilla es rígida. Como en una bici de CX, la horquilla de una gravel bike es rígida, no lleva suspensión como podría ser el caso de una MTB.
  • Una gravel bike lleva frenos de disco. Las bicicletas de CX también suele llevar este tipo de frenos, no así una bicicleta de carretera, donde los frenos de disco han provocado mucha controversia y no han acabado implantándose de forma general.
  • El tamaño de la rueda suele ser de 29”. Por lo tanto, una gravel bike usará ruedas más anchas que una bicicleta de CX, con tamaños que pueden ir de los 35 a los 55mm, con el objetivo de que sea una bicicleta para todo tipo de terrenos y sin ningún problema para el ciclista.
  • El manillar de una gravel bike es una mezcla entre un manillar de carretera y uno de montaña. Se trata de un manillar, eso sí, en el que la curvatura está más abierta, formando un ángulo de 45º y, por lo tanto, las manetas del freno estarán también abiertas hacia fuera.

Las gravel bikes son tendencia

Por todos los puntos fuertes anteriormente citados, las bicicletas gravel están ganando terreno en nuestro país, siendo una bici multipropósito, resistente y de larga duración. El elemento de diversión y comodidad que conllevan este tipo de bicicletas hace que su uso esté en auge, como una alternativa real al mountain bike y no tanto al CX, ya que las gravel podríamos decir que son primas hermanas de las primeras.

Las dos características anteriormente citadas –diversión y confort- lo están popularizando entre los amantes del ciclismo, pero también entre los amantes del deporte y otras disciplinas. Es el caso, por ejemplo, de los runners y amantes de largas distancias que tengan ganas de nuevas aventuras y para los que los diferentes tipos de terreno no sean un problema sino una motivación.

Los corredores y corredoras que disfrutan recorriendo muchos kilómetros podrán trasladarla a las dos ruedas con una gravel bike. Con el añadido de que su cuerpo no tendrá ningún impacto muscular con el suelo. Ya sea como una alternativa a sumar a nuestras salidas o bien como una actividad y deporte que gana paso en nuestro día a día en pro de una libertad casi sin límites, parece que todas las características positivas del gravel conlleven que haya llegado –en nuestro país, lógicamente- para quedarse. Prueba de ello es también que, hoy en día, no hay marca internacional de bicicletas de renombre que no apueste en su catálogo por algún tipo de modelo gravel bike.

Además de todo lo que hemos contado, son muchos también los ciclistas que valoran su versatilidad, ya que con una gravel bike pueden tener dos bicis en una: para rodar por pista y caminos de tierra, pero también para recorrer cualquier carretera asfaltada sin problemas. En este sentido, las gravel bikes rompen un dilema que siempre había existido en el mundo del ciclismo: ¿carretera o montaña?


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