(2-7-2013). El Lenin (7.134m), en la cordillera del Pamir, al sur del Kirguistán, es el próximo reto de la alpinista sevillana Lina Quesada. La expedición partirá este mes de julio hacia el campo base en el Calvero Edelweiss, a 3.600m, y, tras el proceso de aclimatación, la escaladora iniciará junto a su equipo el ascenso hasta la cumbre.
En pocos días emprendes una nueva expedición ¿cómo te sientes física y psíquicamente?
Creo que me siento fuerte, estoy deseando ver la montaña, tenerla delante, poder estar allí y empezar a subir. Pienso que a veces el deseo y el convencimiento de que puedes conseguir algo es casi tan importante como las horas dedicadas a entrenar físicamente.
¿Cómo te estás preparando?
Este invierno he hecho mucho esquí de travesía en Sierra Nevada y esta primavera he estado haciendo rutas a pie, cargando con una gran mochila y haciendo muchos desniveles y muchos kilómetros. Cada fin de semana es un auténtico machaque y luego durante la semana entreno en el gimnasio haciendo pesas y spinning.
¿Qué representa para tu carrera este reto?
No me dedico profesionalmente a esto, lo hago por pasión y por hobby de modo que me lo tomo como un reto más, hasta que no esté allí no sabré si esta montaña es más técnica que otras o si es más dura. Pero sí es cierto que cuando elijo un objetivo intento ponerme a prueba, busco complejidad, dificultad y también una cordillera que no haya visitado antes para así ir poco a poco conociendo montañas del mundo.
¿Cuáles son los obstáculos con los que puedes encontrarte?
Creo que el clima en el Pamir no nos va a dar tregua y probablemente las bajas temperaturas, -30 grados, muchas nevadas, vientos fuertes… serán lo que subirán el nivel de exigencia de la ascensión a esta montaña.
Y, ¿las máximas dificultades técnicas de esta expedición?
Hay muchas grietas para acceder al campo 2, tendremos que atravesar un glaciar, también algunas pendientes que conllevan riesgo de avalancha y sobre todo, me preocupa la arista final porque cuando sopla viento helado fuerte se hace impracticable.
Háblanos del equipo.
Básicamente somos un grupo de amigos, la idea de buscar un objetivo surgió el año pasado cuando volvimos de Perú con el éxito conseguido en el Huascarán. Repetimos como grupo y se han añadido tres personas más. Creo que el ambiente de las cordadas va a ser genial, eso también es un factor muy importante en una expedición en la que compartes el día a día durante casi un mes.
¿Algún amuleto que te acompaña siempre a las expediciones y no te dejarás esta vez?
Jajajaja, pues mi hermana me metió en la mochila una estampa de la Virgen María Auxiliadora, y ahí sigue, recorriendo conmigo medio mundo y velando por mi seguridad, ¡me he planteado no federarme y dejarme en sus manos!
De los picos ascendidos hasta ahora, ¿con cuál te quedas?
Todas han sido simbólicas para mí, el Ama Dablam porque pude ver el Everest al Fondo, el Everest porque me encontraba allí arriba entre dos mundos, entre Nepal y Tibet, entre las nubes…. y así todas, cada una me lleva a un momento de mi vida personal y deportiva.
¿Cuál es el mayor momento que has vivido en una expedición?
¡Ha habido tantos momentos buenos! Recuerdo con especial cariño la cumbre del Elbrus, con 4 amigas más, éramos en ese momento las 4 andaluzas más altas de Europa, fue un proyecto muy bonito y muy enriquecedor y además hicimos cumbre y seguimos siendo buenas amigas, ¿qué más se puede pedir?.
¿Y el peor?
En 2007, la pérdida de un compañero en el Daulaguiri, o tener que dar la vuelta cuando estás cerca de la cumbre por miedo a perder los dedos de los pies.
¿Cómo te definirías?
Positiva, inquieta, activa, aventurera, me gustan las emociones fuertes. También tengo mucho genio y mucho carácter….
Para finalizar, ¿una banda sonora para el momento cumbre?
Me encanta Feel, de Robbie Williams, llena de energía y positividad.
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