(14-11-2018). La mayoría de prendas de montaña tienen detrás una tecnología que muchas veces menoscabamos. Pero dicha especificidad y materiales requieren de un cuidado especial para poder mantener sus prestaciones iniciales. Las prendas para correr suelen ser muy ligeras y delicadas, hechas con materiales transpirables y/o impermeables, y ello conlleva que debamos prestarles más atención de la habitual. Para ello, hemos contactado con los responsables de la tienda Vèrtic Outdoor.
Cada año, los corredores de trail running y aficionados y aficionadas a la montaña en general se gastan importantes sumas de dinero en productos de última tecnología o en la última moda en zapatillas o ropa térmica. Un dinero en material, bien invertido, que tiene un contenido muy técnico para acercarse hacia el medio natural con las máximas garantías y seguridad. Sin embargo, esta inversión económica no va acompañada, en diversas ocasiones, del cuidado necesario para mantener el equipamiento de forma óptima y con sus prestaciones iniciales, las mismas que tenían cuando salieron de la tienda. ¿Cómo debemos lavar una camiseta técnica de montaña? ¿Y un forro polar? ¿Y un paraviento? ¿Y la chaqueta impermeable? En este artículo, intentaremos darlos las pautas necesarias para ello.
Lavar a mano y con agua fría, siempre que sea posible
Hay que tener en cuenta que la forma cómo lavemos este material puede determinar, en gran medida, su vida útil y su durabilidad. Prácticamente todos los fabricantes aconsejan lavar a mano las prendas de montaña, tal y como especifican en sus etiquetas. Lo mismo que nos aconsejan desde una de las tiendas de referencia dentro del panorama nacional de montaña. No obstante, siendo realistas, en pocas ocasiones lo hacemos. Solemos ir a lo práctico, a meter las prendas en la lavadora y poner un programa corto de agua fría.
Siguiendo los pareceres de los expertos de Vèrtic, sería esencial lavar la ropa de montaña a mano y con agua fría o tibia y hacerlo con la vestimenta del revés, para evitar así que se dañen las partes visibles. Además, no debemos frotar de forma muy agresiva ni fuerte, ya que podemos estropear algunas de las membranas y particularidades de estas piezas. Y a la hora de enjuagar, debemos prestar mucha atención para evitar que quede cualquier resto de jabón en la vestimenta.
El sudor, el barro, los restos de hierba o arañazos son nuestros principales enemigos en este caso. Otro consejo que también nos ofrecen desde Vèrtic Outdoor es que, previamente al proceso de lavado, pongamos en remojo estos atuendos durante un tiempo. Simplemente con agua y jabón. Y evitando, siempre, cualquier producto químico que pueda dañarlos. Asimismo, el jabón que debemos utilizar para limpiar esta ropa debe ser poco agresivo, neutro si es posible. En este sentido, podemos encontrar en el mercado una gran variedad de detergentes especializados en ropas delicadas, incluso biodegradables para contaminar lo menos posible.
Utilizar detergentes biodegradables y evitar suavizantes
Este tipo de detergentes, con etiqueta bio y respetuosos con el medio ambiente, son especialmente recomendables para salidas de montaña en las que nos vemos obligados a asear la ropa en ríos o en las instalaciones de cualquier refugio de alta montaña. Si son líquidos, siempre van a disolverse mejor y dejarán menos restos en nuestro atuendo técnico. En el caso que optemos por detergentes en polvo neutros, es preciso disolverlos antes para evitar que dejen manchas en nuestra ropa.
Una bolsa estanca, llegado el momento y la necesidad, también puede convertirse en una especie de lavadora –de forma muy sencilla, poniendo agua y jabón- si pasamos un fin de semana o unos días en la montaña y no podemos lavar nuestras prendas en casa, tranquilamente. Al mismo tiempo, hay un aspecto vital, muy a tener en cuenta, que nos remarcan los especialistas. Nunca, bajo ningún concepto, debemos utilizar suavizantes u otros productos de este estilo. Hay que tener en cuenta que este tipo de artículos –suavizantes y similares- estropearán las membranas de estas prendas como pueden ser el Gore-Tex o similares.
