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TRAIL RUNNING

Entrevista al atleta revelación de la temporada de ultra trail

Jordi Gamito: “Le prometí a mi padre que intentaría llevar su nombre lo más alto posible”

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(10-10-2018). Criado en la playa, se ha destapado en el monte. Jordi Gamito (36) o ‘Gamitrón’, como es conocido en el mundo del trail running, ha sido la revelación de la temporada de carreras de montaña. El atleta amateur se ha colado en las primeras plazas de las mejores carreras, aunque avisa que lo mejor de él aún está por llegar.

La vida de Jordi Gamito es un auténtico ultra. Paleta de profesión, cuando termina su jornada laboral se calza las zapatillas para salir a entrenar. Siendo un amateur, ha logrado dos terceras plazas en dos de las mejores carreras del Skyrunning World Series: el mítico Ultra Trail del Montblanc (UTMB) y en el Ultra Pirineu (UP). Sin embargo, este corredor nacido en Platja d’Aro (Costa Brava, Catalunya) quiere dar un paso más. “Mi mejor obra aún está por construir” afirma, confiado, teniendo siempre muy presente el recuerdo y memoria de su padre, que murió cuando él tan sólo tenía 19 años. 


Te quedan tan sólo 2 carreras (Diagonale Des Fous y Everest Trail Race) para cerrar la temporada. A pesar de ello, ¿podríamos decir ya que ha sido tu mejor temporada dentro del mundo del 
trail running?
En principio sí (dice tras reflexionar un momento y añade con optimismo). Pero no espero terminar aquí. Ha sido un gran inicio, pero quiero seguir mirando hacia adelante. Eso sí, desde que llevo corriendo por la montaña hace ya 5 años, sí, te diría que ha sido mi mejor campaña. Y eso que empecé mal, porque empecé lesionado y no pude participar en la Transgrancanaria. Pero lo importante es que he podido terminar bien. Y lo que queda ahora ya lo veo más como en premio que como otra cosa. Correré en la Isla de la Reunión la versión de 60 kilómetros de la Diagonale Des Fous porque si participara en la de 100 millas pienso que podría afectar a mi rendimiento para el próximo año y en Nepal pondré el broche de oro a mi temporada.

Hace 15 días, tu participación en el Ultra Pirineu era más que dudosa. Te recuperaste a tiempo y hace 10 días llegaste a Bagá en 3ª posición, por detrás de Jessed Hernández y Zaid Ait Malek, con un tiempo de 13:01:23. ¿Qué te hizo cambiar de opinión para estar en la línea de salida?
Tras correr el UTMB, centré todo mi trabajo en recuperarme bien. Lo mismo que estoy haciendo ahora tras Ultra Pirineu. Dos semanas después de haber concluido la prueba francesa, sentía que seguía estando muy roto. Veía que no podía. Sin embargo, mi idea era estar en la UP, era lo que me decía mi corazón. La semana antes de la carrera, hice un entreno de 3 horas, subiendo y bajando el Balandrau. Marqué los tiempos que suelo hacer cuando estoy en forma y me di cuenta que todo apuntaba a que había recuperado bien.

Y decidiste salir…
Sí, pensé que tomaría la salida. Y si en algún momento de la carrera no me encontraba bien, pues lo dejaba y tampoco pasaba nada. Me encontré muy bien y muchos corredores tuvieron problemas en la segunda mitad de la carrera. Aproveché el momento para apretar, dar un poco más de mí mismo, aunque terminé los últimos 20 kilómetros con un dolor de piernas bestial. De hecho, tiré mucho de corazón para acabar (sonríe, sincero).

3º en el Ultra Trail del Montblanc tras el francés Xavier Thevenard y el rumano Robert Hajnal con un tiempo de 21:57:01 en tu 3ª participación (10º en 2017 y 12º en 2015). ¿Te lo crees ya?
He mirado el vídeo de mi llegada a Chamonix no sé cuántas veces (y esboza una sonrisa de oreja a oreja). Es un sueño que he podido hacer realidad, pero los sueños hay que trabajarlos y he estado todo el año pensando en esta cita. Mi objetivo era hacer un Top-5 y el resultado final fue incluso mejor de lo esperado. El año que viene voy a volver a repetir porque, de hecho, el UTMB es una carrera que cada vez me gusta más.

