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ESENCI@L

La web opera en Mallorca, EEUU y próximamente en Brasil

Fitboo propone un nuevo método para aumentar la ocupación de las clases en gimnasios

Miguel Ángel González, uno de los impulsores de Fitboo.

(8-10-2013). La plataforma web Fitboo nació hace aproximadamente dos años en Palma de Mallorca, aunque no ha sido hasta inicios de este 2013 cuando el sistema ha explotado todo su potencial, según explica Miguel Ángel González, uno de sus impulsores. Su propuesta, aumentar la ocupación de las clases de los gimnasios sin necesidad de que los usuarios paguen una cuota mensual.

La idea surgió, explica Miguel Ángel, “de nuestra experiencia como gestores del gimnasio D Club en Palma de Mallorca y de los ocho años de experiencia en el sector travel, que nos permitieron ver semejanzas entre el sector hotelero y los gimnasios en cuanto a ocupación de los servicios”. Y continúa, “en los hoteles, una habitación vacía una noche supone una pérdida que no se puede recuperar, motivo por el que harán lo que sea para ocuparla. En los gimnasios pasa algo similar ya que, aunque se desea, pocas veces se llegan a llenar todas las clases”.

Con FitPalma, primero, y desde mediados de 2012, la plataforma Fitboo, estos emprendedores proponen a los usuarios de gimnasios “la posibilidad de pagar solo por la clase que quieren hacer, en el gimnasio en el que quieren, sin necesidad de estar pagando una cuota en este centro”. De esta manera, explica Miguel Ángel, “gana el usuario porque puede asistir a la clase que quiere, en el horario y el centro que más le conviene en ese momento; y gana el gimnasio, puesto que es el centro el que pone a la venta los espacios en la clase y la tarifa que quiere cobrar, siendo completamente suyo el beneficio, puesto que la plataforma funciona por comisión”.

En un principio, el servicio oferta espacios vacíos en clases colectivas “porque es lo más fácil de entender tanto para gestores como para usuarios. Si tienes una clase de ciclo indoor y sabes que habrá cinco bicicletas vacías, puedes ofertar cinco plazas en Fitboo para llenar esa clase a esa hora determinada”, aclara Miguel Ángel. Aunque el objetivo a largo plazo de la plataforma es que “se pueda vender cualquier servicio del gimnasio”.

Una herramienta de fidelización
El sistema presenta otra ventaja, añade Miguel Ángel, ya que “crea usuarios potenciales de gimnasios que de otra manera, y por causas muy diversas, podrían no platearse asistir a un gimnasio”. Y matiza su respuesta: “La gente usa Fitboo para probar clases diferentes, gimnasios que si tuviera que pagar una cuota de entrada no probaría. Pero la experiencia nos dice que en menos de tres meses, el usuario se crea una rutina y se acaba fidelizando a un determinado centro, en el que acaba pagando encantado la cuota”.

Salto al mercado americano
Una vez la plataforma se instauró exitosamente en Mallorca, la empresa Fitboo decidió plantearse mercados más grandes, en este caso el norteamericano, y en especial la ciudad de Nueva York. “Decidimos ir a Estados Unidos, donde existen 34.000 gimnasios y aplicar el mismo sistema que en la isla, pero allí la mayoría de gimnasios opera con una empresa de software de gestión a la que tuvimos que acoplarnos y aliarnos”, explica.

Tras la experiencia en suelo americano, la empresa probará suerte ahora en Brasil, con el objetivo de cerrar el 2013 trabajando con 300 gimnasios en Estados Unidos y con 100 en Brasil. “Una vez tengamos un sistema que funcione en estos países, nos volcaremos con España, inicialmente con Madrid y Barcelona”, avanza.

Nueva app
Dentro de dos meses, la empresa lanzará al mercado una App Android que “permitirá al usuario conocer donde puede usar o practicar un determinado servicio en la hora que lo quiere y en los gimnasios más cercanos, contando además con opiniones de otros usuarios, precios y otros datos”, concluye Miguel Ángel.


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