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TRIATLÓN

A raíz de los últimos accidentes con triatletas y vehículos implicados, os aportamos algunos consejos

Cómo evitar enfrentamientos entre ciclistas y conductores

(4-11-2014). Compartir carretera con un vehículo a motor cuando se circula en bicicleta se convierte, más a menudo de lo que nos gustaría a todos, en todo un desafío en el que, desgraciadamente, un conflicto puede acabar en un desenlace negativo. Las organizaciones Coordinadora Catalana de Usuarios de la Bicicleta (CCUB) y ConBici nos aportan algunas sugerencias para evitar enfrentamientos entre conductores y ciclistas, de los que cada vez somos más conscientes gracias a las denuncias de triatletas de élite y populares.

A pesar de las numerosas campañas lanzadas por asociaciones de ciclistas y triatletas y respaldadas por deportistas de élite, que animan a los conductores a respetar el cambio de carril obligatorio y los 1,5 metros mínimos de distancia de seguridad entre vehículos y ciclistas, seguimos asistiendo a denuncias de ciclistas que han visto arrollados sus derechos, y en muchas ocasiones, sus cuerpos, en un desafortunado encuentro con vehículos de motor.

Son, desgraciadamente, también muchas las noticias que escuchamos sobre el fallecimiento de algún ciclista o triatleta por esta causa en la carretera.

Para evitar los accidentes se hace necesario conocer las normas viales de circulación y respetar los derechos de todos los usuarios que circulan por la carretera. Pero, cuando el respeto y el conocimiento no son suficientes, Albert García de la Coordinadora Catalana de Usuarios de la Bicicleta (CCUB), realiza las siguientes recomendaciones:

    • En el caso de circular por dentro de poblaciones, hacerlo por el centro del carril, de manera que “además de evitar chocar con las puertas que abren los coches, las peligrosas alcantarillas y los agujeros provocados por las roderas de coches y camiones, también favoreceremos que el vehículo invada el carril contrario, como haría con otro vehículo, para adelantar la bicicleta, dejando espacio de seguridad y evitando el roce”, explica García. A lo que añade que “es muy poco probable que un coche te pase por encima si circulas por el centro del carril, pero sí que te tire al suelo si circulas pegado a la derecha. La presión de un motor en el cogote puede ser agobiante pero nos puede salvar de una caída”.
    • En el caso de topar con un conductor con una conducción agresiva, García recomienda “evitar el enfrentamiento directo adelantando otro coche para evitar tener al agresivo a nuestra espalda. Si no es posible, mejor dejar que nos adelante en algún lugar seguro”.
    • Es aconsejable “evitar el enfrentamiento directo con los conductores de vehículos a motor, ya que acostumbran a circular estresados y no entienden que la bicicleta tiene derecho a circular por la calzada y muchas veces nos consideran un obstáculo”, opina García.
    • Pero si inevitablemente se produce un conflicto, “sin perder nuestros derechos, hemos de utilizar la imaginación y la no violencia para solucionar el problema con el conductor. E intentar que se baje del vehículo para poder hablar en igualdad de condiciones”.
    • Fuera de poblaciones, “la velocidad de los vehículos es más rápida y enfrentarse a ellos es muy peligroso. Si se circula solo, mejor ocupar la parte derecha de la calzada y en subidas con poca visibilidad es conveniente ocupar la parte central de la vía, una vez que el vehículo se sitúe detrás nuestro a nuestra velocidad, para evitar que nos rebase”. Los ciclistas pueden circular de dos en dos y en grupo. “En esta situación, aunque circulemos por la derecha, al ocupar más espacio en la calzada, se gana en seguridad porque el conductor no tiene otra opción que hacer el adelantamiento de forma correcta”.

Videocámaras como elemento disuasorio
Fuera de núcleos urbanos, otra medida que promueve la Coordinadora Catalana de Usuarios de la Bicicleta y que respalda la Coordinadora en defensa de la bicicleta en España, ConBici, es el uso de videocámaras en los manillares de las bicicletas.

Se trata de una medida que, además de permitirnos registrar cualquier accidente o conflicto que se dé en la carretera y en el que nos veamos involucrados, puede actuar también como “un elemento disuasorio de cara a los conductores que, por miedo de ser denunciados, muestren un mayor respeto a los ciclistas”, comenta Albert García, quien añade que “algunos clubes de ciclistas incluso han empezado a usar carteles en sus maillots en los que se informa a los conductores de que se lleva cámaras, como medida disuasoria”.

En los últimos tiempos son bastantes los triatletas y ciclistas que han usado las grabaciones hechas con sus videocámaras para denunciar mala praxis de los conductores o, incluso como prueba en un juicio. Sin embargo, el uso de videocámaras en vehículos privados es un asunto “complejo a nivel legal” y “ni la propia Agencia de Protección de Datos tiene unas instrucciones que clarifiquen la cuestión”, comenta Francisco J. Bastida, catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Oviedo y miembro de ConBici y de Ciclojuristas.

El catedrático recomienda seguir una serie de recomendaciones para poder usar la videocámara y no incurrir en delito:

    • Se puede llevar instalada una videocámara, sosteniendo en todo momento que la finalidad de la grabación es exclusivamente personal y el objetivo de la grabación es el paisaje o el estilo de conducción del propio o del compañero que va delante (contando siempre son su consentimiento).
    • No se puede realizar un tratamiento de los datos (imagen/sonido) para hacerlos públicos fuera del ámbito particular. En el caso de querer difundirlo públicamente, por ejemplo en Internet, es necesario borrar las matrículas, caras y cualquier otra imagen o sonido que identifique a las personas que salen en la grabación.
    • En el caso de querer hacer una denuncia con el vídeo, si el destinatario son los medios de comunicación, se eliminarán los datos de identificación antes mencionados. Si la denuncia es ante la policía o el juez, la grabación debe mostrarse sin ninguna manipulación y argumentando que es un hallazgo casual e indirecto fruto de ir grabado exclusivamente para uno mismo el paisaje por el que se transita o la forma propia de conducir en bicicleta. Debe añadirse en la argumentación que la aparición de otros vehículos y de personas es totalmente circunstancial, pero que tras el visionado de la grabación, se entendió que su contenido podía ser relevante para la policía o el juez.

Más información:
http://www.ccub.org/
http://www.conbici.org/joomla/


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