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Diario de confinamiento (VI): una crisis para maratonianos

una crisis para maratonianos

Convendría que esta semana dosifiquemos las fuerzas y recursos mejor que la pasada. Quedan por delante esta semana y otras dos... como mínimo.

(23-3-2020). Después del frenético ritmo de la pasada semana, es necesario que todos asumamos que esto no es una sesión de Alta Intensidad. Nos quedan por delante todavía esta semana y dos más, como mínimo, de confinamiento y no por hacer más cosas, el tiempo correrá más. Este confinamiento exige ritmo y dosificación de fuerzas de maratoniano.

Iniciamos la segunda semana de confinamiento en España para protegernos del acoso del coronavirus. Hoy será la sexta jornada laboral con la grandísima mayoría de trabajadores del sector deportivo teletrabajando o, sencillamente, intentando pasar las horas en casa de la mejor manera posible. Nos quedan por delante, cuando menos, esta semana y otras dos, según pre-anunció ayer domingo, en una comparecencia televisiva, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. La aprobación de la ampliación del estado de alarma será ‘cantada’ los próximos días en el Congreso de los Diputados.

Fue, precisamente, poco después estar viendo la comparecencia de Pedro Sánchez por la televisión cuando descubrí en linkedin que uno de los integrantes del top-10 Influencers Social Selling a nivel mundial 2019 de esta red social de profesionales, el español Alex López López, anunciaba, a través de dicha red, que su padre había fallecido por Covid-19. Fue un golpe que, lo reconozco, me impactó más que la noticia de la que tuve conocimiento el sábado por la noche sobre la muerte del expresidente del Real Madrid, Lorenzo Sanz. La razón de ello fue que al malogrado Lorenzo Sanz sólo lo había visto por la televisión y leído en los periódicos deportivos y, por tanto, mi conexión con el finado era prácticamente inexistente.

Al padre de Alex López López no lo conocí personalmente, pero, en cambio, sí que conocí a Alex cuando, en 2017, le hice una entrevista para CMDsport en la cual nos explicó una serie de consejos para transmitirlos a los profesionales del sector deportivo en aras de que éstos pudieran optimizar el desarrollo de su marca profesional en linkedin.

MUERTES QUE IMPACTAN

Pese a que ninguna muerte me deja indiferente, confieso que el óbito de un desconocido me impresiona especialmente por el dolor en los vivos que deja tras de sí, sobre todo si he tenido relación con ellos. Supongo que a muchos les debe suceder algo parecido. Y en la situación que vivimos estos días, probablemente cada vez más ciudadanos vamos a contar con algún fallecido o fallecida que nos ‘tocará’ directa o indirectamente. Es el legado inevitable de toda pandemia.

Y como tal, el coronavirus está demostrando que su acción es incansable y su alcance completamente transversal.

LA COSA MÁS IMPORTANTE DE LA VIDA

Dice la canción que “tres cosas hay en la vida: salud, dinero y amor”. Siempre que he escuchado esa canción he pensado que en la vida lo verdaderamente decisivo es la salud porque si no tenemos salud, ¿cómo podemos disfrutar de verdad las otras dos?

El coronavirus no va a dejar a nadie indiferente. Ni siquiera a los afortunados que no les toque sufrir la angustia de alguien cercano infectado ni llorar ningún muerto próximo o lejano. Porque el coronavirus y el confinamiento que, a consecuencia de él, estamos viviendo va a cambiarnos, va a provocar que veamos la vida de otro modo, sobre todo en los primeros tiempos post-coronavirus y, seguramente, va a cambiar algunos de nuestros hábitos Y es que, no en vano, el confinamiento ha provocado una masiva salida de la zona de confort en la que la grandísima mayoría estaba instalada.

