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El corredor de montaña, que acaba de fichar por Tecnica, nos habla de sus próximos retos

Salvador Calvo: “Cada vez me gustan más las carreras desconocidas y con menos parafernalia”

(18-6-2013). Salvador Calvo (Fontoria de Cepeda, León, 1962) pasó del cross y el maratón al trail running, donde encontró su vocación deportiva, y del que no se ha movido, ya que al unirse montaña y running, tal y como dice, “se me juntaron el hambre con las ganas de comer”. Como maratoniano ganó y batió el record del Maratón Internacional de la Gran Muralla China, entre otros títulos y éxitos, que ha repetido en el trail running, aunque lo que realmente le motiva es participar en “las carreras más desconocidas, aisladas, remotas, exóticas y donde no haya tanta parafernalia”. Los hechos demuestran que el corredor no habla a la ligera, ya que ha competido en lugares como Mongolia, Vietnam, Costa Rica, Los Andes, Namibia, Australia, Siberia, Nepal, Camboya y, hace pocas semanas, en Buthan, donde ganó la carrera ‘The Last Secret’, 200 kmts. en seis días.

¿Cuál ha sido tu evolución como deportista?
Antes de empezar a correr practicaba montañismo y piragüismo, compitiendo en esta última modalidad. Mis primeros entrenamientos medianamente serios empezaron con el Servicio Militar en Fuerteventura (año 1982). Allí conocí a un chico de Astorga, que corría en un club de León, el CAR de La Robla, que me animó para que empezase a entrenar más en serio. Quedábamos los domingos por la mañana en Armunia y nos reuníamos un grupo de corredores para entrenar juntos, fue allí donde conocí a mi primer entrenador. Así fue como comencé, los primeros años en el cross y la pista, para después pasar a las medias maratones en asfalto, y los maratones, para acabar en el trail running.

¿Cómo llegas al trail running?
Como te comentaba antes, me inicié en la montaña y después en el atletismo, así que cuando aparecieron las primeras carreras de montaña, se hizo la mezcla explosiva, juntándose el hambre con las ganas de comer…Vamos, que fue la combinación perfecta…

¿Supone un reto mucho más grande que el running urbano?
Sí, es mayor en la medida que en el trail running hay factores que no se pueden controlar tanto como en el asfalto, donde te puedes retirar en cualquier momento y lugar, y es posible ir andando tranquilamente, o que te recoja una ambulancia. En el trail eso es muy difícil, especialmente en las ultras, pues suele haber lugares bastante inaccesibles para los vehículos. Además está la climatología, el terreno, la distancia, y otros muchos factores que dependerán de la modalidad de la carrera que elijas (desde ultras de montaña, de desierto, jungla, autosuficiencia, etc.).

Al reto se añade el contacto con la naturaleza…
En esto no hay color. Correr por roca, valles, bosques, barro, con nieve, con agua, con frío, con calor… son sensaciones que no se pueden plasmar en un folio, ni son fáciles de explicar, a no ser que se esté en este mismo mundillo.

¿Por qué aconsejarías a alguien pasarse al trail running?
Para mí hay una cuestión fundamental y que en un principio no es fácil, y es que si quieres una satisfacción a largo plazo, a cambio has de renunciar a un placer a corto plazo. No busques resultados en seguida, ten paciencia, pregunta,…en este mundo la gente siempre está dispuesta a ayudar, es lo bueno que tiene. Además de, por supuesto de todos los tópicos típicos de estas carreras, como el correr al aire libre, en plena naturaleza, etc. que las hacen aún más entretenidas y menos monótonas.

¿Cuáles son tus rutinas de entrenamiento?
En esto sí que he ido cambiando mucho. De tener una rutina programada, casi milimétrica, he pasado a dejarme guiar por sensaciones. Ya no tengo nada programado. Simplemente salgo a correr, y dependiendo de cómo me sienta haré un tipo de entrenamiento u otro. Muy, muy pocas veces salgo con la intención de hacer algo predeterminado.