He mirado el vídeo de mi llegada a Chamonix no sé cuántas veces, es un sueño hecho realidad pero los sueños hay que trabajarlos

Este año has hecho un salto de calidad importante con esos dos terceros puestos en UTMB y 3 semanas después en UP. ¿Has cambiado algo esencial en tu preparación?
Me centré más en mi trabajo en la montaña y, por ello, vine a vivir a la Vall de Camprodón, un lugar ideal para poder correr por la montaña y entrenar siempre en terreno de alta montaña. Además, he cuidado mucho mi alimentación de mano de la nutricionista Anna Grifols. Si quieres obtener buenos resultados, debes cuidar mucho tu alimentación y eso es lo que he hecho. Desde el pasado mes de noviembre hasta el día de hoy, he adelgazado 8 quilos. He pesado de 76 a 68 quilos. Y eso se nota mucho a la hora de correr.

No obstante, no puedes dedicarte en exclusiva a la montaña y aún sigues trabajando todas las mañanas como paleta, profesión que tienes desde los 16 años. ¿Cada vez se te hace más difícil compaginar ambas facetas?
Cada vez se me hace más difícil, ya que cada pienso más en los objetivos del año siguiente. Tengo muchas ganas de entrenar, más que nunca, porque sé que tengo margen de mejora y todo esto sólo ha sido un punto de transición. Creo que lo mejor de mí mismo aún está por llegar. Me cuesta ir a trabajar, lógicamente, pero mi realidad es que debo hacerlo para poder pagar la hipoteca y llegar a final de mes. Hay que tener los pies en el suelo y, por ahora, ésta es mi vida.

 Tengo muchas ganas de entrenar, más que nunca, porque sé que tengo margen de mejora y todo esto sólo ha sido un punto de transición

¿Prevés algún cambio en este sentido?
De cara al mes de enero, espero poder establecer un paréntesis. No obstante, ahora mismo, no sé hacia dónde tiraré, pero sí tengo seguro que trataré de hacer un paréntesis a nivel laboral.

Acabas de completar tu 5ª temporada. ¿Crees que tu mejor obra, tal y como nos comentabas, aún está por construir?
(No duda ni un segundo). Yo creo que sí. Todo esto ha sido un punto de inflexión. Una situación con la que yo me he dado cuento de que puedo estar delante en las grandes carreras. Si haces las cosas bien hechas, al final acabas llegando. Estuve dos meses trabajando a tope en la zona del Montblanc y todo salió bien. Por lo tanto es algo que nos indica que estamos en el buen camino. Si afronto las carreras con motivación y ganas, creo que aún puedo dar bastante más de mí mismo.

Hace unos días, comentabas que “si los profesionales, los corredores élite, no terminan, allí estamos los de segunda fila para intentar hacer algo grande”. ¿Tras lo logrado en Chamonix y Bagà aún te sientes en la segunda fila?
Ahora mismo es lo que me toca vivir. Más que estar entre los corredores élite, lo que me gustaría es no tener tantos dolores de cabeza para poder tenerlo atado. No tener que llegar del UTMB y a los dos días tener que poner tochos en una obra sin parar y sin tener tiempo para ser consciente de si era verdad o no lo que había logrado. Lo disfrutas en el momento, con tu gente, y cuando llegas a casa parece como si no hubiera ocurrido nada. Cuesta asimilar esta realidad, pero la satisfacción por lo que he conseguido es muy bestia… (y sonríe abiertamente, con un punto de emoción en su voz). Pero, respondiendo a tu pregunta, sí me veo con los corredores de delante. Para ello hay que seguir haciendo bien las cosas.

Quiero no tener que llegar del UTMB y a los dos días tener que poner tochos en una obra sin parar y sin tener tiempo para ser consciente de si era verdad o no lo que había logrado

Tu vida de paleta, ¿te ha ayudado de alguna forma a la hora de afrontar los momentos más duros de una carrera teniendo en cuenta el sacrificio que ya llevas a cabo en tu día a día?
La verdad es que no me ha ayudado, ya que he llegado muy machacado físicamente a varias carreras. Muchas veces, cuando llegaba a las 6 ó 7 de la tarde después de todo un día en la obra, aún tenía que salir a entrenar. Pero este día a día se me ha beneficiado a la hora de tener las cosas claras en mi cabeza y saber hacia dónde quería dirigirme. Mi trabajo en la obra me ha ayudado a tener un empuje a nivel psicológico, a seguir luchando. Mucha gente se rinde muy fácil, a la mínima molestia, y yo no suelo tirar la toalla, ya que me cuesta mucho llegar a una línea de salida.

En el fondo, tu vida diaria ya es un ultra en sí mismo, ¿no?
(Se ríe antes de responder). Es un puzzle, más que un ultra (y vuelve a sonreír). Un puzzle bastante complicado. Te pongo un ejemplo: Cuando volví del UTMB, hasta al cabo de dos semanas no pude ir al fisioterapeuta. Está claro que esto me hace más duro a nivel mental. De hecho, la cabeza es mi punto más fuerte. Pero la realidad es que la semana posterior a una gran carrera, los corredores profesionales pueden descansar, y yo tuve que ir a trabajar a la obra. Pero, no me quejo, es mi realidad, es lo que me ha tocado hasta el momento.

