El fitness español reivindica su atractivo como oportunidad de negocio

¿Por qué ahora es una buena oportunidad para invertir en el sector del fitness? El regional manager de Vivagym, José Manuel Medina; el director de Sano Center La Canyada, Carlos Alfonso Samitier; y el máximo responsable de Fit Jeff, Diego Moya, respondieron a esta y a otras cuestiones en un encuentro virtual en el que cada uno expuso las particularidades de los distintos modelos de negocio que representan.

Tanto el ponente de Sano Center como el de Fit Jeff coincidieron en que el modelo boutique, en el que se encuadran sus centros, tiene a su favor la baja inversión necesaria: a partir de unos 50.000 euros, tal vez menos, se puede obtener una franquicia de este tipo de negocios.

PERSONALIZACIÓN

Ambas enseñas necesitan pocos usuarios para ser rentables, pero debido a su precio, un ticket medio que puede convertirse en alto en función de los servicios contratados, necesitan desarrollar acciones que les permitan arrancar sus negocios con un mínimo de usuarios mientras esperan que el boca oreja se empiece a notar.

Su punto fuerte no es la maquinaria o las instalaciones, sino la consecución de objetivos a través de entrenamientos más personalizados.

“El precio depende del valor que aportes”, precisó Diego Moya, que puso especial énfasis en trabajar distintas estrategias antes de abrir cada local: “Es importante invertir 2.000 o 3.000 euros en marketing durante la preapertura para alcanzar en dos o tres meses el punto de equilibrio que te permita llegar a pensar en el medio plazo”.

PÚBLICOS DISTINTOS

Las tres cadenas se dirigen a públicos más o menos distintos, aunque los de Fit Jeff y los de Sano Center presentan más coincidencias. La primera, que su perfil mayoritario son mujeres: representan entre un 70% y un 80% en Fit Jeff y un 60% en Sano Valencia La Canyada. Ambas enseñas confían en que, con el inicio del curso escolar, muchas madres puedan recuperar sus rutinas y regresen a los centros deportivos.

“Nuestros clientes viven en chalets, rondan de media unos 40 años y no dominan especialmente el perfil tecnológico, por lo que es más difícil hacer una campaña digital y hay que ir casi puerta a puerta. Pero cuando tienes un suficiente número de clientes, es más fácil trabajar”, añadió Carlos Alfonso, que destacó que al trabajar con un menor volumen de usuarios es más fácil “darle la vuelta a los inconvenientes”.

Los centros de Vivagym, que antes de la pandemia aglutinaban de media entre 3.000 y 4.000 abonados por establecimiento, necesitan otro tipo de trabajo en la preapertura, más enfocado a una captación masiva en la que pueden ofrecer más alternativas a nivel de precio y servicio.

Las tarifas low price que proponen, la cantidad de espacio disponible y los múltiples servicios que ofrecen suponen un gran reclamo para usuarios de perfiles muy transversales tanto a nivel de edad como de grupo social. Con un gran volumen de público hacen rentable las importantes inversiones que exigen tanto los locales que ocupan como la maquinaria que utilizan sus negocios.

Otra de sus características es la cuota sin permanencia, un arma de doble filo que, aunque provoca que su ratio de rotación sea mayor, es un elemento valorado positivamente por los socios de la cadena.

EL ONLINE, CENTRADO EN EL CLIENTE

Las tres cadenas mantienen estrategias distintas en lo que a la oferta digital se refiere. Mientras que el centro de Sano ha dejado de ofrecerlas porque “los clientes han regresado a la presencialidad y ya no demandan ese servicio”, tanto Fit Jeff como Vivagym siguen ofreciendo a sus abonados esa propuesta de valor.

En el caso de Vivagym, ofrecen clases dirigidas a la carta a través de su app, donde se puede encontrar una biblioteca de sesiones previamente grabadas. Un modelo unidireccional que contrasta con el de Fit Jeff, que han apostado por un sistema bidireccional: el usuario puede seguir cuando y donde quiera una clase a través de un dispositivo móvil y sabe que el entrenador que dirige la sesión podrá verle y corregirle a través de una pantalla.

Ambas cadenas mantendrán estos servicios, que entienden que son complementarios con su actividad presencial y que aún pueden tener un cierto nivel de demanda entre sus usuarios.

ESPAÑA, UN MERCADO APETECIBLE

Antes de la mesa redonda, el mánager de expansión de Jeff y moderador del debate, Santiago Marchante, aportó algunos datos presentados en los últimos meses por entes como IHRSA, Fneid o Valgo que refuerzan la tesis que el fitness, en general, y concretamente en España, es un sector que ha gozado y seguirá gozando de un fuerte atractivo económico.

De entrada, ubicó el fitness como un sector tractor para la economía mundial, ya que en 2019 generó 96.685 millones de euros, cifra que en 2020 cayó hasta los 58.011 millones debido a la pandemia.

Tras Estados Unidos, Europa se sitúa como el segundo principal actor mundial del fitness mundial: aportó 31.527 millones en 2019 (un 32,6% del total) y 22.069 en 2020 (38%).

Dentro del mercado europeo, España se ha mantenido históricamente en el top5 de países con un mayor volumen de negocio. El último informe de IHRSA la situaba cuarta, con 2.634 millones de euros, sólo superada por Reino Unido, Alemania y Francia.

Los datos de recuperación de socios y de facturación del sector desde mayo de 2020 (una recuperación intermensual del 6,8%) es otro indicador que explica el interés que hay entre los usuarios por los servicios que ofrece este sector.

“La aparición de nuevos competidores en el mercado y también de nuevos segmentos es un claro síntoma de las oportunidades que hay en España, donde el mercado aún está en crecimiento”, sentenció Marchante.