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TRAIL RUNNING

Cómo comprar una mochila para trail running

Consejos de la tienda Barrabes

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(11-7-2018). Para los más novatos, y también incluso para los más experimentados en trail running, muchas veces se plantea una misma cuestión: ¿qué mochila o bolsa (riñonera, cinturón…) debo llevar y con qué capacidad? En este artículo queremos daros la repuesta, teniendo en cuenta que cada persona y cada corredor y corredora es un mundo. Para ello, hemos contado con la ayuda de la tienda especializada en montaña Barrabes.

El medio en el que nos encontramos cuando practicamos trail running -alta montaña, terreno alpino, media montaña…- es el que va a dictaminar el tipo de mochila que vamos a necesitar, ya que tendremos unas necesidades de material y de carga u otras.

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Y es que no es lo mismo hacer una salida de 2 horas por un terreno montañoso cerca de la ciudad que pasarse el día corriendo y caminando por un parque natural en medio de los Pirineos. Por lo tanto, lo primero y más esencial a la hora de querer comprar nuestra mochila de trail running es saber con concreción qué uso vamos a darle y qué material debemos llevar con nosotros (hidratación, comida, frontal, ropa de abrigo, paravientos…).

Menos no es más

Como en el caso de las bicicletas, la obsesión por el peso también ha llegado a la montaña. Ir con el mínimo peso necesario para sentirse ligero. Sin embargo, cada vez son más las carreras de montaña o ultras que exigen un material obligatorio mínimo para poder participar y todo ello difícilmente nos cabría en una mochila de dimensiones reducidas. Desde Barrabes son tajantes a la hora de afirmar que jamás debe hacerse a la inversa. Esto es, nunca debemos seleccionar nuestra mochila o riñonera para ir a la montaña teniendo en cuenta el peso y que sólo podamos poner dentro lo que cabe, eliminando –porque no caben- elementos necesarios como prendas de abrigo o más hidratación.

Los especialistas de esta tienda saben que no es una elección fácil, pero nos dan otra pista: debemos llevar todo lo necesario, pero no cargar con nada superfluo. Y es que, ¿merece la pena dejar nuestra seguridad al azar para ahorrarnos 300 o 400 gramos? ¿Vale la pena correr el riesgo de sufrir una hipotermia por el mero hecho de ahorrarnos peso o de no poder llevar una prenda de este tipo porque no nos cabe en la mochila? En ambos casos, lógicamente, la respuesta debe ser no. Y es que si dejamos de lado material que podemos necesitar en la montaña, lo que perdemos no es peso, sino seguridad y ponemos en riesgo nuestra integridad física.

Si dejamos de lado material que podemos necesitar en la montaña, lo que perdemos no es peso, sino seguridad y ponemos en riesgo nuestra integridad física

Tipos de mochilas

Dentro de las mochilas de montaña podríamos establecer una primera gran división entre: riñoneras y cinturones, por un lado, y mochilas y chalecos, por el otro. Aunque las riñoneras y cinturones no sean propiamente mochilas en sí mismas, sí los incluimos en esta categoría genérica, ya que entendemos que nos ayudan a transportar, de una forma diferente, una serie de material indispensable para salir a la montaña. De aquí que, precisamente, el título de este artículo sea cómo elegir nuestra mochila de trail running.

Las riñoneras y cinturones tienen una utilidad para salidas cortas, si salimos cerca de nuestra ciudad o pueblo, o si podemos tener acceso fácilmente a agua disponible, avituallamiento… Si todos estos requisitos se cumplen, podemos dejar de lado muchos elementos de seguridad en nuestro entrenamiento o competición por la montaña. Si, por el contrario, tenemos en mente una salida de largo kilometraje por media o alta montaña, con muchos kilómetros en autosuficiencia, la opción de la riñonera o cinturón no sería, obviamente, la más recomendable, tal y como se encargan de remarcar desde Barrabés.

Las riñoneras nos permiten llevar con nosotros un material muy básico: barritas energéticas, bidón de hidratación, teléfono móvil y, en el mejor de los casos, un impermeable ligero. Todo bien guardado y en la cintura, perfectamente a mano para cuando lo necesitemos, en cualquier momento y sin necesidad de ralentizar nuestro ritmo. En el caso de los cinturones, la capacidad es aún menor, aunque sea asombroso lo que podemos meter en ellos. Uno de los elementos más destacados es que la mayoría de cinturones también tienen un sistema que nos permite llevar nuestros bastones de forma cómoda, además de un número de bolsillos que, en algunos casos, supera la media docena. En este sentido, es importante su buen ajuste a la cintura, tal y como nos recomiendan desde esta tienda especializada, para evitar que se nos mueva en exceso mientras corremos.

