Alertan de dos amenazas para el fitness alimentadas por la pandemia

Las medidas desplegadas para frenar el avance del Covid19 en España se han cebado especialmente con las instalaciones deportivas en forma de reducciones de aforo y cierres de espacios indoor de entrenamiento que, según el presidente del Consejo Colef, Vicente Gambau, han contribuido a “infundir miedo y desconfianza en el cliente de instalaciones deportivas”, no fiándose muchos en acudir a espacios cerrados para ejercitarse.

El miedo, sumado a las restricciones de movimiento, habrían motivado el surgimiento de nuevas prácticas de actividad fitness que, en opinión de Gambau, constituyen “una amenaza para la salud pública y para la imagen del sector”.

Una de estas prácticas es el fitness online que, si bien, el presidente del Consejo Colef matiza que “la mayoría de operadores han abrazado la tendencia y ofertan contenidos de calidad”, siendo a su entender los más “interesantes” los contenidos interactivos que “permiten el feedback del monitor en directo a través de videoconferencia”. Sin embargo, dentro del auge del fitness online “prolifera la oferta sin cualificación”.

Gambau considera que el fitness online es una práctica que se va a mantener post pandemia, ya que “abren la posibilidad de practicar ejercicio físico a personas que por desplazamientos, falta de tiempo u otros inconvenientes, no pueden acudir a un centro deportivo”. Así, considera que “el online, como otras formas de ejercicio pautado, son beneficiosas, siempre y cuando se minimicen los riesgos”, algo que esta oferta no reglada no asegura, poniendo en riesgo a la población.

Otra amenaza detectada por Vicente Gambau es la llamada ‘Gymanta’ en referencia al ‘top manta’ en el fitness, y que viene a ser practicada por personas sin cualificación que ejercen de entrenadores y monitores en espacios abiertos como parques o playas. “Se anuncian por las redes, no declaran en ningún sitio y ejercen sin regulación ni calificación”, lamenta, animando a los operadores del sector a “competir contra ellos con una oferta de calidad, saliendo de las instalaciones y ofreciendo fitness en el exterior”, al menos, “mientras los interiores de las instalaciones deportivas estén en entredicho”. Además de “educar a la ciudadanía en que no todo vale dentro de la práctica del fitness”.

Clústers de fitness

Gambau ha realizado estas reflexiones en su participación en el evento virtual organizado por la consultoría MAS bajo el título de ‘Caso Galicia: Nueva Perspectiva de los Creadores de Tendencia’. En este webinar, Gambau ha hecho un repaso a la historia del fitness gallego y a las causas que le han llevado a ser puntero dentro del mercado español. Asimismo, ha informado de la creación de un clúster gallego de la industria que ya cuenta con 50 empresas adheridas y que se ha constituido “con carácter tecnológico y de servicio”, animando a la industria a adherirse para poder ganar en unión.

Ha especificado que el mejor escenario sería “la creación de clústers autonómicos coordinados por un clúster central” que “uniría al sector” y le haría más visible como beneficiario de ayudas internacionales además de para ganar presencia como ente esencial dentro de la sociedad. Ha invitado al sector a “unirse para poder avanzar”, señalando que “van a llegar en breve fondos europeos y si el sector no espabila, el dinero se destinará a otras industrias”.

Medidas “politizadas”

En este mismo encuentro, han participado representantes de operadores de fitness gallego como Francisco Cortegoso de Mais que Auga; Miguel Lozano de BlueZone 55; Roberto Ramos de Be One-Servicio; Ernesto Rojas de Distrito Estudio y Ramiro Rojo de Soom, quienes han coincidido en lamentar el nivel de politización que rige en las decisiones sanitarias tomadas para paliar la pandemia.

Mª Ángeles de Santiago (MAS) junto a los representantes de Mais que Auga, BZ55, BeOne, Distrito Estudio y Soom, en el encuentro virtual sobre el fitness en Galicia organizado por la consultoría.

En este sentido, Roberto Ramos, lamentaba haber sentido “desamparo y decepción” en la manera en la que las administraciones públicas han tratado al sector del fitness. “Durante el estado de alarma el sector se unió mucho, desde la patronal se apoyó a las compañías y se aportó mucha información para situarnos donde debíamos estar dentro de la pandemia, avalados por unas tasas de contacto ínfimas. Todas las instalaciones hemos adoptado unos niveles de seguridad y trazabilidad muy altos, pero tenemos la sensación de que el Estado no toma las medidas acorde a las acciones que acometemos, poniéndonos primero en el saco de las discotecas y después de la restauración”, relataba Ramos.

En opinión del Ceo de Be One-Serviocio, “la pandemia está politizada” y las medidas que se dictan “están más basadas en estrategias políticas que no técnico-sanitarias”. Y como ejemplo, las políticas llevadas a cabo en la Comunidad de Madrid que “parecen más diseñadas para llevar la contra al Gobierno central que no por convencimiento”.

Visión que compartía Fran Cortegoso de Mais que Auga, quien opinaba que “sea o no política, bienvenida la decisión de la Comunidad de Madrid”, esperando que sirviera de ejemplo para el resto de comunidades con medidas más restrictivas para el sector. A lo que invitó a las autoridades a “enseñar la evidencia científica que justifique las medidas de cierre de gimnasios impuestas”.