PRIMERA SEMANA DE RITMO FRENÉTICO

Durante la pasada semana, la práctica totalidad de los profesionales del mercado deportivo (como del resto de sectores de la economía) nos lanzamos con ritmo frenético a intentar arreglar las cosas de la empresa como si no hubiera un mañana. La grandísima mayoría analizamos las previsiones de ingresos y pagos, evaluamos el cash flow, negociamos con proveedores, hablamos con el banco, tomamos medidas para optimizar los recursos humanos y adaptarlos al nuevo escenario, intentamos encontrar soluciones para ofrecer servicios o propuestas alternativas que nos permitieran seguir adelante…). Por un instante, pensé que habíamos perdido la razón como aquellos que el fin de semana anterior se habían lanzado sobre los supermercados y habían arrasado sus lineales.

Sin duda, la semana pasada hubo ‘zafarrancho de combate’ generalizado. A ello ayudó que, desde todas las instancias, se subrayara que la situación en la que nos encontramos ahora pasará, que es rotundamente provisional. Y, como decía, todos nos entregamos con fervor a las faenas de adecuar cuanto antes el barco para capear el temporal con el convencimiento de que, tras la tempestad, llegará la calma, es decir, el escenario previo al estallido del coronavirus.

NOS ESPERA UNA ’NORMALLIDAD’ DISTINTA

Todos, absolutamente todos, ansiamos el retorno de la normalidad. Pero, debemos empezar a pensar, y a asumir, que la ‘normalidad’ que nos encontraremos en el escenario post-confinamiento no será la misma normalidad que la del escenario pre-confinamiento.

Presagio que a medida que vayan sucediéndose las semanas de aislamiento, el ímpetu de la primera semana podría ir languideciendo. Esa pérdida de ritmo probablemente será instigada por las previsibles malas noticias que vamos a empezar a recibir esta segunda semana en cuanto la evolución de la curva de nuevos contagios, así como del aumento del número de fallecimientos. Como muestra de ello, decir que en Italia, donde nos llevan una semana de adelanto en esto del confinamiento, a finales de la pasada semana alcanzaron una cota de 793 muertos en un solo día. El propio Pedro Sánchez, en las dos comparecencias que hizo este pasado fin de semana (el doble que en el anterior) también nos anunció que “lo peor todavía está por llegar”.

Al iniciar esta segunda semana de confinamiento, creo que es necesario que empecemos a pensar en evitar los ‘excesos’ de la semana pasada. Un servidor trabajó 14 horas diarias en cuatro de las cinco jornadas. Y me consta que hubo muchos profesionales que todavía hicieron más horas.

MENTALIDAD DE GUÍA DE MONTAÑA

Pero la situación que estamos viviendo no creo que sea conveniente planteársela como una sesión de ‘Alta Intensidad’. Pienso que nos convendría a todos tomárnosla en plan maratoniano o siguiendo la directriz que aplican los buenos guías de montaña cuando llevan a un grupo: “lo importante no es quien llega primero, sino que lo primero es llegar todos”.

Durante el todavía reciente escenario pre-coronavirus, los marketinianos enaltecieron tanto lo de las experiencias extremas que acabaron provocando que el concepto perdiera su significado hasta tal punto que ahora, que estamos en una situación realmente extrema, parece que aunque la atinemos, no acabemos de saber reaccionar frente a ella. Y conviene recordar que las situaciones extremas no duran un abrir y cerrar de ojos, sino que, precisamente por su condición de extremas, a quienes las viven les parece que el reloj se detuvo.

El tempo del confinamiento en el que nos encontramos no es el tempo al que nos acostumbramos cuando logramos salir del túnel de la crisis de 2008. Empezamos a correr como si nos persiguiera el diablo en 2012 y los últimos ocho años le hemos dado tantas ‘vueltas al mundo’ intentado ser los número 1 que nos hemos acabado olvidando de quienes somos, de qué es lo que realmente queremos y muchos hemos acabado siendo meros comparsas (o víctimas) de un relato que otros escribían por nosotros.

Creo que las próximas semanas que afrontamos debemos tomárnoslas primando más la variable calidad que la de cantidad. Es momento de recuperar sabores íntimos, de encontrarnos con nosotros mismos. En definitiva, estos son momentos de pensar más que de hacer.

Muchos ánimos y cuídate.


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