Las mochilas y chalecos permiten cubrir todas las necesidades para salidas largas, incluso de más de un día, en la montaña y también para incluir todo el material obligatorio que, en un momento determinada, nos puede exigir el organizador de un ultra trail. La mochila suele ser menos ceñida y más grande que el chaleco, ya que estos últimos tienen en el minimalismo su razón de ser. Además, aunque no haya muchas diferencias en el sistema de ajuste, los chalecos buscan ser como una prenda de ropa ajustada que se adhiere, como una segunda capa, a nuestra piel, y nos facilita cualquier movimiento. En los varios compartimentos que tienen, debemos poder cargar con la comida e hidratación suficiente, bastones, impermeable, frontal e incluso, en algunos casos, con los crampones. La característica fundamental de este tipo de mochilas y chalecos debe ser siempre la accesibilidad. Deberíamos poder acceder a los bolsillos básicos en marcha y sin necesidad de quitarnos la mochila, nos cuentan desde Barrabes.

El sistema de hidratación es fundamental en salidas largas. En este sentido, en las mochilas o chalecos nos podremos encontrar con una bolsa interna (el Camelback de toda la vida) o bien botellas o bolsas de agua que nos permitan beber con un leve gesto de cabeza, y sin necesidad de modificar nuestro ritmo de carrera. Un apunte de cara a la comodidad del corredor y corredora. Los bidones son más fáciles de rellenar y sin necesidad de quitarse la mochila o chaleco. Además, la mayoría de modelos del mercado incorporan dos bidones, un hecho que nos permitirá rellenar uno con agua y el otro con bebida isotónica. En el caso que tengamos una mochila de hidratación interna por bolsa, para rellenarla deberemos quitarnos la mochila y, en el peor de los casos, sacar la bolsa de ella. Tanto en el caso de mochilas como de chalecos, hay otro elemente también clave: el equilibrio. Es muy importante que, una vez cargadas con todo el material necesario, sean estables y éste no se mueva al correr, ya que nos provocará incomodidad.

Capacidad de las mochilas

En ambos casos, tanto mochilas como chalecos tienen talla, motivo por el cual es esencial probarlos y dar con la talla ajustada. Más incluso en el caso de los chalecos, ya que van más ajustados y ceñidos al cuerpo. Dentro de la tipología de chalecos y mochilas podríamos establecer una subdivisión en función de la capacidad que tienen:

  • Mochilas pequeñas: capacidad de 3 a 8 litros. Son mochilas o chalecos para pruebas cortas, hasta 45 kilómetros, y eso siempre que sean carreras o entrenamientos en los que las zonas de autosuficiencia no sean excesivamente largas. Con las más nimias (3 litros), sólo podemos llevar lo indispensable.
  • Mochilas grandes: de 10 hasta 20 litros. Este tipo de ejemplares nos dan una gran autonomía. No podemos llevar una casa encima, pero casi. Nos cabe todo lo necesario e imprescindible para correr por la montaña con total seguridad, tanto en entrenamientos largos como en pruebas de larga distancia por alta montaña o con malas condiciones meteorológicas. Pueden resultar un pelín más incómodas que una mochila pequeña por su capacidad, ya que la carga tiende a moverse un poco cuando corremos. Sin embargo, la mayoría de los modelos que podemos encontrar en el mercado permiten correr sin oscilaciones y desequilibrios importantes. Dentro de esta categoría estarían situadas las mochilas más usadas dentro del panorama del trail running en nuestro país. Es decir, as que tienen entre 10 y 12 litros. Con el material ligero y comprimible actual, tienen el volumen y capacidad adecuados para afrontar una salida de largas horas por el monte. Más allá de esta cifra, más allá de los 12 litros, las mochilas ya entran dentro del terreno de la autosuficiencia (para carreras sin avituallamientos o muy largas) y se trata de mochilas muy polivalentes. Sí hay que tener en cuenta, según nos señalan desde Barrabés, que este tipo de mochilas no son tan adecuadas para correr y sí para un trekking ligero y rápido, senderismo y montañismo no técnico.

Para ampliar esta información, podéis poneros en contacto con los especialistas de Barrabés.

Información de contacto:

www.barrabes.com

@barrabescom


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