Diario de confinamiento (XIV): sumidos en un estado de adocenamiento orwelliano

En un artículo publicado ayer en la web Viaempresa por el CEO de RocaSalvatella, Genis Roca, éste lamentaba que mientras el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, repite incesantemente aquello de “este virus lo paramos unidos”, los datos en cambio sólo los tiene él. En ese sentido, los datos sólo los puede conocer el Gobierno y sólo el Gobierno los puede utilizar.

Cada vez están saliendo más voces que cuestionan la realidad de los datos que nos facilitan. En aras de no alertar a la población, a uno se le antoja que, básicamente lo que se pretende es continuar manteniendo el estado que George Orwell describía e su novela 1984: la sociedad sumida a los decretos de sus gobernantes en virtud de la información que a éste le interesaba divulgar para reforzar la idoneidad de las medidas implantadas. Está sucediendo también con las apariciones televisadas y en las que los periodistas sólo pueden emitir las preguntas vía telemática, hay un número limitado de preguntas y no hay derecho a re-preguntar, con lo cual, el polítco de turno puede irse por los ‘cerros de Úbeda’, para eludir la pregunta.

IMPOSIBILIDAD DE INVESTIGAR Y COLABORAR

Genís Roca sostiene que a los expertos en datos se les está tratando del mismo modo. Según asegura “cuando a los investigadores no se les facilitan datos, no se les deja investigar”. Y yo añado que también se les impide colaborar.

Roca asegura que, de la misma manera que hay muchos ciudadanos con conocimientos de ingeniería que se ha puesto a trabajar para ofrecer alternativas como las máscaras de buceo adaptadas o las máquinas de respiración asistida de fabricación artesana, también existen muchos ciudadanos que nos podrían ayudar a analizar los datos para realizar una mejor gestión de esta crisis.

TALENTO DESAPROVECHADO

El presidente de RocaSalvatella asegura que esas personas podrían estar ayudando analizando variables y correlaciones infinitas. Genís Roca añade que “existe una gran cantidad de ciudadanos con profundos conocimientos de epidemiologia, sociología, psicología, demografía, matemática, inegniería… que podrían estar haciendo aportaciones científicas y rigurosas para entender y gestionar todavía mejor este problema”.

Los datos son el argumento del relato, la manera contemporánea de construir la versión oficial de las cosas. Por eso, sostiene Roca, “no se abren los datos, y no se abren para poder tener controlado todo el relato. Y eso, normalmente, no es por pereza o por problemas técnicos, sino que es una decisión política”.

Sin embargo, facilitar los datos no parece que vaya a ser una decisión que adopte el Gobierno porque igual sucedía que la versión del relato que surgiría no sería la que el Gobierno querría.

RÉGIMEN POLICIAL

Genís Roca pedía en su artículo de la revista Viaempresa de ayer que “los datos deberían estar abiertos y a disposición de la comunidad científica porque seguro que los resultados serían enriquecedores”. Sin embargo, esos datos reclamados por Roca sólo están a disposición de la policía para poder comprobar si somos o no somos obedientes.

Me sumo a la reclamación de Genís Roca. Por tanto, suscribo sus palabras: “si los datos estuvieran al alcance de quienes los pudieran evaluar, ello permitiría que los viesen expertos en planificación para prever dónde se deberían reforzar los servicios asistenciales. Falta más talento analizando los datos y, sobre todo, faltan miradas distintas a las de exclusivamente los acólitos al Gobierno. Abrir datos es la mejor manera de responder a los problemas complejos”.