¿Tampoco sigues una curva de entrenamientos durante la temporada?
No es fácil de llevar a cabo. En los últimos años llegué a hacer casi 20 carreras anuales, por lo que más que una curva, parecía una recta. He estado intentando cambiarlo, y creo que este año voy a conseguirlo. Me he fijado como objetivos principales tres o cuatro carreras, distribuidas a lo largo de todo el año, intentando que cada una coincida con una estación, o que, por lo menos, estén separadas por aproximadamente un par de meses.

¿Hace alguna preparación previa a cada prueba?
Esto va a depender un poco del tipo de carrera, pero tampoco va a suponer un cambio muy radical en el entrenamiento, ya que el objetivo principal de mis pruebas serán las largas distancias, por lo que la preparación se basaráfundamentalmente en entrenamientos largos y con mucho desnivel (que además es lo que más me gusta), intercalando algún entreno más corto, pero más intenso, o alguna carrera “corta” para no perder mucha chispa.

¿Y en la semana anterior?
No dejo de entrenar. Lo único que hago es disminuir la distancia y la intensidad, pero entreno todos los días de la semana hasta el día de la prueba. Eso sí, como dije, son entrenamientos muy cortos. Por ejemplo, si la carrera es el domingo, el sábado suelo hacer 40 minutos suaves y unas progresiones. Empiezo el lunes haciendo un par de horas y voy bajando paulatinamente hasta el día anterior de la carrera.

¿Cómo afrontas la recuperación al acabar la carrera?
Nada más terminar la carrera, hablando de una ultra, sólo me apetece beber. Me es imposible comer algo consistente hasta que no han pasado tres o cuatro horas. No me doy masajes, a no ser que me lo den con hielo. El lunes salgo a rodar suavemente entre una hora o dos, y el martes lo dedico a la recuperación activa: piscina, sauna, jacuzzi, baño turco… y el miércoles empiezo a rodar de nuevo.

¿En qué se diferencia la recuperación de un trail, respecto a una carrera urbana?
Lógicamente, al finalizar una carrera estás bastante tocado por todos los sitios, pero la recuperación es mucho más rápida que las carreras de asfalto. En mi época ‘asfaltera’ era imposible pensar en hacer más de tres maratones al año. Muscularmente acababas machacado, y sí que se recuperan mucho peor que de las de montaña. En montaña no hay ni la cuarta parte de impacto que se tiene en el asfalto, y la pisada siempre es diferente algo que no ocurre por asfalto, por lo que nunca se carga la musculatura tanto.

¿Tienes alguna prueba favorita?
Todavía no he encontrado una carrera en la que no haya disfrutado. En unas más y en otras menos, pero siempre lo he hecho. Hablar de favoritas es casi imposible. Tengo tan buenos recuerdos de tantas carreras que no podría inclinar la balanza por ninguna de ellas. Lo que sí voy descubriendo es que cada vez me gustan más las carreras más desconocidas, aisladas, remotas, exóticas y donde no haya tanta parafernalia.

¿Cuáles son sus retos para esta temporada?
En cuanto a títulos, estará el Campeonato de España a nivel de Comunidades y en Veteranos, aunque tampoco es mi objetivo principal, eso queda para los ‘galgos’ y los jóvenes. De mis retos, ya he cumplido uno como el de Bhutan (estoy recién llegado). Está también Andorra, quizás el Aneto, otra carrera en Polonia, el Tor de Geants, atravesar los Transfagarasde Rumanía en solitario, y quizás vuelva a Camboya. Si no, ya me buscaré algún otro reto.

¿Qué hitos tuviste en 2012?
Quizás el más significativo para mí y posiblemente también el más desconocido para la mayoría fue el Anillo de Picos en invierno. Un auténtico reto donde los haya, y al lado de casa.  Como carreras, citaría: Matraberc en Hungría, la Transvulcania, el Aneto Ultra Trail, Andorra, el G2G (Gran Cañon en EEUU) y el Ancient Khmer Path en Camboya.

