(27-3-2019). La corredora de ultra trail Núria Picas vuelve a mostrar su faceta como escritora y, tras el éxito de Correr para ser libre, presenta su segundo libro: Ahora o Nunca. Un alegato a la madurez, al sacrificio, al aprender de los fracasos y a saber utilizar la resiliencia. En este relato, la corredora muestra una parte más íntima de ella, de la que nos habla a continuación.
En el mundo del ultra trail lo ha ganado todo. Incluso ha hecho realidad un sueño que se le negó por 3 veces. Cuando Núria Picas cruzó la línea de meta del Ultra Trail del Montblanc en 2017, acompañada por sus dos hijos (Arç y Roc), sus lágrimas de alegría le permitieron enterrar una decepción conocida. La corredora de Manresa hacia realidad su sueño. Y, como ella bien dice, “quien tiene un sueño, tiene un tesoro”.
Aquella victoria le permitió quitarse una espina. Ahora, en su segundo libro (“Ara o mai” -Ahora o nunca-, Editorial Columna) habla de esa experiencia, de cómo los episodios más duros –estuvo a punto de morir en la ascensión a la 5ª montaña más alta del planeta, el Makalu- le han permitido crecer como deportista y persona. Un libro escrito desde la madurez y la serenidad de aceptar los fracasos tal y como vienen, ya que su superación permite que nos abramos paso a la resiliencia.
Acabas de publicar “Ara o mai” (Ahora o nunca). Un libro mucho más íntimo que “Correr para ser libre”. ¿Cómo has vivido su proceso de elaboración?
Escribir un libro siempre es especial y estos últimos meses los he vivido con mucha intensidad. Especialmente en este “Ara o mai”. Ha habido momentos de todo, donde he reído, me he emocionado, me he replanteado muchas cosas. Incluso también he llorado, pero, sobre todo, he disfrutado en cada una de las páginas escritas (admite muy reflexiva y sincera).
Has mostrado una cara hasta ahora pocas veces conocida en ti. ¿Qué es lo que más te ha costado en todo este proceso de mostrar tu parte más íntima?
Esto de mostrar mi parte más íntima es algo que se me da bien. De hecho, soy una persona muy transparente y me gusta describir todo lo que me pasa y me rodea. Creo que hay que ser honesta con el lector y no mostrar siempre la parte más positiva. Describir momentos buenos es muy fácil y divertido, abrirse a los momentos malos requiere un punto más de sensibilidad y mano izquierda. Al fin y al cabo, en este libro, describo mis últimas aventuras, y todas ellas me han marcado profundamente. Dicen que no hay ninguna gran aventura sin sufrimiento, y pienso que el lector debe saberlo todo.
No hay ninguna gran aventura sin sufrimiento, y el lector debe saber lo bueno y lo malo
En este sentido, es especialmente dura tu narración del segundo intento de ascensión –también frustrado- al Makalu (8.463 metros), donde estuviste a punto de perder la vida. ¿Una de las preguntas que puede hacerse el lector tres iniciar la lectura del libro es por qué motivo/s sigues corriendo?
En realidad, en la vida siempre estoy corriendo, es mi manera de funcionar. Todo me gusta hacerlo deprisa. Corro para disfrutar, corro para ser libre, corro para ir a buscar el pan, ¡¡¡siempre tengo prisa!!! (reconoce Núria con una gran sonrisa dibujada en el rostro)
En el libro comentas que “a veces se gana, otras veces se aprende”. Teniendo en cuenta esto, podemos decir que siempre se aprende mucho más de las derrotes, de los fracasos, que de las victorias?
Sí, tengo la certeza de que se aprende mucho más de una derrota que de una victoria. Analizar el fracaso, dar un paso atrás para después dar dos pasos hacia adelante, aprender de los errores del pasado. Es algo en lo que siempre he creído. Las derrotas me hacen crecer, estoy convencida de que cualquier deportista de élite estará de acuerdo con esto. Encajar la derrota y sacar la parte positiva es fundamental para evolucionar como deportista. Y también como persona.
La resiliencia me ha permitido salir fortalecida de las situaciones más adversas
El secreto de la vida es transformar las pesadillas en sueños. Es lo que hiciste en 2015 tras tu primer intento de subir al Makalu (cortado de raíz por el terremoto de 7’8 grados en la escala de Richter que tuvo lugar a 18 kilómetros al Sureste de Kodari). Gracias al proyecto “Home to Home” (enlazar los dos trayectos de montaña por excelencia del Pirineo catalán “Cavalls del Vent” y “Carros de Foc”) volviste a encontrar el camino.
Sí, esto de lo que me hablas se llama resiliencia. Esto es, salir fortalecidos de las situaciones adversas en esta vida. ¡¡¡Me encanta este término!!!
¿Hasta qué punto ésta resiliencia te ha ayudado a poder seguir hacia adelante?
La resiliencia lo es todo para mí. Hace unos años, los médicos me dijeron que no podría volver a correr nunca más, marqué un plan y a día de hoy soy campeona del mundo de ultratrail (Núria fue campeona del Ultra Trail World Tour en 2014 y 2015). Seguramente, si no me hubiera roto aquel hueso en mil pedazos mientras estaba escalando (el astrágalo del pie izquierdo), hoy no diría lo mismo.
Afirmas que “correr de noche te permite ahuyentar todos los miedos”. Ahora bien, ¿disfrutas menos de todo el espectáculo de la montaña, no?
Correr de noche es diferente, pero también tiene su punto. De todos modos, prefiero correr con la luz del día, para disfrutar del espectáculo que nos rodea en todo momento. Voy concentrada en hacer mi carrera, pero no soy ajena al entorno que me rodea en cada momento de una carrera. De hecho, algunos paisajes te dan fuerzas en los momentos más duros.
Siguiendo en esta misma línea, opinas que “el mejor momento de un ultra es cuando sale el sol”. En este sentido, si tu vida fuera un ultra, ¿en qué punto de la carrera te encontrarías en este momento?
Para mí cada día sale el sol y se abre una nueva oportunidad. Una nueva oportunidad para vivir, para explorar, para amar, para disfrutar, para crecer. Respondiendo a tu pregunta, pienso que estoy en plena ultra trail y todavía no veo su fin (afirma con la mirada soñadora fija en el horizonte).
Mientras, en este ultra trail llamado vida, Núria sigue su proceso de recuperación para poder estar el próximo mes de agosto en la salida del UTMB, en Chamonix. Por ahora, aún no ha tomado ninguna decisión. Eso sí, tiene la inscripción hecha. No obstante, ahora mismo prefiere ir “día a día” y si encuentra “la motivación y la fuerza necesarias” para afrontar los 172 kilómetros y los más de 10.000 metros de desnivel positivo, el viernes 30 de agosto, a 1 minuto para que suenen las 18:00 horas, se situará en la línea de salida de una carrera que ya ganó en 2017.
Información de contacto:
Twitter: @NuriaPicas
Instagram: @nuriapicasoficial
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