Nuevas oportunidades de negocio del Fitness en la post-pandemia

Manel Mazaira considera que el fitness debe convertirse en el núcleo del nuevo ecosistema de Bienestar que la pandemia está impulsando.

La pandemia ha revalorizado el papel de la industria del fitness en el cuidado de la salud de la ciudadanía. A pesar de haber sido castigado con severas medidas restrictivas, el sector puede salir muy reforzado de la crisis actual. Así lo cree el Club Manager y Area Manager de Franquicias en DiR, Manel Mazaira, quien considera que el fitness español se encuentra “ante una gran oportunidad y un momento de inflexión en su posicionamiento”.

Un lugar en la sociedad para el que considera que es necesario que se se una “transformación completa de toda la industria”, la cual pasaría por “liderar y ser parte fundamental del ecosistema del Wellbeing y de la Salud”.

El núcleo de un nuevo ecosistema

En este sentido, Mazaira considera que existe una importante oportunidad de negocio para los operadores dentro del ámbito del bienestar. Y los datos acompañan. Según un informe de MCKinsey, el segmento del bienestar está estimado en más de 1,3 trillones de euros, con crecimientos anuales que pueden ir del 5 al 10%.

Un ecosistema que Mazaira señala que está formado por “seis grandes dimensiones, cada una de ellas englobando las necesidades actuales que la sociedad actual demanda”. Estas serían: Salud, Condición Física, Nutrición, Apariencia, Sueño y Mindfulness.

“El Fitness debe aspirar a convertirse en el principal núcleo de este ecosistema y posicionarse como una prioridad en la mente y alma de los potenciales consumidores”, afirma. Una apuesta que en su opinión posibilitaría aumentar la tasa de penetración de los gimnasios españoles: “En España, hasta antes de la pandemia teníamos una penetración de mercado del 12,5%, siendo los países con mayor porcentaje Noruega y Suecia, con un 22%. ¿Qué estamos haciendo para acercanos a ese 78-87,5% restante? Con la Digitalización hemos conseguido llegar en forma de diferentes canales a más potenciales clientes. Pero si queremos ser la pieza fundamental del Segmento Bienestar, hemos de empezar a evolucionar, posiblemente, en mayor o menor medida, todos los modelos de negocio actuales. Así como crear nuevos”.

Inclusividad, otra oportunidad para el fitness

Dentro de esta transformación que menciona Manel Mazaira se encontraría otra de las oportunidades de negocio detectada por este experto del sector y que, ligado al enfoque sobre la salud, podría contribuir a aumentar la propuesta de valor de los negocios fitness.

Se trata de la inclusividad. Un ámbito que afecta a un porcentaje muy elevado de la sociedad, al que según Manel Mazaira, el fitness ha prestado relativa atención.

Según estimaciones globales de la OMS, más de 1.000 millones de personas, el 15% de la población mundial, vive con algún grado y tipo de discapacidad. De las cuales, casi 200 millones experimentan dificultades considerables en su funciones. En España, según el Informe De Cermi del año 2019, un total de 3,85 millones (EDAD 2008) y 4,5 millones (BEPD 2016) de personas se encuentran en esta situación. Es decir, un 9,6% de la población española.

“En nuestro sector en la actualidad no estamos trabajando, con alguna excepción, a través de las gafas de la Agenda 2030 en materia de plena inclusión de las personas con discapacidad. Tenemos un gran margen de mejora respecto a la inclusividad en nuestras instalaciones deportivas”, apunta, remarcando que “nuestra propuesta debe encararse a proporcionar accesibilidad universal e inclusividad social, avanzando hacia instalaciones accesibles y pensadas para cualquier persona en cualquier momento de su vida”.

En el fitness existen algunos ejemplos de inclusividad que Manel Mazaira considera destacables, como la iniciativa liderada por Planet Fitness que ha anunciado la inclusión en sus gimnasios de equipos de entrenamiento accesibles e inclusivos. En este sentido, la cadena apostará por máquinas selectorizadas y de cardio que incorporarán la opción de ofrecer instrucciones audibles y comentarios de rendimiento. Un paso que Mazaira valora que “proporcionará a estas personas una experiencia de acondicionamiento físico de forma autónoma y verdaderamente inclusiva, teniendo la libertad de tomar el control de su salud”.

Trabajar la inclusividad en los centros deportivos implica actuaciones muy variadas, desde manipulación, localización, comunicación, servicio y actividades que garanticen un acceso en condiciones de igualdad. “Algo tan básico como facilitar una entrada ‘normal’ a las instalaciones, sin una espera que a veces se convierte en una mala experiencia, por ejemplo, instalando un sistema de ‘lectura fácil’ o adaptado en la app o web de la instalación deportiva”, comenta Mazaira. Y enumera más ejemplos de inclusividad: “Talleres de sensibilización dirigidos al personal del club, implantación de Beepcons, aplicación móvil diseñada para personas con discapacidad visual, suelo podotáctil en zonas comunes, información disponible en Braile, vídeos para presentar servicios, sistemas de iluminación y señalización escrita/gráfica/acústica y táctil de recorridos, espacios, objetos y actividades”.

Y aporta una sugerencia para aquellas instalaciones deportivas con equipamientos que posibiliten deportes en equipo, “pudiendo promover el primer deporte totalmente inclusivo; el Baskin”.

En opinión de Mazaira, “nos encontramos antes una gran y única oportunidad, gracias a las diferentes generaciones que están mostrando patrones de salud, consumo y demanda cada vez más distintivos, impulsado un nuevo arquetipo de consumidor más responsable, más consciente, más sostenible, diverso e inclusivo”. Y anima al sector a apoyarse en los Fondos Next Generation para “transformar el sector y construir un nuevo ecosistema en base a la salud y la inclusividad”.