 Un ultra da para mucho. Muchas horas en la montaña, corriendo, luchando contra uno mismo, contra el dolor muscular, contra los rivales… ¿En qué piensas durante todo este lapso de tiempo?
Lo primero que me ayuda a seguir son las ganas de hacer lo que estoy haciendo. Ésta es mi principal motivación. Si no me lo tomara con ganas, lo primero que haría a las primeras de cambio, ante la aparición del sufrimiento, sería dejarlo. Realmente, pienso en muchas cosas y no pienso en nada. Hay muchos ratos que pongo la velocidad crucero y voy tirando. Escucho música y también algunos mensajes de motivación que mi pareja me grava de amigos y familiares… Y muchas veces pienso en mi padre, que murió cuando yo tenía 19 años. Es una de las personas que más presentes tengo durante cualquier ultra.

Tu padre siempre está en tus pensamientos…
Poco antes de que se muriera, le hice una promesa, que intentaría llevar su nombre lo más alto posible. Y creo que esto (aunque lo reconozca por primera vez de forma pública y abierta) es una fuerza interior que tengo que otros corredores no tienen. Cuando era pequeño, me tocó pasar una desgracia familiar y ahora es una fuerza que me ayuda a tirar hacia adelante y dar lo mejor.

Poco antes de que mi padre muriera, le prometí que intentaría llevar su nombre lo más alto posible y es una fuerza interior que otros corredores no tienen

Y cuando cruzaste la línea de meta en Chamonix o en Bagà, señalando al cielo, es como si le dijeras: “Papá, mira lo que acabo de hacer”…
Pues sí. En la vida, todo tiene un sentido. Aunque sufra, corro porque me gusta, porque me encanta hacerlo. Y cuando llego a meta, tras haber hecho dos buenas carreras, como el UTMB y UP, me siento orgulloso de poder dedicarle esos dos podios, deseando que me vea desde algún lugar en el que esté. Es algo que me llena mucho (reflexiona). 

¿Qué importancia tiene tu entrenador, Jokin Lizeaga, en tus logros?
Jokin es un entrenador muy vasco. Cuando tiene que cogerme el teléfono me lo coge, y cuando tiene que pasar de mi durante una semana, también lo hace. Cuando me siento bien y he corrido mejor de lo esperado en alguna carrera y quiero competir más, pasa de mi. Es como si quisiera decirme que me centre, que disfrute… Creo que lo mejor de Jokin es que sabe llevarme, me conoce y sabe por todo lo que he pasado. Es una persona importante en mi vida que, además, sabe animarme en los momentos críticos y sabe decirme, muy claro, cuándo estoy en un mal estado de forma, a pesar que yo piense lo contrario. Sin ir más lejos, en enero de hace 2 años, yo pensaba que estaba en forma y él me contestó: Estás gordo, estás lento y no estás en forma. Éste es Jokin Lizeaga en estado puro. En cambio, este año, a la salida del UTMB, me dijo lo que nunca antes me había comentado: Jordi, estás mejor que nunca. Y el resultado ya sabemos cuál fue. 

Hace muchos años ya, fuiste luchador de Moai-Thai en Tailandia e incluso llegaste a luchar en la cuna de este arte marcial, el Lumphini Park, en Bangkok, tal y como te habías propuesto. ¿Qué queda de aquel Jordi Gamito?
Creo que aquella experiencia me ayudó a saber qué son 6 horas de entrenamiento, a hacer dobles sesiones de entreno… Fue una experiencia de vida, una etapa en mi vida que creo que me ayudó a saber luchar por un objetivo. Me propuse combatir en el Lumphini Park y lo logré. Es como ahora. Tengo que entrenar, machacarme y persistir en los objetivos marcados, sin tirar la toalla, ya que correr por la montaña es lo que me hace feliz en este momento. 

 

Y no tenemos ninguna duda de que Jordi Gamito, que lleva 2 temporadas consecutivas en el Top10 del Ultra Trail World Tour, seguirá disfrutando de esta felicidad. Con muchos sueños aún por cumplir, como el de participar, por ejemplo, en la mítica Hardrock 100 de Estados Unidos (con un recorrido de 100 millas). Y es que, como bien sabe él, una casa no se construye de la noche a la mañana, sino estableciendo una buena argamasa, con unos buenos cimientos. 

Información de contacto: 

Instagram: Jordi_gamito

Twitter: @JordGamitron


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