(25-9-2019). Ya sea para una carrera nocturna o bien para un ultra trail en el que deberemos recorrer una buena parte del recorrido de noche, es básico disponer de un buen frontal entre nuestro equipaje de trail running. Y no todos los frontales son igual de útiles cuando lo que precisamos es potencia y claridad de halo para poder correr en las mejores condiciones a la luz (o no) de la luna.
Gracias a los expertos de la tienda Vertic Outdoor, hemos elaborado un artículo con las 5 características fundamentales a tener en cuenta en un frontal. De hecho, las líneas que siguen os pueden ser de gran utilidad a la hora de adquirir vuestra linterna de montaña o bien para valorar si la que tenéis en posesión es la más adecuada para esta actividad en la montaña.
Está claro que lo primero y más elemental es el uso que vamos a darle a nuestro frontal. No es lo mismo una luz para ir de excursión, cuando vamos a un ritmo mucho más tranquilo y sosegado, que un frontal que debe permitirnos poder vislumbrar el camino que tenemos por delante, por ejemplo, en una bajada técnica de gran rapidez. Es por ello que el primer elemento en el que debemos fijarnos es la potencia.
1-La potencia. Está claro que los lúmenes son una referencia necesaria y significativa a la hora de valorar la potencia de un frontal, ya que nos indicarán el alcance de la luz de linterna que tenemos entre manos (o, mejor dicho, en nuestra cabeza). Pero la potencia sin control no sirve de nada, que diría el popular anuncio publicitario de una conocida marca de neumáticos. Y es que los lúmenes de potencia son importantes para la calidad de la visión, pero no menos capital es el papel que juega la apertura del haz luminoso y el alcance que consigue. Los frontales de bombillas incandescentes solían tener un alcance de unos 30 metros, mientras que la tecnología LED actual permite llegar, en algunos casos, hasta los 300 metros (con 40 lúmenes se alcanzan unos 10-12 metros, para que tengáis una referencia).
En este sentido, el Led Lenser H8R es un buen frontal que aúna ambas características. Es potente y, además, puedes ajustar el haz a tus gustos mediante el zoom que ofrece, ya que el alcance es fundamental en cualquier bajada (no tanto cuando vamos cuesta arriba, a menor velocidad). Varios modelos de Petzl también ofrecen esta dualidad tan necesaria. ¿Qué cantidad de lúmenes mínima debería tener un frontal? Trasladamos esta cuestión a los especialistas de Vertic Outdoor que cifran esta cuestión en un mínimo de 200 lúmenes. Todo lo que sean linternas o frontales por debajo de esta cifra serán insuficientes para afrontar con garantías de seguridad una carrera nocturna por el monte.
La luz de los frontales LED (la tecnología que ha cambiado este producto totalmente en los últimos años) puede ser de hasta 2 colores. Y es que algunos de estos aparatos LED emiten dos tipos de luces: una de una tonalidad más azulada, dando la impresión de que alumbra más, y otra más amarillenta, consecuentemente más cálida. Siendo sinceros, ésta última –amarillenta- es quizás la mejor opción, ya que se asemeja más a la luz natural. Y este es un extremo que vamos a agradecer con el paso de las horas, especialmente si va acompañado de una homogeneidad en la iluminación.
2-El diseño. Ligero y pequeño. Un buen frontal de trail running debe reunir estas 2 características en su ADN. Ligero, porque corremos con él en la cabeza y todo lo que sea notarlo en exceso va a ser perjudicial para el avance de nuestra marcha. Además, el peso debe estar bien repartido, de forma equilibrada, para que nos sea más cómodo trotar con él. Pequeño porque debe tener algo de minimalista en su diseño para maximizar su rendimiento en poco espacio y, de esta forma, nos será mucho más cómodo de correr con él (o bien llevarlo en nuestra mochila cuando no necesitamos de su uso).
Dentro del diseño, también debemos fijarnos en la posibilidad que el frontal que compremos tenga luz trasera. Se trata de una luz que, en algunas pruebas de larga distancia, es obligatoria, para poder distinguir entre la oscuridad a los corredores que nos preceden en el camino. El hecho de que venga incorporada, de serie, hará que nos podamos despreocupar totalmente de esta segunda luz.
3- La comodidad. Los frontales pueden tener una única banda elástica alrededor de la cabeza o bien un sistema adicional en la parte superior que les dote de mayor estabilidad. En función de nuestra comodidad y uso, podemos optar por un sistema o bien otro, pero no es una cuestión baladí (por ejemplo, el Petzl NAO tiene dos cordones laterales en forma de u que aportan un extra de sujeción). Y es que esta cinta elástica es la encargada de sujetar con firmeza la linterna. Si ésta es más ancha, puede ser más estable, pero quizás menos cómoda (es cuestión de probarnos diferentes modelos y observar cuál nos viene mejor).
También debemos fijarnos en que el interruptor de encendido (y los respectivos cambios de función) sea fácil de accionar, además de un diseño fácil y sencillo que nos permita desmontar las distintas partes en caso de necesidad (por ejemplo, llevar a cabo un cambio de pilas con guantes puestos, un extremo que, en algunas ocasiones, puede resultar una operación de lo más compleja). El peso, aspecto citado anteriormente dentro del apartado del diseño, también puede determinar la comodidad de una luz LED. De hecho, no es lo mismo correr 7 horas nocturnas con un LED que no llega ni a los 100 gramos (el Petzl Actik Core, 82 gramos) que otro con mucho más peso (el Topelek GELE028AS, que tiene una potencia de hasta 5.000 lúmenes, pero con un peso de 381 gramos).
4-La batería recargable con o sin puerto USB (o bien con pilas), ya que si debemos pasarnos más de una noche en el monte, lo más probable es que debamos usar 2 pares de baterías para poder llegar a meta. La autonomía real de la batería puede variar en función de los modelos, aunque en algunos de ellos es superior a las 30-40 horas (eso sí, en función de la temperatura exterior, ésta duración puede variar ostensiblemente; y si usamos la linterna a su máxima potencia, está claro que su autonomía no será la misma).
Requerimos un frontal LED potente, pero también que esta potencia perdure en el tiempo lo máximo posible. Y es que de nada nos servirá una linterna con un gran número de lúmenes y un buen halo si después su vida útil no pasa de los 4-5 horas. Y es que, para un ultra trail, nos interesará una autonomía máxima con una buena potencia (algo que, especialmente, se agradece cuando estamos cansados tras muchas horas corriendo y también bajo la oscuridad de la noche, cuando los reflejos y percepciones pueden varias de forma ostensible).
5-La impermeabilidad. De noche, y en la montaña, podemos encontrarnos con un factor como humedad. Además, también puede subirse al carro un viajante inesperado y no deseado: la lluvia. En este aspecto, es preciso que el frontal en cuestión tenga un alto índice de impermeabilidad y que sea resistente a la humedad (un índice IPX 5 o 6, en la jerga sobre esta cuestión, sería más que suficiente; sin necesidad de llegar al grado 7, que permite la inmersión completa en 1 metro de agua sin que penetre líquido durante 30 minutos).
Información de contacto:
Twitter: @vertic_es
Instagram: @verticoutdoor
Gracias por el articulo, aunque como bien decís la potencia sin control no sirve de nada por coque no hubiera estado mal que hubierais explicado lo que es una Candela, que es fundamental para la eficacia de un frontal, ya que indica la potencia en la dirección deseada y curiosamente casi ninguna marca lo menciona.
Por otro lado me permito llamaros la atención sobre la marca Olight que si bien llevan poco en el mercado del outdoor están fabricando unos frontales brutales.
Muchas gracias.