Berria Bike: “El mercado teme la no disponibilidad de bicicletas después de Navidad”

¿2017 ha sido un buen año para Berria Bike?

Nuestra imagen de marca se ha reforzado positivamente, seguimos creciendo en el mercado español con más puntos de venta, sobre todo en la zona norte de España y, al mismo tiempo, estamos respondiendo a solicitudes de nuevos importadores. Consideramos por tanto que es un buen balance para una marca de sólo cinco años de andadura.

Según los datos que tenemos, en 2016 Berria Bike alcanzó una facturación de 3,9 millones de euros, casi un 20% más que el año anterior. ¿Cuál es la previsión para este 2017 y a qué se debe esta evolución?

En 2017 cerraremos con una cifra cercana a los 4,1  millones, con un  crecimiento del 5%. El balance del año ha sido positivo, pero marcado por una baja productividad y retrasos en las entregas durante los meses de septiembre y octubre a causa del cambio de la fábrica a unas nuevas y más amplias instalaciones. Asimismo, hemos identificado un freno en el canal de la distribución tradicional en algunas zonas de España, en especial en Cataluña.

¿Han realizado ya el traslado a las nuevas instalaciones de Villarrobledo?

Empezamos a trabajar en la nueva planta en el mes de noviembre y todavía estamos finalizando la puesta en marcha de la fábrica, que esperemos finalizar para el mes de enero. Las nuevas instalaciones suponen un gran paso de cara al futuro y nos permitirán poder afrontar un crecimiento sólido, ya que se triplicará nuestra capacidad de fabricación respecto las estaciones anteriores.

 La inversión ronda los 600.000 euros y un aspecto clave es la inversión en tecnología, convirtiéndola en una ‘Smart Factory’

¿Cuál es la inversión en el proyecto?

La inversión ronda los 600.000 euros. Un aspecto clave de las nuevas instalaciones es la inversión en tecnología, convirtiéndola en una ‘Smart Factory’. Cabe destacar también el trabajo que se está realizando para la optimización del proceso de fabricación. Nos queremos convertir en la empresa más rápida del mercado en ofrecer una bicicleta totalmente personalizada, pasando de las 3 semanas actuales a unas 2 semanas.

¿Qué tendencias destacaría de la evolución del mercado ciclista en este 2017?

En un mercado tan atomizado y con tanta sobreoferta, se ha dado pie a la búsqueda de la oportunidad por parte de los consumidores. También destacaría el  creciente interés en la adaptación al sistema monoplato con el lanzamiento en esta colección del GX Eagle.

Por otro lado, se mantiene la tendencia en la compra  de las dobles en MTB y, de forma creciente, la introducción y ventas de las e-bikes  en la zona Norte y Este de España. En este sentido, algunas marcas han crecido en valor pero han vendido menos unidades respecto a campañas anteriores.

Desde Berria, ¿ha habido algún movimiento para efectuar reducciones de stock después de la sobreoferta de años anteriores?

A diferencia de las grandes marcas, Berria, por su sistema de producción más flexible, se caracteriza por no obligar a las tiendas a realizar grandes programaciones, a las cuales se ven obligadas y luego les ahogan durante la campaña. Con nuestro sistema, los puntos de venta pueden trabajar con la cartera de productos personalizados (Custom Series / Stealth Series)  o con las referencias ya cerradas, denominadas Express Series, gracias a que el 70% de las operaciones de fabricación se realizan en España. En este sentido, no tenemos el problema de la reducción de stocks, ya que producimos según las necesidades de nuestra red de distribuidores, lo que, por otro lado, nos permite adaptar la oferta a los gustos y necesidades de los clientes finales.

Los detallistas de ciclismo indican que el recorte de producciones por parte de algunos proveedores está agravando o puede agravar los problemas de reposición…

Creo que una de las principales amenazas actuales del mercado es el posible retraso en la entrega de componentes, lo que provoca retrasos en el montaje y la entrega de bicicletas a las tiendas. Este efecto puede ser más acusado en las eléctricas de montaña.

Los recortes en producción de algunas marcas en relación a las últimas campañas pueden provocar problemas de reposición y, por tanto, se teme la no disponibilidad de bicicletas por parte de los distribuidores después de las Navidades, que suelen ser un momento de repunte de ventas. Pero, como he explicado anteriormente, es un problema menor para Berria como fabricante, ya que adaptamos la oferta a la demanda de las tiendas.

El cliente es cauto, no espera y, en el caso de las gamas medias y bajas, prefiere acudir a otro establecimiento antes de esperar por su bici

Como consecuencia de lo anterior, el cliente es cauto, no espera y, en el caso de las gamas medias y bajas, prefiere acudir a otro establecimiento antes de esperar por su bici, por lo que la tienda debe disponer o bien de una buena implantación o bien de una marca que le asegure la rotación.

¿Cuáles son los principales retos de Berria Bike en 2018?

Nuestros próximos retos serán la creación de nuevos servicios de valor añadido de cara a nuestros distribuidores para trabajar como partners con ellos, lo cual implica conocer mejor su día a día. A nivel de producto, entraremos en el mercado de las e-bikes y lanzaremos nuevos productos con un nuevo concepto Cross Country que van a dar luz, seguramente, la próxima campaña.

¿Está previsto abordar nuevos mercados?

Efectivamente estamos entrando en nuevos países como México, Colombia, Ecuador, Chile o Panamá, una introducción basada en una rápida implantación con una solución bien planteada de sistema de organización y planificación, que facilitará la implantación de la marca al importador de Berria.

La introducción en Latinoamérica está siendo positiva, pero solo hemos podido ejecutar la mitad del plan operativo para 2017 debido a los recursos que hemos destinado a las nuevas instalaciones. Continuaremos con la introducción en 2018, aportando una metodología organizativa y de trabajo eficiente en cada país que nos va a permitir introducirnos de forma rápida. Creemos que en Latinoamérica existen países con mucho potencial, pero también con muchas trabas para la importación de productos europeos.