Entre tus logros personales ¿Cuáles han sido los más importantes?
Aquí sí que empiezo a tener las cosas un poquito más claras y tampoco es fácil, pero a nivel personal me quedo con el Dolpo en Nepal, una prueba como esa es única ahora mismo en el mundo. A nivel deportivo ya es más difícil. Con el tiempo la mayoría de la gente siempre te hace alusión a la Maratón de la Gran Muralla, pero me han hecho mucha más ilusión otras, y no podría destacar ninguna en concreto.

¿Crees que las pruebas de montaña deberían ser olímpicas?
La verdad es que es algo que no me preocupa. No me haría mucha ilusión por lo que conllevaría todo esto, pero si lo llegaran a ser pues tampoco me quitaría el sueño. También creo que es muy difícil que esto ocurra a ser a no ser que las tecnologías avancen mucho. Lo digo porque todas las pruebas olímpicas pueden ser seguidas directamente por TV y me refiero a la prueba entera. Ahora mismo hacer un seguimiento completo, desde que empieza hasta que termina, de una carrera de montaña es casi misión imposible, debido a los accesos, a la orografía, a la distancia…(a no ser que se “suavicen” las carreras, como ocurrió en su día con el cross), y sin TV no hay dinero, y sin dinero no hay prueba olímpica.

¿Cómo combinas una vida deportiva tan intensa con la profesional?
Esto para mí es fácil. Siempre he pensado que la vida es una cuestión de elecciones. Tú eliges lo que quieres. Nadie nos obliga a tener una familia, un coche o incluso un trabajo. Así que en función de lo que escojas, actuarás. Si tu objetivo es tener una familia debes analizar las consecuencias y negociar. No puedes luego quejarte porque no te dejan ir este fin de semana a tal sitio o porque no puedes entrenar mañana cuatro horas. Yo por eso lo tengo más sencillo, no tengo que negociar con nadie…(sonríe). En cuanto al trabajo esto es un poco más complicado. Yo, de momento, no tengo muchos problemas y puedo entrenar sin hacer números. Tengo prácticamente todas las tardes y fines de semana libres, por lo que dispongo de bastantes horas para entrenar. No obstante, hoy en día, con el avance de la profesionalización, ya se tiene que empezar a pensar en doblar si se quiere estar ahí arriba.

¿Te gusta la popularización creciente del trail running?
Me hace bastante ilusión ver a tanta gente metida en este tipo de carreras. Aunque también lleve su parte negativa, en general lo veo muy bien. Creo que es uno de los deportes más baratos que existen, a pesar de las quejas que oigo por las inscripciones (nadie nos obliga a competir). Creo que es económico y fácil porque no necesitas reservar ninguna cancha, ni polideportivo, ni nada parecido para entrenar. Tienes las calles, los caminos, el monte,…y además puedes hacerlo a cualquier hora, nadie te va a cerrar el monte…de momento, aunque no demos ideas…(se ríe).

¿Os beneficia este auge a los atletas de élite?
A nivel personal el único beneficio que veo es más material que emocional. Sólo veo rendimiento a nivel de sponsors, ya que al haber más marcas implicadas hay más que repartir, pero a nivel de sensaciones, emociones, etc.me resulta indiferente que corran cuatro que cuatro mil.

¿Influye en que tengáis más patrocinadores?
Considero que no mucho. El patrocinador te sirve para ahorrarte algo de dinero en el material o alimentación, con excepción de los pocos profesionales que hay ahora mismo, que ya tienen un sueldo, pero a los demás no creo. Es más, me parece que es una ventaja más para ellos que para nosotros, sino no se hubieran metido tantas (por no decir todas) las marcas comerciales de montaña y atletismo en este mercado.

¿Qué supone para ti haber fichado por la marca Tecnica?
Un reto nuevo. Probar cosas novedosas. Es un riesgo, pero me gustan los riesgos. Al ser una marca relativamente nueva en este mercado tiene cosas por hacer y esto también me hace ilusión, pues supone un reto colaborar en la mejora del material de Tecnica (que ya tiene cosas muy buenas).


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