El tiempo es oro, no sólo en el momento del lavado, sino también en el previo. A pesar del cansancio que tengamos o de otros quehaceres, es vital limpiar estas prendas cuanto antes. De hecho, debería ser casi lo primero que hiciéramos al llegar a casa. Y es que la ropa, con el sudor, el agua y el barro, puede coger un olor desagradable. Un hedor que si impregna esta vestimenta, será difícil de quitar, a pesar de lavados intensos. Si no es posible lavar nuestra ropa de forma rápida, los expertos nos recomiendan, como mínimo, darle un remojo rápido con jabón y lavarla a conciencia al día siguiente o cuanto antes podamos.
Último recurso: lavadora, con un programa corto
Si a pesar de los consejos, no tienes ni el tiempo ni las ganas de lavar a mano, puedes utilizar un programa corto de tu lavadora, con agua fría y con el menor tiempo posible (algunas lavadoras del mercado tienen programas de 15’ que ya son suficientes) y unas revoluciones por minuto que no sean superiores a 800 (cuanto menor sean las rpm, mucho mejor). Y, una vez terminado dicho programa concreto de lavado, es fundamental sacar la ropa de la lavadora cuanto antes para ponerla a secar de forma natural siguiendo los consejos que explicitaremos a continuación. Por cierto, algunas chaquetas o camisetas de montaña incluyen componentes con cremalleras y/o velcros. Siempre es mejor lavarlas con estas cremalleras y velcros cerrados, especialmente si las metemos dentro de la lavadora para evitar que se dañen.
La ropa hay que dejarla secar al sol, nunca ponerla en la secadora
Obviamente, si no es aconsejable limpiar la ropa con la lavadora, aún lo es menos ponerla dentro de la secadora. Hay que dejarla secar de forma natural, si puede ser sin que le toque el sol de forma directa ni ninguna fuente de calor como podría ser un calefactor. Hay que tener en cuenta que la ropa técnica de montaña está hecha para secarse de forma rápida, ante el sudor y el agua. Por lo tanto, seguro que se desecará por sí misma de forma rápida y natural. Debemos procurar que las prendas no estén muy juntas, facilitando el paso del aire entre sí –para un secado más veloz- y poner dichas prendas del revés. De esta forma, los tejidos sufrirán menos ante posibles castigos de los rayos del sol.
No lo vamos a negar, la secadora, este invento del siglo XX que nos hace la vida muy fácil en pleno siglo XXI, es muy útil para nuestra existencia. Pero tiene un gran punto en contra, como muchos de vosotros y vosotras ya sabéis por propia experiencia en su uso diario: es muy agresiva con la ropa delicada. Y nuestro material técnico de montaña es material de alto valor, y muy sensible. De aquí que su uso esté del todo contraindicado para este tipo de vestidos y materiales tan específicos. Por cierto, en general y a no ser que el propio fabricante indique lo contrario, las prendas de montaña no se planchan nunca.
Mirar la etiqueta… y los bolsillos
Además de todos estos consejos, hay otro primordial, y es el que nos lanzan los propios fabricantes de los materiales de montaña a través del etiquetaje de sus productos. Y es que las sugerencias que os hemos apuntado en este artículo son universales, válidas para todos los productos, pero quizás algunos de ellos requieren incluso de cuidados más específicos. Seguro que el fabricante los habrá señalado, pues, en el etiquetaje del producto en cuestión. Por lo tanto, no está de más –de hecho desde Vèrtic nos lo recomiendan de forma imperante- echar un vistazo a la etiqueta antes de hacer nada. Por cierto, un último apunte y que no resulta baladí. Antes de lavar cualquier prenda, sea la que sea, no os olvidéis mirar dentro de los bolsillos. Quizás nos hemos olvidado algún objeto importante que podemos desechar –sin quererlo ni desearlo- durante el lavado.
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