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¿Cómo debe ser la ropa interior para correr?

La ropa interior para running debe aportar confort, ligereza y transpirabilidad.

La industria del textil ha avanzado muchos en todos los sentidos. Y el mundo del running no ha sido ajeno a las progresiones y mejoras. La mayoría de los pantalones y mallas existentes en el mercado disponen de un fondo interior que permite correr sin el uso de ropa interior. Ahora bien, ya sea por falta de comodidad y bien porque se sienten más seguros, muchos runners optan finalmente por salir a correr con calzoncillos o braguitas/tanga bajo los pantalones/mallas de running.

Si bien, en un artículo anterior nos centramos en analizar los pros y los contras de correr con ropa interior o sin, en esta ocasión nos centraremos en las características que deben presentar estas prendas para la práctica de running.

La comodidad por bandera

Y el objetivo, como siempre, debe ser el de maximizar la comodidad. Hay que correr cómodos. La ropa es un complemento que no debe molestarnos en ningún momento. Y aún menos la ropa interior, que protege nuestras zonas más sensibles. Los criterios de tecnicidad aplicados a la indumentaria para correr, muy manidos ya entre los runners más experimentados, son también los que deben regir este tipo de prendas más personales. Eso sí, la ropa interior que usemos para correr también debe ser específica, no la misma que usamos a diario.

Transpirabilidad, ligereza y confort

De esta forma, la ropa interior con la que corramos debe tener un plus de comodidad y ofrecer tres elementos clave: transpirabilidad, ligereza y confort. Tres características básicas para todo el año, pero incluso más en los meses de invierno en los cuales nos encontramos ahora mismo. Y es que el uso de unos calzoncillos o bragas de algodón no es el más adecuado, debido a que se trata de un material que se humedece con facilidad y se seca muy lentamente. Por lo tanto, tal y como hemos comentado previamente, debemos apostar por unas piezas concretas, lejos de las que usamos día a día.

Lana merino, incluso en la ropa interior

Teniendo en cuenta esto, algunas firmas ya han empezado a fabricar prendas interiores de lana merino. Se trata de un material que te refresca en verano y te abriga en invierno. Además, evacua la humedad de forma sobresaliente y se trata de un tejido muy resistente a los olores. Así pues, evitas la sensación de sentirte interiormente mojado en todo momento, ya que, gracias a su buena evacuación de la humedad, podrás mantener tus partes íntimas secas durante toda tu sesión de entrenamiento.

La lana merino es una fibra natural con una gran variedad de propiedades que no se encuentran en otro tipo de fibras. Tal y como hemos comentado, su capacidad térmica, excelente transpiración y suavidad al tacto con la piel la hacen uno de los materiales más adecuados para usar como ropa interior para correr. Además, es naturalmente anti-bacterial. Su implementación en camisetas interiores para running o ciclismo se está generalizando, así como también, cada vez más, en ropa interior.

La vaselina como gran aliado

Para evitar cualquier tipo de roce entre la ropa interior y/o la ropa deportiva y nuestra piel, sobre todo para persones con piel sensible, el uso de la vaselina está más que recomendado. En este sentido, las zonas íntimas más delicadas son las ingles y los pezones en el caso de los hombres y la zona abdominal en el caso de las mujeres. Hay que tener en cuenta que el uso de los sujetadores deportivos es básico para cualquier corredora para sujetar bien el pecho y ofrecer una mayor cobertura en la zona de la espalda.

¿Superposición de capas?

Hay que tener presente que, en muchas ocasiones, la ropa de deporte lleva incorporada la ropba interior, como es el caso de muchos pantalones cortos de running o camisetas con sujetador deportivo incorporado en su diseño. Se trata de una opción más a valorar si nos sentimos cómodos con este tipo de prendas, sin necesidad de vestir nuestras propias prendas interiores. Bien es cierto que la superposición de ropa interior con el sistema de este tipo de prendas puede perjudicar el sistema propio de transpirabilidad, ligereza y confort con el que han sido diseñadas.

No obstante, la voz de la experiencia nos la dará el sistema de prueba-error. Esto es, muchos corredores se sienten cómodos con un determinado short sin necesidad de llevar su propia ropa interior. Otros, en cambio, todo lo contrario. En el caso de las mujeres, quizás existe un poco más de pudor a correr sin ropa interior, pero muchas de las mallas disponibles en el mercado ya ofrecen un refuerza en la zona de la parte más íntima para sentir comodidad y seguridad al unísono.

Diferencias entre verano e invierno

Por último, también cabe tener presente la época del año en la que realizamos esta actividad. Y es que no es lo mismo correr durante los meses más fríos que hacerlo durante el verano. El sudor y la humedad son dos de los grandes enemigos de cualquier atleta. Por lo tanto, a más sudor, más importante será la capacidad de transpirabilidad de cualquier prenda. Si, en pleno mes de julio, al calzoncillo añadido que lleva un pantalón de running le añadimos nuestra propia ropa interior, difícilmente vamos a sentirnos secos, por lo que las molestias derivadas del roce pueden aparecer sin impedimento.

Marc Cornet: