(30-7-2014). Nada, pedalea y corre. Corre, corre mucho. La carrera a pie es su punto fuerte. Su debilidad, en el mundo del triatlón, la natación. Y eso que empezó dando brazadas en una piscina. Su otra debilidad, la más agradable: Carolina Routier. También es triatleta profesional como él. Mario ‘mola’ mucho. Tanto, que lleva impreso este verbo en su apellido. Y en el maillot, cuando compite. Tiene 24 años. Es la sombra del mejor triatleta español de todos los tiempos, Javier Gómez Noya. Sueña con coger su testigo y poder llegar a ser campeón mundial de triatlón, como ya lo fue en categoría júnior (2009). El pasado año fue medalla de bronce en el Campeonato Mundial de Triatlón. Ahora, aspira a subir un peldaño más en el podio. Como si de un piñón para ascender un puerto de montaña se tratara. Para ir más ligero hacia la meta. Quema 5.000 calorías al día. Nunca sale de fiesta. Su mejor festejo son las carreras, donde disfruta más que sufre. Es Mario Mola y nada, pedalea y corre. Mucho.