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¿Cómo influye la fuerza de reacción del suelo cuando corremos?

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(7-11-2018). La Ground Reaction Force (GRF), la fuerza de reacción del suelo, estima la cinética de las articulaciones y sus posibles alteraciones en el sistema musculo esquelético del corredor. En este sentido, podemos ver la energía que posee esta fuerza de reacción debido a su movimiento y el trabajo que necesita el cuerpo para acelerarse. Gracias a la ayuda del podólogo deportivo Albert Casas, ahondamos en las respuestas a la pregunta que planteamos en este artículo: ¿cómo influye la fuerza de reacción del suelo cuando corremos?

En primer lugar, es necesario dejar claro qué entendemos por fuerza de reacción del suelo. Nos lo explica el podólogo deportivo especializado en biomecánica Albert Casas. “Es la fuerza ejercida por el suelo sobre un cuerpo en contacto con él”. Y nos pone un ejemplo: Una persona que está parada, inmóvil en el suelo, ejerce una fuerza de contacto sobre éste (igual al peso de esta persona en cuestión) y, al mismo tiempo, una fuerza de reacción del suelo y opuesta es ejercida por el suelo sobre la persona. Por la tanto, se trata de una fuerza duela que deriva, en este caso, de la tercera Ley de Newton.

A grandes rasgos, tal y como nos cuenta Casas, “esta ley establece esencialmente que si una fuerza, llamada acción, actúa sobre un cuerpo, entonces una fuerza igual y opuesta, llamada reacción, debe actuar sobre otro cuerpo”. Y, convencionalmente, esta fuerza ejercida por el suelo se conoce como reacción. “Es una fuerza de acción-reacción, que nos afecta a todos y todas, independientemente de la superficie por la que corramos, cuál sea nuestro peso, nuestra altura, y llevemos zapatillas minimalistas o maximalistas, etc.”.

Cuando corremos, esta fuerza de reacción no actúa sola. De hecho, el especialista nos cuenta que “se añaden nuevos invitados”. ¿Cuáles son? Le preguntamos. “Pues las fuerzas de fricción, ya que el cuerpo en movimiento –y en concreto los pies- son sometidos a una fuerza contraria y opuesta al movimiento”, tal y como podemos ver en la foto.

¿Qué influencia tiene la fuerza de reacción del suelo cuando corremos?

La importancia concreta de esta fuerza de reacción radica en “saber si ir a favor o en contra de esta fuerza de reacción nos hará ser mejores o peores corredores”, afirma contundente Albert Casas. Y nos sigue contando esta significación con otra ley de Newton. En este caso, la segunda. “Ésta determina que la fuerza es igual a la masa por la aceleración”, tal y como nos recuerda. De esta forma, “todos los corredores –sea cual sea la superficie por la que corran o el tipo de corredor que sean- están siempre sometidos a esta carga”.

Para entenderlo mejor, nos cita un ejemplo concreto. Tenemos delante un corredor de 60 quilos que corre a un ritmo de 5 min/km –o, lo que es lo mismo a 12 km/h-. Éste generará una fuerza de 1.600 newtons, independientemente de cual sea su apoyo. Si tenemos una técnica de carrera mejor, esto “nos puede ayudar a ir más a favor de la fuerza de reacción del suelo”. Y esta frase también tiene lógicamente su contrario. Si tenemos una técnica de carrera peor, será más difícil aprovechar esta fuerza de reacción para nuestro beneficio.

Siguiendo con el ejemplo anterior, atendemos al factor clave en toda esta relación. Tal y como nos relata el podólogo deportivo especializado en biomecánica, la clave es saber de qué forma es preferible absorber esa fuerza: con el talón, con el mediopie o con el antepie. Podemos ver el efecto en cada uno de estos apoyos en las fotografías que añadimos a continuación.

¿Qué efectos tiene la fuerza de reacción del suelo sobre nuestra forma de correr?

Podemos observar que en el apoyo de talón barefoot y en el apoyo de talón con zapatillas (gráficas A y B), “se genera un primer pico de impacto –como se aprecia en el círculo rojo- producido por las fuerzas de reacción del suelo al apoyar el pie con el talón”. Y, posteriormente, también vemos “otro pico más redondeado que pertenece a las fuerzas de reacción del suelo producidas por el impulso”. El experto nos ayuda a entender estas gráficas y deja claro que “el primer impacto debe ser el mínimo posible”. “No hay una manera perfecta de trotar, pero en función de cuál sea nuestra forma de correr, nuestras articulaciones recibirán más impacto, más carga o bien tendremos una demanda muscular mayor”, explica el podólogo de Clinik Podologia.

Y esto es algo que se ve en la gráfica C. Siguiendo los ejemplos gráficos, tenemos el apoyo de mediopie barefoot (gráfica C). La gráfica sería muy parecida si realizamos el apoyo de mediopie con zapatillas. De hecho, si lo comparamos con las gráficas A y B (apoyo de talón con zapatillas o barefoot), podemos advertir que “el primer pico inicial de impacto ha desaparecido”. Por lo tanto, comparando ambas gráficas, podemos concluir que “en función del tipo de apoyo que hagamos sobre el suelo, se pueden producir cargas en unas u otras partes y podemos liberarnos, en parte, de las fuerzas de reacción del suelo”.

Como nos explica Casas, entrar de talón conllevará un impacto mayor sobre nuestras articulaciones, mientras que hacerlo de mediopie nos exigirá una demanda muscular mayor a cambio de notar tanto esta fuerza. “Está claro que podemos entrenar nuestra musculatura para que asuma más carga –sin pasarnos y evitar que aparezcan las temidas tendinitis o roturas musculares-, mientras que no podemos hacer un ejercicio específico de entreno para que las articulaciones asuman más carga”. Por lo tanto, atendiendo a estas explicaciones, lo más recomendable sería entrar en contacto con el suelo de mediopie para aprovechar que esta fuerza de acción-reacción sea más beneficiosa para nosotros, a pesar de que ello implique un trabajo muscular superior. Así, “cargaremos lo mínimo posible nuestras articulaciones”, admite el técnico.

Evolución de los sistemas para analizar la fuerza de reacción

En la actualidad, para determinar de qué manera afecta la fuerza de reacción del suelo a nuestra forma de correr, lo más adecuado es hacerse un estudio biomecánico 3D que nos ofrecerá datos elocuentes. Y determinará cuál es la interacción concreta con la fuerza de reacción que tenemos con el suelo y, en realidad, cómo influye en nuestra forma de correr. Gracias a este tipo de estudios podemos incorporar conocimientos sobre aspectos y tecnologías que no hace muchos años nos parecían de ciencia ficción. Estudios, de hecho, que tenían un coste económico muy alto, además de ser difíciles de implementar gracias a unas plataformas de fuerza.

Algunos de los resultados obtenidos con los medios actuales quedan reflejados en la siguiente fotografía y “nos permiten saber, a tiempo real, si estamos trabajando a favor de la fuerza de reacción del suelo o bien la utilizamos mal y ello conlleva que el impacto sea mayor”. Junto a un experto, el mismo que nos haya realizado el estudio biomecánica en 3D, podremos entender todos los datos y gráficas concretas y saber cómo debemos cambiar nuestra forma de correr para aprovechar esta fuerza y, sobre todo, no cargar en exceso nuestras articulaciones.

 

Más información: 

www.clinikpodologia.com


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